Las compañías están ciegas ante el riesgo en las divisas
El mercado de divisas se ha revelado, una vez más, como el gran desconocido entre las empresas de todo el mundo, según los resultados de la encuesta global del tipo de cambio 2016, elaborada por Deloitte. Más de 130 compañías de todos los perfiles han señalado que esperan que 2016 muestre niveles similares de volatilidad en el tipo de cambio que los registrados en el anterior ejercicio.
En 2015, el euro se depreció frente al dólar un 10,22%, llegando por momentos a acumular una caída superior al 12%, hasta casi alcanzar la igualdad. La divergente actuación del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal hacía augurar que esta tendencia en el mercado de divisas continuaría a lo largo de 2016, pero nada más lejos de la realidad. Ni las políticas han sido tan divergentes, ya que la subida de tipos de la Fed se ha convertido un proceso más largo de lo esperado, ni las monedas se han comportado como preveían los expertos.
Desde que comenzara el año, el euro se ha apreciado un 4,8%. La subida, además, se ha concentrado en las últimas sesiones y se ha producido de manera súbita. La última reunión del BCE desencadenó un alza de la moneda comunitaria que, en apenas tres semanas ha pasado de cambiarse a 1,09 dólares a 1,13 billetes verdes.
El 60% de las compañías encuestadas ha declarado, con este confuso escenario en mente, que cubrirse las espaldas frente a los bandazos de las divisas es todo un reto. “Previsiones erróneas, falta de comunicación en los cambios de las previsiones y poca transparencia en las exposiciones son las tres claves que definen una gestión ineficaz del riesgo”, explica Alejandro González de Aguilar, socio de financial advisory de Deloitte.
Más de la mitad (56%) de las compañías encuestadas ha admitido que “les falta visibilidad y fiabilidad en lo que a las previsiones del mercado de divisas respecta”. Una carencia que los expertos achacan a que únicamente el 31% de estas empresas se basa en tres o más fuentes para identificar sus exposiciones a las diferentes monedas.
- Gran carencia en la cobertura natural
“Lo más sorprendente es que únicamente la mitad de los encuestados realiza las coberturas naturales”, señalan desde Deloitte. Lo que supone esta estrategia es financiar los negocios internacionales en la divisa en la que se genera la caja, lo que implica que, en términos efectivos, los movimientos de las divisas quedan neutralizados porque los fondos para pagar las deudas salen de la misma moneda de la que se reciben los ingresos. Así, en términos contables, a la hora de formular resultados en la divisa común, cualquier gasto de más que haya que hacer por la deuda vendrá acompañado por un aumento paralelo en los ingresos.
La opción más empleada por las compañías a la hora de protegerse del riesgo relativo a la incertidumbre en el mercado de divisas pasa por el uso de derivados. Prácticamente el 90% de los encuestados afirma que utiliza este tipo de instrumentos financieros, especialmente forwards (92%) y swaps (62%). “Vemos una oportunidad clara de mejora en el desarrollo de la cobertura natural como mecanismo para reducir los costes relacionados con el uso de derivados”, analizan los expertos.
Por otro lado, en lo que respecta a la implementación de tecnologías para gestionar de la exposición a las diferentes divisas, las empresas consiguen un aprobado raspado a nivel global. El 44% de las firmas encuestadas no emplea un sistema de gestión de tesorería (TMS, por sus siglas en inglés). Además, las que sí lo utilizan, lo hacen en su mayoría sin aplicarlo a todos los ámbitos posibles.
“Creemos que hay espacio para la mejora en el uso del TMS por parte de los encargados de gestionar la tesorería de las empresas hasta aplicarlo a todas las tareas. Las interfaces, junto con otros sistemas financieros, podrían resolver los retos actuales en lo que a las previsiones desacertadas y la falta de visibilidad respecta.
Las empresas españolas mejoran notablemente
Según los resultados de la encuesta global de tipo de cambio 2016, elaborada por Deloitte, la empresa española ha avanzado significativamente en lo que a la gestión del riesgo por divisas respecta. Pese a esta notable mejoría, los expertos han detectado varios ámbitos en los que las compañías del país podrían centrar sus esfuerzos para dar continuidad a la positiva trayectoria que en el último tiempo acumulan.
“Incorporar la gestión del riesgo de divisa a la estrategia de la firma, incrementar los niveles de información y análisis y que la dirección disponga de forma continua de una imagen fiel de la exposición a las diferentes monedas” para que la toma de decisiones sean consecuentes, identifica como puntos a mejorar Alejandro González de Aguilar, socio de financial advisory de Deloitte.