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Su postura siempre ha sido crítica contra la neutralidad de la red y el todo gratis

Alierta, contra los gigantes de internet

A la izquierda, Jose Maria Alvarez-Pallete y en el centro, César Alierta
A la izquierda, Jose Maria Alvarez-Pallete y en el centro, César AliertaJUAN MEDINA (REUTERS)

Apple y Google no conocen mi vida porque mi móvil es una carraca”. La incendiaria declaración proviene nada menos del hasta ahora presidente de Telefónica, César Alierta, en la última junta de accionistas de junio de 2015. Parecería contradictorio que el principal directivo de una empresa de telefonía no tenga entre sus enseres personales el aparato tecnológico más puntero en comunicación pero forma parte de la idiosincrasia de Alierta, la representación gráfica de su lucha permanente contra los poderes y el monopolio de Google y Apple en los servicios por internet.

Alierta ha sido especialmente beligerante con la neutralidad de la red, asegurando que “se la han inventado Apple, Google, Facebook y compañía”. Esta neutralidad supone que los proveedores dan acceso a los contenidos sin filtros, sin privilegiar ni penalizar a ningún participante. Los proveedores como Telefónica son contrarios porque supone dar acceso por sus propias infraestructuras, que instalan y mantienen, a servicios claramente competidores como las llamadas de voz por IP, como Skype, o la mensajería instantánea, tipo Whatssap.

El presidente siempre ha remarcado la relevancia de los proveedores. Ha pedido a Bruselas en numerosas ocasiones un marco regulatorio que favorezca que se aceleren inversiones por valor de 250.000 millones en nuevas redes. Sin embargo, en su opinión, las empresas de contenidos “crean poco empleo, invierten poco y pagan pocos impuestos en Europa”.

Porque la batalla también es una cuestión territorial. Alierta y sus homólogos en las operadoras no son ajenos a que la mayor parte de las empresas de servicios son de EEUU mientras que las proveedoras de red son europeas. Por eso, presionan todo lo que pueden para intentar sacar rendimiento a sus sedes sociales dentro del Viejo Continente, a sus inversiones y empleados.

Promueve un marco regulatorio que favorezca la inversión en redes

De hecho, otro de sus caballos de batalla ha sido la gratuidad de contenidos desde el punto de vista de ¿quién financia las infraestructuras de redes en los países? El presidente no ha sido nunca favorable al todo gratis e incluso instó a que los generadores de servicios pagaran por usar las redes. De hecho, la empresa admitió en 2011 conversaciones con Google y otros proveedores de contenidos para llegar a un acuerdo sobre quién paga las redes. De momento, este coste sigue recayendo sobre las operadoras de red.

Además, se queja del duopolio. "Mismo servicio, mismas reglas", reclama cuando ve que los únicos que proveen de sistema operativo para los móviles son Apple y Google. Exige más competencia en las empresas de internet porque ha visto como la Comisión Europea ha perseguido las fusiones entre las operadoras de red para que hubiera obligatoriamente cuatro operadores de red móvil por país.

Alierta fue muy beligerante con este punto y tenía sus razones. El cambio de la exigencia europea de cuatro a tres operadores por país permitió la compra de E-Plus en Alemania y la venta de la filial irlandesa, O2 Ireland. Está a punto de cristalizar la desinversión en O2 en Reino Unido también

Para Pallete queda enfrentar el reto de convertir de verdad a Telefónica en un proveedor de servicios digitales

Pero mientras Alierta se pelea contra los grandes, también quiere convertir a su empresa en una grande y competir de tú a tú. En 2014, amortizó la filial Telefónica Digital creada en 2011 para aumentar este negocio, que ha pasado a pertenecer a la Dirección General Comercial Digital, liderada por Eduardo Navarro. Tampoco Terra o la adquisición de Tuenti han acercado a la empresa al camino.

En la televisión, ha sido un camino de dos direcciones. Compitió con Canal + a través de Vía Digital, heredada de la época de Villalonga, plataformas que acabaron fusionadas en 2003 en Canal Satélite Digital (posterior Sogecable). En 2008, Telefónica quiso desvincularse y vendió su participación en Sogecable al grupo PRISA (editor de Cinco Días), pero en 2014 recompró este negocio para integrarlo en sus plataforma de televisión a la carta, bautizada ahora como Movistar+.

El negocio de Telefónica en cuanto a servicios digitales se divide en la televisión, los contenidos de vídeo y otros desarrollos asociados. Los contenidos visuales son la parte significativamente más importante económicamente y uno de los pilares del futuro crecimiento de la compañía. Aportaron 2.142 millones de euros de los 3.758 millones que facturó la división de servicios digitales, con un crecimiento del 27%. El reto ahora en este servicio en España es introducir el vídeo bajo demanda, multiplataforma y accesible en todos los dispositivos y con contenidos diferenciados, como producciones propias y acuerdos deportivos en exclusiva. En Latinoamérica, trabajarán para fortalecer su liderazgo en el vídeo de alta definición, mejorar los contenidos y simplificar las plataformas.

El apartado restante incluye el desarrollo de negocios como la nube, en alianza con Huawei, seguridad en la red, con acuerdos con “empresas líderes en el sector como Palo Alto Networks, Bluecoat o RSA”, conexiones móviles entre máquinas popularmente conocidas como el internet de las cosas en donde trabaja junto con China Unicom. Con su socia asiática, también comparte el desarrollo de los negocios basados en el análisis masivo de datos de los usuarios o Big Data. Así, ambas empresas acordaron el lunes inyectar 16 millones de euros al desarrollo de esta filial conjunta.

Fibra óptica, televisión, contenidos propios, internet de las cosas… son retos que la empresa tiene por delante y para los que Alierta ha decidido dar el relevo a Pallete, “el directivo más preparado para afrontar con éxito los retos de la revolución digital”.

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