_
_
_
_
_
Los escudos en momentos de tensión

Cinco activos que son refugio cuando el miedo triunfa

Thinkstock

En medio de la confusión, hay una serie de escudos que resisten las peores noticias. Son los llamados activos refugio, una suerte de armaduras de protección que suelen revalorizarse ante acontecimientos inesperados, y usualmente negativos, para la economía.

La deuda soberana de la zona euro era una especie de templo sagrado y la regla de salir de la renta variable para entrar en ella se cumplía casi a rajatabla. Hasta que estalló la crisis de la deuda soberana en 2010. Entonces se creó un eje triple A, con Alemania y Holanda a la cabeza, y su antagonista de los países del sur, como España, Italia o Portugal.

En el verano de 2012, el presidente del BCE puso fin a ese cisma, que incluso llevó a la prima de riesgo española a superar los 600 puntos básicos frente a la alemana en julio de 2012. Pero en momentos de pánico la deuda centroeuropea se confirma como un activo de protección. El oro es otro de las inversiones que llama al dinero en tiempos de zozobra. En estos casi tres meses de 2016 el metal precioso sube cerca de un 20%.

También hay valores de Bolsa que se convierten en puertos de tranquilidad en tiempos de zozobra. Aquellos con ingresos estables, a ser posible regulados, y con elevada rentabilidad por dividendo. También están los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de baja volatilidad, una fórmula para no sufrir infartos en tiempos de sobresaltos.

Es el gran emblema de valor refugio. Está lejos de los máximos históricos de 1.900 dólares por onza que alcanzó en 2011, en plena tensión y miedo a una depresión planetaria, pero su avance en lo que va de año es más que reseñable. En apenas tres meses, se revaloriza más de un 18%, hasta el entorno de los 1.200 dólares, y en días como el de ayer se convierte en una apuesta segura. “Al fin y al cabo, es una materia prima, pero una muy particular. No es un metal industrial, a diferencia del cobre, el zinc o el aluminio. Su comportamiento es inverso al del la Bolsa”, explica Araceli de Frutos, directora de la Eafi a la que da nombre y asesora del fondo Alhaja Inversiones. “Está bien tener una parte de la cartera invertida en él, pero con cautela”, añade. La onza subió ayer un 0,6%.

La deuda de los países con la máxima nota por parte de las agencias de rating, entre los que destacan Alemania y Holanda, es la gran beneficiada de problemas económicos. Los inversores compran su deuda como una suerte de refugio inexpugnable. Son los países triple A, entre los que aparecen también Suiza y Luxemburgo. Sus rentabilidades en plazos cortos, y no tan cortos, son negativas. Alemania hasta cobra por prestar dinero a plazos tan largos como siete años. En sesiones como las del martes, esta renta fija pública de países venerados por su capacidad de pago y sus sólidas economías se convierte en un imán para el dinero más temeroso.

El bono holandés a una década, que arrancó el ejercicio con una rentabilidad en el entorno del 0,8%, caía ayer a menos del 0,3% y rozaba los mínimos del 0,25% de finales de febrero. Su homólogo germano paga un 0,2%, frente al 0,3% de hace solo unos días, mientras que en periodos más breves las rentabilidades siguen en negativo. El interés de la deuda teutona a dos años es del –0,5% y a cinco años, del –0,3%. En la francesa a 10 años, aunque paga notablemente más, un 0,5%, también entraron órdenes de compra que rebajaron su rentabilidad unos 30 puntos básicos. En España, el bono a 10 años apenas se movió, con una rentabilidad en el entorno del 1,45%.

Araceli de Frutos, que da nombre a la Eafi que dirige, es partidaria de optar por renta fija pública estadounidense antes que por la europea. A su juicio, el margen de ganancia es muy superior, ante las minúsculas rentabilidades de los países más solventes de la zona euro. El bono estadounidense a 10 años ofrece un 1,9%, con una caída de ayer de 2,5 puntos básicos; su equivalente a dos años paga algo menos de un 0,9% y a cinco abona un 1,4%. Eso sí, su precio, y su rentabilidad –que se mueve de forma inversa al precio– estarán determinados por las decisiones de Janet Yellen al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos.

En el Ibex, varios valores no solo no se vieron afectados ayer, sino que subieron con cierta intensidad. Indra, Grifols, Dia, Abertis y Gas Natural cerraron con avances que llegaron al 3%. La asesora del fondo Alhaja Inversiones apunta con el dedo otras compañías que gozan de protección casi total en medio de la tormenta. “Me refiero a empresas con ingresos recurrentes, con alta generación de caja, procedentes de contratos como concesiones. En este apartado están la francesa Vinci o la alemana Hochtief. En España, Araceli de Frutos señala a Logista, con una rentabilidad por dividendo que roza el 3%, y también a Ence. En Europa, también se comportaron bien compañías dedicadas a la seguridad privada, como Securitas, con subidas en el entorno del 3%, y utilities, como RWE, que sumó un 2%.

La industria de los fondos de inversión ha creado un producto específico para lidiar con momentos de alta incertidumbre. Son los denominados fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de baja volatilidad. Invierten en valores con oscilaciones relativamente bajas. Morningstar ha identificado unos 30 productos de este tipo que se comercializan en Europa. El Amundi ETF MSCI Europe Minimum Volatility es uno de ellos, que pierde un 4% en el año, frente al 7% que se deja  Euro Stoxx 50. Una versión similar al Amundi, pero para el mercado estadounidense, es el Ossiam US Minimum Variance, que apenas pierde un 0,3%. Su filosofía es invertir en las compañías más líquidas del Standard & Poor’s 500.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_