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Insiste en la necesidad de restablecer la confianza de la ciudadanía en el sector financiero

Fainé pide a las antiguas cajas que profundicen “en las reformas”

De izquierda a derecha: Fernando Conlledo Secretario General de Ceca; Carlos Egea Secretario del Consejo de CECA; Amado Franco,  Vicepresidente del Consejo de CECA; Isidro Fainé, Presidente del Consejo de CECA, José María Méndez Director de Ceca y Cecabank; Braulio Medel; Vicepresidente del Consejo de CECA y  Gregorio Villalabeitia Vicepresidente del Consejo de CECA
De izquierda a derecha: Fernando Conlledo Secretario General de Ceca; Carlos Egea Secretario del Consejo de CECA; Amado Franco, Vicepresidente del Consejo de CECA; Isidro Fainé, Presidente del Consejo de CECA, José María Méndez Director de Ceca y Cecabank; Braulio Medel; Vicepresidente del Consejo de CECA y Gregorio Villalabeitia Vicepresidente del Consejo de CECA

El presidente de la CECA, Isidro Fainé, reclamó a las antiguas cajas “profundizar en las reformas” para ser más competitivas y rentables. Las 10 entidades asociadas a la CECA, que cuentan con una cuota de mercado del 43%, ganaron 2.950 millones en 2015, el 16,8% menos, aunque el beneficio bruto mejoró un 10,7%.

El presidente de la CECA y a su vez de CaixaBank rpidió a las antiguas cajas –Abanca Corporación Bancaria, Bankia, BMN, Caixabank, Caixa Ontinyent, Caixa Pollença, Ibercaja Banco, Kutxabank, Liberbank y Unicaja Banco– la necesidad de “profundizar en las reformas para garantizar su competitividad y afrontar el reto de la rentabilidad, su principal desafío en el actual entorno de bajos tipos de interés y mayores exigencias de capital”. El directivo, que ha sido reelegido presidente de esta asociación para otros seis años más, reconoció ante la 109 asamblea general de la CECA, que la desconfianza hacia el sector sigue vigente. Ante ello, reclamó como “básico restablecer la confianza de la ciudadanía”.

Como retos del sector, además de la mejora de la rentabilidad (en la banca española y en la del resto de Europa) señaló a la banca en la sombra, la digitalización y los nuevos hábitos del cliente multicanal. Estas tendencias marcarán la futura evolución del sector bancario en los próximos años, subrayó. El banquero, el más veterano del sector, aprovechó la ocasión para defender el papel de la CECA (en alguna ocasión se ha hablado de fusionar esta asociación con la de los bancos, la AEB, algo que ha quedado aparcado).

Explicó que la principal función de la Confederación es el diálogo con los supervisores y reguladores, las administraciones públicas nacionales e internacionales, los grupos parlamentarios, las organizaciones sindicales y el resto de organizaciones empresariales o sociales. Además, defendió el modelo de banca relacional y de proximidad, que practican las antiguas cajas de ahorros.

La CECA dio ayer también a conocer los resultados agregados de las 10 entidades asociadas. En conjunto, obtuvieron un beneficio atribuido de 2.950 millones de euros a cierre de 2015, un 16,8% menos que el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el sector ha conseguido alcanzar un resultado antes de impuestos de 3.148 millones, un 10,7% más que en 2014 (un año antes el resultado bruto ascendió a 2.844 millones, pero logró sumar 479 millones por impuestos y operaciones interrumpidas, con lo que el beneficio atribuido fue de 3.547 millones).

La rentabilidad sobre activos de estas entidades es del 0,35%, 5 puntos básicos más que el ejercicio anterior. El margen de intereses del sector ha caído un 3,8% en el año, en línea con el recorte registrado por el total activo.

La asociación explica que este descenso se enmarca en un contexto de tipos de interés en mínimos históricos. Por el contrario, los ingresos por comisiones netas aumentaron un 4,3%, hasta los 4.521 millones de euros, apoyados en el crecimiento de los productos fuera de balance. También crecieron los ingresos de la cartera de participadas, que experimentaron una recuperación del 34% en el año, hasta los 555 millones.

En el lado opuesto, se reducen los ingresos vía dividendos en un 6%, hasta los 377 millones, y los resultados por operaciones financieras en un 7,9%, hasta los 2.647 millones, debido a las menores plusvalías obtenidas por la venta de carteras de deuda pública.

También han reducido sus provisiones un 2,9%. El descenso se localiza en las pérdidas por deterioro de activos financieros (saneamientos de inversiones crediticias), que disminuyen un 10,8%, como consecuencia de la caída de la morosidad en más de 2,5 puntos porcentuales.

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