Abengoa logra dinero para pagar las nóminas de marzo
Por fin ha habido acuerdo. Después de más de un mes anunciándolo, los bancos del extinto G7 –Santander, Bankia, CaixaBank, Popular, HSBC y Crédit Agricole, pues Sabadell salió– han optado por ceder parte de las garantías de las que disponían por varios préstamos a las gestoras lideradas por Houlihan Lokey. Estas inyectarán dinero de emergencia en Abengoa para que el grupo pueda hacer frente a los pagos más acuciantes.
Abengoa recibirá una línea de liquidez de 137 millones de euros a un tipo de interés del 14,5%, más un interés de demora del 5%. Este dinero servirá para que pueda hacer frente obligaciones más inminentes con empleados, como el pago de las nóminas de marzo, y con suministros críticos.
El préstamo vencerá el 23 de septiembre de 2016 o, si se prorroga, 12 meses desde la fecha de
disposición. "En caso de que concurran determinadas circunstancias, los prestamistas cobrarán una comisión de vencimiento anticipado, una comisión de restructuración y una comisión de renovación", señala Abengoa a la CNMV.
Los prestamistas son Capital Partners, Arvo Investment, CCP Credit Acquisition, Company No. 2 Pty, Lajedosa Investments , Potter Netherlands Coöperatief, SPV Capital Funding Luxembourg, ciertos fondos gestionados por Attestor y otros gestionados por OHA.
A cambio los nuevos prestamistas se quedarán con una garantía de 14,3 millones de Abengoa Yield (el 14,3%), valoradas en unos Los bancos, que tenían pignorado a su favor el 25,5% del capital de la filial a cambio de dos créditos de 231 millones reducen su porcentaje en prenda a poco más del 11%.
Las entidades usaron como colateral el 8,2% del capital de Yield para el préstamo de 125 millones que concedieron en septiembre. Ahora este porcentaje servirá íntegramente como escudo para el préstamo de los bonistas. Por otra parte, la liquidez de 106 millones con el 17,3% en garantía requerirá un porcentaje menor, por lo que ceden unos cinco millones de títulos a los nuevos prestatarios.
Sin embargo, Abengoa otorgará un blindaje de segundo nivel a los préstamos de la banca. Utilizará las acciones pignoradas para asegurar, a través de una "prenda de segundo rango", a favor de los 231 millones que prestaron las entidades financieras.