El BCE reclama más reformas para apuntalar el crecimiento
El Banco Central Europeo (BCE) no puede generar “por sí solo” las condiciones necesarias para una recuperación sostenible del crecimiento de la zona euro, según ha indicado el representante francés en el consejo del banco central, Benoit Coeuré, quien ha realizado un llamamiento a abrir “un nuevo proceso de convergencia económica” en la eurozona.
“Las medidas que anunciamos el pasado 10 de marzo forman un paquete sustancial que da prioridad a los préstamos a los hogares y empresas, respaldando así a la economía”, afirmó Coeuré en un acto celebrado en París, donde, reconoció, sin embargo, que el BCE “no puede crear por sí solo las condiciones para una recuperación sostenible del crecimiento”.
El banquero francés reclamó un esfuerzo concertado en términos de políticas económicas y fiscales, incluyendo “ambiciosas reformas” que permitan elevar la productividad, mejorar el entorno de negocio, incluyendo las infraestructuras públicas, impulsando así la inversión y la creación de empleo.
En este sentido, Coeuré recomendó “a todos los países” que adopten unas estructuras fiscales “más favorables al crecimiento” y que redirijan el gasto público hacia la inversión, la educación y la investigación. “Nuestra política monetaria proporciona un contexto favorable para estas reformas”, añadió.
De este modo, Coeuré destacó la necesidad de “iniciar un nuevo proceso de convergencia económica”, relanzando los esfuerzos realizados por cada país de la eurozona antes de adoptar la moneda común.
“Tras su adopción (del euro) estos esfuerzos disminuyeron y, antes de la crisis, apreciamos divergencias en términos de inflación, costes laborales, balanza por cuenta corriente y PIB per capita”, señaló el banquero, quien considera que el abrupto ajuste durante la crisis “demostró el coste social y económico de esta divergencia”.
Así, el ejecutivo del BCE expresó la importancia de avanzar en la convergencia política como condición necesaria para lograr la convergencia económica, sugiriendo la posibilidad de establecer un calendario y una serie de objetivos a cumplir, que permitieran una integración fiscal más profunda, facilitando la creación de instrumentos fiscales comunes, cuya gestión podría ser confiada a un “tesoro de la eurozona responsable ante el Parlamento Europeo”.
“Para avanzar, es necesario redefinir un proyecto común. Pasarán muchos años para implementar este proyecto. Es cada vez más urgente para empezar a definirlo”, sentenció Coeuré.