Bruselas apercibe a España y exige que contenga el gasto autonómico
La Comisión Europea tiene previsto apercibir hoy formalmente a España por el serio riesgo de incumplimiento de los objetivos de déficit público en 2015 y 2016. Se trata del primer aviso de un expediente que podría concluir en sanciones si el Gobierno en funciones no acata la recomendación de Bruselas para cuadrar las cuentas lo antes posible.
El Gobierno español se ha escudado hasta ahora en su condición interina para evitar las advertencias de la CE sobre el incumplimiento de los objetivos de déficit y dilatar los ajustes que, según Bruselas, hacen falta para cuadrar las cuentas. Pero desde la reforma del Pacto de Estabilidad a raíz de la crisis, la Comisión dispone de un amplio arsenal disciplinario. Y ha decidido utilizarlo ya con España, tras dos meses y medio esperando la formación de un Gobierno.
El organismo europeo tiene previsto remitir hoy a Madrid un apercibimiento para reclamar que se aplique a rajatabla la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que permite al Gobierno español, incluso en funciones, imponer medidas de control de gasto a las comunidades autónomas. Fuentes de Hacienda aseguraron que ya están aplicando la normativa.
Bruselas ya había utilizado esta vía para pedir recortes a países remisos, como Francia y Eslovenia. La advertencia fijará un plazo para que España cumpla de la recomendación. El Gobierno deberá presentar también un informe detallado sobre el impacto presupuestario de las medidas adoptadas, para que la Comisión evalúe si permiten alcanzar o aproximarse los objetivos de déficit marcados, sobre todo, a nivel estructural.
España se comprometió a cerrar con un déficit del 4,2% en 2015 y del 2,8% en 2016. Y con un esfuerzo estructural de 0,8% y 1,2% respectivamente. Las previsiones de la Comisión, sin embargo, auguran un derrape de seis décimas en 2015 y de ocho décimas en 2016. En términos estructurales, según la Comisión, España no sólo no cumplió en 2015 sino que incluso se deterioró.
El apercibimiento a España no conlleva, de momento, amenaza de sanción. Pero su incumplimiento podría abrir el camino hacia otra recomendación con sanciones de hasta el 0,2% del PIB. El ministro español de Economía, Luis de Guindos, restó ayer importancia en Bruselas a la reprimenda en ciernes y aseguró que los objetivos se cumplirán “si España sigue creciendo por encima del 3%”.
Guindos destacó la mejora de numerosos indicadores, evolución reconocida ayer por la Comisión en el informe sobre desequilibrios económicos. Bruselas ya no los califica de excesivos como en años anteriores, calificativo que sigue colgando en los informes de Francia, Italia y Portugal.
El ministro español reconoció, sin embargo, que “la economía española sigue en una situación muy vulnerable”, y apuntó como principal riesgo el deterioro de la coyuntura a nivel mundial. En ese contexto de volatilidad, la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) revisó ayer a la baja su previsión de crecimiento para España. Estima que el PIBcrecerá un 2,7%, una décima menos que en la anterior previsión y tres menos que el crecimiento que contemplan Los Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de Mariano Rajoy.
Las turbulencias y el parón en la actividad mundial anularán, señala la organización, el impacto positivo del abaratamiento del crudo. Funcas indica que en la revisión a la baja no se ha considerado la incertidumbre política interna, sin embargo, avisa que supone “un factor de riesgo que podría traducirse en un crecimiento inferior al esperado”.