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Informe empresarial de Axesor

Fersa: la necesidad de impulsar un crecimiento significativo

Fersa es una empresa dedicada a la generación de energía eléctrica de fuentes íntegramente renovables, básicamente eólica. La compañía mantuvo en el último ejercicio una política de desinversiones fuera del entorno de la UE que le llevó el año pasado a vender sus instalaciones en países como India y Montenegro, con unas minusvalías muy elevadas. En consecuencia, el negocio se ha focalizado en España, que representa el 75,1% de los 185,2 megavatios de potencia instalada en explotación y el 88% de la producción registrada el año pasado. Estas ventas de cartera restan capacidad de ingresos y sitúa la liquidez en unos niveles ajustados para permitir un crecimiento significativo. El equipo de analistas de Axesor otorga a Fersa un rating no solicitado de BB- con tendencia estable.

Los parques en explotación de Fersa se distribuyen actualmente entre España (139,2 MW), Polonia (34 MW), donde el pasado mes de diciembre se puso en marcha el parque eólico de Postolin, y Francia (12 MW). La empresa tiene en fase de desarrollo un nuevo parque en Panamá, país donde también ha decidido deshacerse recientemente de una parte de sus derechos. Actualmente, la situación de la compañía es de posicionamiento competitivo bajo, con una capacidad de influencia limitada, tanto en el ámbito doméstico, como en el internacional. La sociedad, controlada por el grupo empresarial navarro Enhol, está cumpliendo su objetivo estratégico de reestructuración y reducción de endeudamiento con recurso, con la vista puesta en la recuperación del dividendo.

Esta estrategia ha devenido en la amortización anticipada total del tramo A de la deuda corporativa por un importe de 8,811 millones de euros; queda vivo el tramo B, de 4,6 millones de euros, cuyos títulos vencen el 31 de enero de 2017. La complicación surge del hecho de que esta reducción de endeudamiento ha venido apoyada por la venta progresiva de la cartera, lo que resta capacidad de ingresos a futuro. La venta de activos contribuye a mejorar la solvencia financiera, pero de la misma manera provoca una mayor concentración del negocio, al tiempo que los niveles de liquidez siguen siendo ajustados para permitir un crecimiento significativo de la actividad. Desde estas bases, la capacidad de crecimiento a futuro sobre la base de mantener los ratios actuales de endeudamiento queda comprometida.

La compañía argumenta que las desinversiones le han permitido no solo reducir la carga de la deuda corporativa, sino también financiar la puesta en marcha del parque polaco de Postolin, que viene a paliar parcialmente la pérdida de peso sufrida en la cartera internacional tras la venta de los activos en India y Montenegro. La sociedad cerró el año 2015 con un resultado atribuible que arroja unas pérdidas de 53,46 millones de euros, motivadas por las operaciones interrumpidas a consecuencia de las ventas de activos. El importe neto de la cifra de negocio se situó en 28,47 millones de euros, una mejora del 11,1% respecto a 2014, mientras que el beneficio bruto operativo llegó a los 17,72 millones de euros, un avance del 17,2% sobre el ejercicio anterior que el grupo atribuye fundamentalmente a la mejora del precio medio de mercado en España y a la aportación de la entrada en funcionamiento de Postolin. En cuanto a la deuda financiera neta, ésta también mejora, puesto que cerró el ejercicio 2015 en 144,23 millones de euros (-14%). La práctica totalidad de este volumen es deuda sin recurso, correspondiente a los project finances con los que se financian los parques y con un periodo de amortización de 12 a 15 años. El ratio de deuda financiera neta/Ebitda es de unas 8,1 veces. Pese a la mejora de las cifras de Ebitda, éste aún se mantiene en términos limitados, dado el escenario actual de gasto financiero con el que opera Fersa. Se mantiene, pues, la situación de dependencia de la financiación ajena y venta de activos en el desempeño de la compañía.

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