Una librería donde el lector decide cuánto quiere pagar
El 60% de los españoles lee, al menos, un libro al año, según la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España 2014-2015, realizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Alejandro de León quiso hace cuatro años aumentar esta cifra facilitando el acceso a la lectura, una actividad, según él, con un “impacto muy grande en la riqueza de las ciudades”. Fundó TuuuLibrería, una empresa que vende libros al precio que sus clientes quieran pagar. Empezaron con una tienda en la zona madrileña de Chamberí y en 2015 abrieron otra en el barrio Salamanca y han llegado a Barcelona.
El proyecto nació de una iniciativa similar de EE UU, The Book Thing, en la que profesores universitarios toman gratuitamente libros para poder desarrollar sus investigaciones. En TuuuLibrería el pago es imprescindible, aunque no hay un mínimo ni un máximo. “Intentamos que al menos todo el mundo done un euro por libro”, subraya De León. Así, el proyecto ingresó 9.450 euros en diciembre de 2015 (la última cifra disponible), una cuantía que multiplica por cuatro la de 2014. Su política es no pagar por los libros que luego venden: llegan a través de donaciones de particulares, editoriales, librerías y bibliotecas. De esta forma, los gastos se destinan al sueldo de los empleados y a la apertura de nuevos locales. “En cuanto todas las tiendas son sostenibles, abrimos una más”, subraya De León. De hecho, cuando consigan equiparar los gastos e ingresos de la sucursal de Barcelona, abrirán otra en la ciudad Condal, en Madrid, o puede que desembarquen en Bilbao. “A futuro nos encantaría irnos fuera”, confiesa.
Antes de llegar a este proyecto, De León trabajaba en el sector bancario, pero decidió que quería dedicarse al emprendimiento social, una actividad que tiene claro que debe ser rentable. Abandonó su trabajo y fundó una ONG, dentro de la cual creó TuuuLibrería y MiCrowd, un proyecto que busca conectar a “inversores españoles con prestatarias en Nicaragua”. Tres años después, quiso darles un impulso económico a las iniciativas y creó Anima Ventures, una empresa a medio camino entre una incubadora y un fondo de inversión. De León descubrió una oportunidad en el emprendimiento social, pues casi no existían fondos centrados en temas sociales, y creó el suyo, para proyectos “que mejoren la vida de las personas”. Aunque asegura que no son un fondo al uso, pues se involucran “mucho en el día a día de los proyecto”.
Casi un año después de que Anima Ventures comenzara a funcionar, ya tienen tres proyectos más –Wobybi, Wonowo e Invisible Talent. En cada uno de ellos han invertido, hasta ahora, entre 50.000 y 100.000 euros.