Abengoa retrasa el pago de la nómina de febrero
Las batallas en Abengoa se libran en varios campos. La familia Benjumea, con Felipe a la cabeza, se pelea con la actual presidencia, con los asesores, con los bancos del G7 –Santander, Bankia, CaixaBank, Popular, Sabadell, HSBC y Crédit Agricole– y con los bonistas de Houlihan Lokey.
Las entidades financieras están divididas sobre la conveniencia de evitar el concurso de acreedores. Los bonistas, por su parte, reclaman a los bancos una parte del 25,5% de Atlantica Yield que tienen como colateral de créditos por 231 millones de euros. Exigen un porcentaje de esa garantía para inyectar la liquidez necesaria para pagar las nóminas de febrero. Fuentes conocedoras de la negociación dan por hecho que los alrededor de 24.000 empleados de Abengoa, de los que unos 5.000 están en España, no recibirán sus pagas de febrero a tiempo.
Una entidad con gran peso en el comité negociador se niega en redondo a compartir el colateral que solicitan los propietarios de deuda cotizada –por un nominal superior a los 1.500 millones de euros– y aboga por la vía de la tutela judicial para resolver el conflicto. Eso sí, enfrente está Santander, uno de los bancos partidarios de buscar una solución antes de apretar el botón del concurso.
El grupo asegura que el plan de viabilidad permitirá a Abengoa anotarse un beneficio bruto de explotación (ebitda) de alrededor de 250 millones de euros en 2020. Para entonces, el flujo de caja libre debe situarse en el entorno de los 700 millones de euros al año, y entre 2017 y dicho ejercicio el grupo de ingeniería espera generar una liquidez de alrededor de 1.000 millones de euros. El descenso en el beneficio bruto de explotación sería en todo caso muy abultado respecto a las cifras reportadas hasta ahora. El ebitda de Abengoa en 2014 fue de1.408 millones –la previsión a 2020 es un 82% inferior– y en 2013, de 1.365. Entre enero y septiembre de 2015 logró 891 millones.
Una de las dudas suscitadas en torno al plan de negocio está en los márgenes que obtendrá la compañía una vez ejecutado el plan de reestructuración. Alvarez & Marsal calcula que logrará transformar en ebitda entre 8,7 y 14 euros de cada 100 que ingrese. Esta horquilla contrasta con los 18,3 euros que la compañía transformó en beneficio bruto de explotación por cada 100 en los nueve primeros meses de 2015, y los 19,7 de 2014.
Al margen de las necesidades inmediatas de efectivo para afrontar los pagos de la plantilla, Abengoa requiere más de 1.100 millones de euros en dinero contante y sonante entre este ejercicio (826 millones) y el próximo (304) para poner en marcha el plan. Los bonistas, entre los que están BlackRock, AIG, Invesco, D.E. Shaw, Varde, Centerbridge y Elliott, capitaneados por Houlihan Lokey, están dispuestos a aportar en torno a 1.000 millones, como publicó CincoDías el 24 de enero. Pero sus exigencias tienen varios asteriscos que, de momento, son líneas rojas para las entidades del G7. Al menos en la liquidez de emergencia piden un interés del 15% anual más un 10% a vencimiento, y por aportar el efectivo para poner en marcha el plan industrial quieren quedarse con alrededor del 70% del capital de la compañía. Exigen además que los bancos del G7 pongan a disposición de Abengoa avales técnicos por unos 800 millones entre este y el próximo ejercicio. En un principio, los dueños de la deuda cotizada se mostraron partidarios de hacerse cargo de esa parte también, pero en las últimas reuniones han reculado.
Una mayoría de los bancos se niega a entregar el 70% de la compañía reestructurada a los bonistas y también a dar los avales. Las aseguradoras, a las que también se los han pedido, ya han dado una negativa rotunda. Santander es el único que, por ahora, se muestra abierto a conceder estos avales.
Mientras, Felipe Benjumea, expresidente desde septiembre, pero que en la práctica sigue teniendo un gran control sobre las decisiones del grupo, exige que Inversión Corporativa se quede con un 12,5% del capital en una primera fase de la reestructuración y solicita recuperar un 17,5% adicional si Abengoa cumple el plan de negocio. Ni bancos ni bonistas están dispuestos a pasar por esa petición. La empresa, además, habría solicitado a los proveedores y subcontratistas una quita de hasta el 60% de partida.
Felipe Benjumea será acusado de más delitos
La plataforma de perjudicados por Abengoa (www.perjudicadosabengoa.es) que ya cuenta con unas 400 personas en proceso de adhesión, liderada por los despachos Izquierdo Asociados, capitaneado por Felipe Izquierdo, e Ius+Aequitas, ampliarán la demanda en las próximas horas contra el expresidente Felipe Benjumea y al ex consejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, de falsedad documental –por información incierta enviada a la CNMV– y adopción de acuerdos abusivos, por las indemnizaciones y por los “sueldos escandalosos” que cobraban. Pedirán que se sumen estos cargos a los de administración desleal, para ambos, y de uso de información privilegiada, en el caso de Sánchez Ortega. Felipe Izquierdo sentencia que “en el consejo de Abengoa hay muchos condes y marqueses pero pocos nobles”. La Audiencia Nacional instruye la querella contra ambos.