Nueve claves para invertir en Arco con éxito
Arco 2016 será mi quinto año consecutivo en el que acudo a la feria con intención de invertir. Digo con intención de... porque algún año me retiré con las manos vacías, algo a tener muy en cuenta si tu plan de acción es solo invertir con criterio. Pero me alejo del tema principal. ¿Cómo un tipo como yo, con escasos conocimientos del negocio del arte, acude a Arco, invierte y logra que sus adquisiciones se revaloricen casi siempre? Voy a desvelarte las sencillas reglas que aplico a la hora de enfrentarme a Arco.
1. Arco no es lugar para niños. Si vas a la feria con intención de invertir solo a golpe de talonario te auguro un fracaso rotundo. Arco es demasiado grande y complejo para perderte en sus pasillos, así que planifica tu visita con antelación. Marca los seis o siete artistas que tienes que visitar sí o sí. Descárgate el plano de Arco, busca en el listado de expositores la ubicación de tus ineludibles y programa tu recorrido. Cuando hayas cumplido con todos tus artistas, disfruta de la feria, piérdete. Antes no.
2. No te fíes de tu gusto. De arte entienden muy pocas personas. De invertir en arte, aún menos. Si te fías únicamente de tu criterio, vas a fracasar. Si tu intención es invertir, asesórate. Existe una figura que se llama art advisor que te puede ayudar. Pero cuidado, bajo este nombre se esconden muchos expertos que saben menos que tú.
3. Contacta con First collector. Desde hace unos años, Ifema, de la mano de la Fundación Banco Santander, pone un servicio gratuito que te ayudará a desmadejar la madeja de Arco. Son muy buenos.
4. No compres una obra que no te gusta. El arte necesita de un aprendizaje visual. Hay artistas como Bacon que jamás habría puesto en una pared y hoy mataría por hacerlo. Pero, cuidado, hay otros que jamás te gustarán. Déjate asesorar pero recuerda que convivirás con la pieza durante mucho tiempo.
5. Utiliza internet para saber más. Internet te ofrece una gran cantidad de datos sobre los artistas. Existen algunas técnicas sencillísimas que quizás desconozcas y que te pueden ayudar a saber más sobre el autor.
l Ranking Alexa. Si el artista tiene web, te da información sobre el número de visitas que tiene y te facilita un ranking:www.alexa.com.
l Page Rank. Te indica, de 1 a 10, la importancia o relevancia de la web del artista.
l Google. Si escribes en Google el nombre entrecomillado de un artista te aparecerá bajo el buscador el número de visitas que coincidan con ese término. Ojo: suele haber dos con el mismo nombre.
Estos tres sistemas tienen muchos errores y muchos críticos pero ayudan a investigar.
6. Las redes sociales dicen mucho. No todos los artistas las utilizan pero cada vez es más difícil prescindir de ellas. Céntrate en dos: Facebook e Instagram. Lo primero: mira su número de seguidores. Lo segundo y mucho más importante: analiza el número de interacciones de sus publicaciones (número de likes, publicaciones y comentarios). Hay artistas desconocidos que tienen una legión de seguidores manifestándose en sus redes sociales.
7. Aléjate de los jóvenes triunfadores del año pasado. O lo que es lo mismo, investiga en internet quiénes fueron las sorpresas de la última edición de Arco y Estampa. Mi recomendación: no pongas el ojo en ellos. Suelen estar sobrevaloradísimas.
8. Marca un presupuesto máximo y comprométete a no sobrepasarlo jamás. Aun así, lo sobrepasarás, pero tendrás una medida psicológica que te impedirá meter la pata hasta el fondo.
9. Regatea. Es el punto más heterodoxo de todos. Aunque no lo creas, en las ferias de arte más prestigiosas del mundo se regatea. La clave está en saber cómo hacerlo. El método que utilizo es sencillo y se debe hacer siempre el último día de feria. Una vez localizada la obra, habla con el responsable de la galería. Muéstrale interés por la pieza y dile que se te va completamente de precio, cosa que es verdad. Las galerías están dispuestas a negociar pero no a la primera y de cualquier forma.
Regresa ese mismo día por la tarde, antes de que cierre. Los galeristas no quieren regresar con las obras. Lanza una oferta y espera. Generalmente descuelgan el teléfono y hablan directamente con el artista. Y, ¡eureka!, muchas veces te llevas el gato al agua. Hándicap: es posible que vuelvas y la obra esté ya vendida... pero, créeme, muchas menos de las que crees.
Pepe Gómez Larraz es Fundador del portal de arte www.minimae.com