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Varsovia obliga a matizar el plan que discrimina a los inmigrantes

Polonia amarga la cumbre del Brexit a Cameron

El primer ministro británico, David Cameron, bebe un vaso de agua durante una reunión celebrada en la segunda jornada de la Cumbre Europea en Bruselas, a fin de asegurar su permanencia en el club comunitario de cara al referéndum británico.
El primer ministro británico, David Cameron, bebe un vaso de agua durante una reunión celebrada en la segunda jornada de la Cumbre Europea en Bruselas, a fin de asegurar su permanencia en el club comunitario de cara al referéndum británico. EFE

Polonia se cruzó este viernes en el camino triunfal de David Cameron, que confiaba en imponer sin demasiadas objeciones su plan para recortar los complementos salariales de los trabajadores inmigrantes durante sus primeros cuatro años de contrato en el Reino Unido. El rechazo polaco, secundado por Hungría, República Checa y Eslovaquia, obligó a prolongar la cumbre europea mucho más de lo previsto e impidió que el primer ministro británico regresara hoy por la tarde a Londres para celebrar un Consejo de Ministros extraordinario y convocar el referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la UE.

La furibunda reacción de la primera ministra polaca, Beata Szydlo, sorprendió a Cameron y a sus principales aliados, la canciller alemana, Angela Merkel, y los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker.

Szydlo mantuvo el jueves, durante la primera jornada de la cumbre, una posición aparentemente favorable al acuerdo. Pero hoy por la mañana, en la que debía ser la última ronda de consultas bilaterales, exigió garantías precisas de que la discriminación laboral planteada por Cameron no se aplicará con efectos retroactivos ni se podrá extender a otro tipo de ayudas más allá de las que reciben los trabajadores por cada hijo.

“Nadie se esperaba el repentino activismo de Polonia”, aseguraban fuentes de las instituciones europeas. La táctica trajo a la memoria los tiempos en los que los hermanos Kaczynski gobernaban en Varsovia, cuando más de una vez la delegación polaca en Bruselas endurecía repentinamente su posición en función de las consignas que recibieran de la capital.

Szydlo pertenece al mismo partido, Derecho y Libertad, y su mentor, Jaroslaw Kaczynski, sigue dirigiendo esa formación.

Fuentes europeas reconocían, sin embargo, que en esta ocasión la actitud de Polonia parece comprensible, porque se quiere introducir en la legislación europea un principio que permitiría discriminar a sus ciudadanos y no solo en el Reino Unido.

Varsovia cuenta, además, con el apoyo beligerante de otros países del Este, cuyos emigrantes también podrían verse perjudicados en el resto de la UE. Ninguno de ellos olvida que los conservadores británicos llegaron a plantear que se prohibiera emigrar a los ciudadanos procedentes de países cuyo PIB per cápita se encuentre por debajo del 70% de la media de la UE, un umbral que algunos socios ingresados en 2004 no han superado todavía, como Polonia o Hungría(68%). Incluso Grecia podría quedarse por debajo si continúa su caída, tras pasar del 95% al comienzo de la crisis del euro en 2010 al 73% en 2014 (último dato de Eurostat).

Cameron no ha lleagdo a plantear esa exigencia, pero ha logrado que se permita a Londres cancelar o recortar los complementos salariales de los inmigrantes europeos durante sus primeros cuatro años de contrato en Reino Unido. Bruselas también acepta que las ayudas familiares se ajusten al país de origen del trabajador, si sus hijos se han quedado allí como residentes.

La primera medida solo se aplicará en caso de flujo masivo de emigrantes, una condición que, según la Comisión, ya se cumple en el caso del Reino Unido aunque Bruselas no ha aportado ningún dato que lo demuestre. Cameron quería mantener esa medida disuasoria durante 13 años, pero la UE prefiere limitarlo a un plazo de siete.

La indización de las ayudas familiares (20,70 libras a la semana por el primer hijo y 13,70 por cada uno de los restantes) se introducirá, previsiblemente con un período transitorio de unos dos años. Cameron pretendía que la indexación fuera inmediata, pero Polonia se ha resistido.

Londres reconoce que la factura de esas ayudas a niños en el extranjero es escasa (unos 30 millones de libras). Y tal vez le salga más cara, en sanidad y educación, si los emigrantes polacos optan por llevarse al Reino Unido a todos sus hijos. Pero Cameron confía en que el recorte le ayude a ganar en junio su referéndum sobre la UE.

 

2.120 españoles entre los posibles afectados

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha pasado de puntillas por la cumbre europea de este jueves y viernes, más pendiente de su futuro político que del acuerdo para ayudar a Cameron a ganar su referéndum sobre la continuidad del Reino Unido en la UE. La delegación española se resignó a un acuerdo que permitirá discriminar a los trabajadores europeos en el Reino Unido. Pero se conformó con exigir que esa discriminación sea temporal. El Gobierno, además, minimiza el impacto que la medida tendrá entre los trabajadores españoles que a partir de ahora desarrollen su vida laboral en las islas británicas.

El recorte de ayudas solo afecta a los salarios más bajos, una categoría en la que, según el Gobierno español, apenas se encuentran en la actualidd 2.120 de los 200.000 españoles que residen en el Reino Unido.

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