¿Rebotará el Ibex? Cinco motivos para no fiarse
Las Bolsas han virado hacia un comportamiento más positivo en las últimas sesiones que se ha visto truncado en los últimos minutos de negociación. Desde el pasado viernes, el Ibex gana un 7% y se acerca poco a poco a los 8.500 puntos. Sin emabrgo, no está claro si los avances tienen fundamento o son un mero rebote técnico. Aquí van algunas claves.
1. Repunte del petróleo... pero ojo
El alza en el precio del petróleo está de vuelta. Tras acumular una caída del 25% en el año que llevó al crudo por debajo de los 30 dólares, concretamente, a los 27,88 para el barril de Brent, en apenas tres días se ha disparado y cotiza ya por encima de los 35. El motivo de la subida no es otro que un alto al fuego en la guerra de precios de la OPEP, precisamente el escenario clave que ocasionó, a mediados de 2014, el desplome del oro negro desde máximos de 115 dólares.
La OPEP, inició una batalla por recuperar su cuota de mercado a través de incrementar a niveles desorbitados las exportaciones de petróleo con el objetivo de expulsar a los productores menos eficientes, en concreto el fracking de EE UU. Pero la situación se ha vuelto insostenible. Los países productores se encuentran en una posición terriblemente comprometida y sus economías dañadas, lo que llevó a los Arabia Saudí a firmar con Rusia, país ajeno al cártel, un pacto para congelar sus niveles de producción en el que es el primer acuerdo entre miembros y ajenos a la OPEP en 15 años.
Pero el petróleo recibió el verdadero impulso ayer, cuando el ministro del Petróleo de Irán, Bijan Zangeneh, tras una cita con su homólogo venezolano, catarí e iraquí; informó a la prensa local de que el pacto era bien recibido por su país. La adhesión de Irán resulta imprescindible, toda vez que la congelación de sus niveles de producción implicaría frenar el que se espera que sea el mayor incremento a las exportaciones de petróleo. Pese a que el ministro esperará a ver el impacto del acuerdo en el mercado antes de comprometerse, los inversores acogieron la noticia con fuertes compras y el precio del Brent se disparó por encima del 7% en una sesión.
Pero poco ha cambiado en el mercado del petróleo. Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía, la oferta real de oro negro podría ser aún mayor que lo estimado. Con un exceso aproximado de un millón de barriles al día en relación a la demanda, los stocks de los países productores se encuentran en niveles de máximos históricos y congelar la producción en los niveles actuales no será suficiente, según los expertos, para aliviar la tensión. Además, el acuerdo únicamente será viable si todos los países de la OPEP se adhieren a él, e Irán ha hecho hincapié en que quiere llevar su nivel de producción a los niveles previos a que se le impusieran las sanciones comerciales con motivo de su programa nuclear.
2. La ralentización económica, ¿amenaza real?
Las dudas acerca de la evolución económica internacional han arreciado en las últimas semanas, con la mirada puesta en la evolución de la economía china y del precio del petróleo. El último en hacer saltar la voz de alarma ha sido la OCDE. En su último informe, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo ha recortado las previsiones globales de crecimiento, del 3,3% al 3%. “Los riesgos a la estabilidad financiera internacional son sustanciales”, asegura la organización.
En realidad, Brasil es por ahora la única de las grandes economías que se encuentra en recesión, aunque se va haciendo cada vez más profunda y prolongada de lo que se preveía. Sin embargo, el precio del petróleo y, sobre todo, China, han hecho que se enciendan las alarmas. Porque China preocupa desde antes de que se supiera que el PIB se frenó en 2015 al ritmo más bajo de los últimos 25 años, tras crecer un 6,9%. Y además de eso, se han sucedido varios datos preocupantes como el PMI industrial o los problemas del Gobierno para mantener a su divisa un nivel aceptable.
Su Bolsa ha sufrido constantes altibajos, que han obligado al regulador a tomar la decisión de detener las cotizaciones. El país, a nadie se le escapa, sufre un problema de deuda, con buena parte de las grandes compañías con notables niveles de apalancamiento gracias a los bajísimos tipos con los que ha operado un sector bancario con un funcionamiento menos regulado que el de la Zona Euro.
3. Resultados empresariales
La temporada de presentación de resultados en España y en EE UU avanza y, hasta ahora, el saldo es bastante positivo, aunque con claroscuros.
En Wall Street, el conjunto de las empresas del S&P 500 se encaminan a la mayor bajada de beneficios desde 2009. Tratando de dar una lectura más positiva, los analistas tratan de ver qué parte de la bajada corresponde a un hecho coyuntural (bajón del precio del petróleo) y qué parte a una caída orgánica. La conclusión es que, excluido el efecto del crudo especialmente en las empresas energéticas, el resultado mejora mucho. En general, de las 404 empresas del S&P que han presentado resultados de 2015, los beneficios conjuntos han bajado un 4,9%. Si se quita el efecto petróleo, el beneficio sube un 1,2%, según datos recopilados por Bloomberg. Además, el 80% de las empresas “lo está haciendo bien”, aseguran los analistas consultados por la agencia... El mercado, opinan "está infravalorando el potencial de las empresas estadounidenses", comenta un gestor de Federated Global Investments.
En España, de las 35 empresas del Ibex, 10 han presentado ya sus cifras del cierre de 2015. Entre ellos, casi todo el sector financiero y algunas industriales como ArcelorMittal. En el caso español, los resultados han estado en línea o algo inferior a la media de las previsiones de Bloomberg, en muchos casos por provisiones extraordinarias de las entidades financieras.
4. Caídas recientes
Las Bolsas se han isntalado en una creciente ola de volatilidad creciente. Todos los grandes mercados del continente acumulan retrocesos desde que dio comienzo el ejercicio, unas caídas lideradas por el FTSE Mib de Milán, el Ibex 35 y el DAX y que en el caso del Eurostoxx alcanzan al 10% de su valor.
La desconfianza hacia el sector bancario no se ha disipado. Es este, de hecho el sector que peor se comporta dentro del Ibex 35, con una caída del 19,6%. Solo el de materias primas, de hecho, acumula alzas en 2016 (+0,07%).
No son pocos los analistas, por contra, que optan por recomendar la entrada en Bolsa si se tiene la mirada puesta en el largo plazo debido a los bajos precios existentes. Porque estos retrocesos, estiman desde Link Securities, "se están produciendo en un momento en el que las expectativas de resultados de las compañías son mucho mejores y sus balances se encuentran muy saneados". Es decir, la casa de análisis cree "que hay grandes oportunidades en el sector para los inversores a largo plazo".
5. Efectos de una guerra de divisas
Con el foco puesto en los mercados emergentes, la posibilidad de una guerra de divisas está latente. En primer lugar, el yuan. Si el verano pasado y a comienzos de 2016 la devaluación de la moneda china generó una sacudida en todos los mercados, la estabilización que se ha vivido desde entonces ha tranquilizado a los inversores.
El efecto a la baja se trasladó a otros mercados emergentes: además de la debilidad del yuan, el miedo a la debilidad económica y la crisis del petróleo provocaron caídas en las monedas de países latinoamericanos y asiáticos.
A medida que esta situación se mantiene, y con el efecto distorsionador de tipos cero en Europa, Estados Unidos y Japón, los bancos centrales en los mercados emergentes han comenzado a alertar de los riesgos. Poco a poco, comienza a surgir preocupación de por parte de los bancos centrales por las debilidad excesiva de su moneda, que acentúa la fuga de capitales y la inflación.
El fortalecimiento del yen, además, preocupa a buena parte de gobernadores y analistas y a empresas exportadoras, que temen los efectos de que sus productos salgan más caros. Tanto es así, que el Gobierno de Japón propuso recientemente un debate a nivel global para adoptar medidas que estabilicen los tipos de cambio.