_
_
_
_
_

Como llegar del rizo al "risotto".

El presidente del BCE, Mario Draghi, en su comparecencia de ayer ante el Parlamento Europeo admitió que la actividad es más débil de lo esperado y que las turbulencias en los mercados financieros se han intensificado. Por ello ha adelantado que está “preparado para actuar” y ello se verá pronto ya que el Consejo de Gobierno del BCE, que preside, “revisará y posiblemente reconsiderará la posición de la política monetaria a principios de marzo”.

La ralentización de los países emergentes, las perspectivas de la economía mundial y la alta volatilidad siguen generando incertidumbre por lo que no ha faltado una defensa de la solidez del sector bancario europeo, en ojo del huracán en las últimas semanas. Pero quitando todo el ruido a las declaraciones, la verdad es que lo único que ha pasado es que no ha funcionado el ensayo de "normalización" de diciembre. Así que hay que retrasarla.

Más estímulos

Draghi no ha querido concretar en qué tipo de estímulos, de “la variedad de instrumentos” que disponen, están trabajando aunque podría aumentar de nuevo el límite de compras mensuales de activos financieros (actualmente en los 60.000 millones de euros/mes) o bien prorrogar (ya vemos el escaso éxito que tuvo esta medida en diciembre) una vez más el programa de compra que finaliza en marzo de 2017.

En una reedición de los "conjuros" a los que es tan aficionado indicó que “El BCE está listo para hacer su parte” a lo que hubo de añadir (los antiguos conjuros tiene eso, se van volviendo cada vez más débiles) “pero todos los demás agentes económicos deben hacer la suya”. ¿A que se refería con esto último? A que los gobiernos nacionales deben hacer su parte, que no todo puede ser Política Monetaria. Ello se traduce en que quiere más inversión pública (más infraestructuras) y bajar los impuestos.

Ello coincidió con la publicación de un documento programático de 98 páginas por parte del líder de "Podemos", Pablo Iglesias, en el que hace también especial énfasis en el desarrollo de medidas económicas para combatir la desigualdad y revertir los recortes sociales así como propuestas concretas para la creación de puestos de trabajo: Aumento del gasto público (96.000 millones de €), el incumplimiento de los objetivos de déficit púbico establecidos por la Comisión Europea y una reforma que "aumente la capacidad recaudatoria del Estado y su progresividad" (eufemismo de subida de impuestos) e iniciativas para luchar contra la corrupción (con algo tan inútil como contrario a su objetivo como la creación de una secretaria de Estado de "lucha contra la corrupción y crimen organizado").

Curiosamente, nadie proponía menos gasto y eso que la "austeridad" es la palabra en la que todos pivotan. Uno proponía más gasto pero menos impuestos y otro más gastos y más impuestos. Dejo en sus manos la consideración de cual de las dos propuestas es (a priori) más ortodoxa. Y recuerden, la ortodoxia no es un monopolio de unos cuantos.

Los tres más.

En resumen, Draghi nos vino a decir que se necesitan "tres más" (como las absurdas tres flechas del Abenomics):

(1) más medidas de estímulo monetario

(2) más “contribuciones” desde todas las áreas políticas: “cada vez parece más claro que las políticas fiscales deberían apoyar la recuperación económica a través de la inversión pública y una tributación más baja

pero, para no perder la costumbre y los artificios del antiguo conjuro, no faltaron las menciones a la necesidad de las consabidas (3) más "reformas estructurales".

Estas dos palabras siempre han dado un caché especial a todo conjuro. No importa lo que signifiquen, o que signifiquen cosas distintas a cada uno de los que las pronuncian; deben estar siempre en todo guiso, como el perejil. No importa que sea de plástico, tela o papel (no se va comer nunca, es puramente decorativo) solo que el "perejil" tenga la forma y el color del real. Que quede vienen la foto para el libro de recetas es vital. Total, después de hacer el libro, nadie va a hacer ningún plato con él, acabará almacenando polvo en la estantería de libros inútiles o se regalará con la edición dominical de cualquier periódico de relumbrón. La cocina "de autor" esta en auge y ayuda a vender.

Prueba de todo ello es que las bolsas europeas (Wall Street estaba cerrado) registraron fuertes subidas ayer. El IBEX recupera la cota de los 8.000 puntos, al crecer el 3,26% y cerrar en 8.179 puntos. El CAC-40 parisino repuntó un 3%, el DAX de Fráncfort un 2,6% y Londres, cerca del 2%. Por último, el índice MIB de Milán, el más castigado la semana pasada, ha avanzado casi el 3,2%.

Se produce así un curioso rizo: el comensal del plato forma parte también del plato (una especie de autocanibalismo) ya que este optimismo "pret a porte" bursátil es también un ingrediente imprescindible de todo este guiso "renacentista". Una especie de risotto (valga el juego de palabras) "alla borsa" hecho de los deseos y el "cuerpo" de los mismos comensales que se auto-engullen en la fiesta.

Y la población despistada, votando (en todas partes) con malas consejeras: la ofuscación, la ceguera y la rabia.

¡¡Que curioso!!. También me ha salido un trio. ¿No serán esas, sin saberlo, el único resultado que producen la extrañas combinaciones de "flechas" que vienen haciendo las autoridades desde el inicio de la crisis?.

Archivado En

_
_