La banca española pierde más de 35.100 millones de capitalización en 2016
El freno en la economía a nivel global, los bajos tipos de interés que merman la rentabilidad de la banca, la excesiva regulación o los resultados de algunas entidades europeas han hecho saltar las alarmas acerca de la situación en la que se encuentran algunos bancos de la zona euro.
Pese a esos fantasmas, los expertos creen que las preocupaciones por la banca europea son “exageradas”, ya que su situación es ahora muy distinta a la que había en 2008.
Una opinión que comparte el Eurogrupo, que esta misma semana ha mandado un mensaje de calma ante las turbulencias que han agitado a la banca en Bolsa, al mostrar su confianza en la fortaleza del sector.
Desde España, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, ha defendido que la evolución tan negativa que sufre la banca española en Bolsa “no tiene que ver” con su situación, ya que el sector “ha hecho sus deberes”, no tiene problemas de liquidez y cuenta con una rentabilidad creciente.
“Lo que nos gustaría es que los mercados distinguieran más entre los bancos que han hecho sus deberes y aquellos que todavía pueden tener tareas pendientes”, dijo Roldán en declaraciones a Efe, en las que añadió que aunque la banca europea también ha hecho progresos, éstos han sido desiguales en los distintos países.
Pese a la defensa que se ha hecho de la banca europea, las dudas sobre algunas entidades se ha contagiado al sector financiero nacional, que es uno de los más perjudicados en Bolsa desde el principio de año.
No obstante, las mayores pérdidas se han registrado esta semana, cuando se abrió “la caja de pandora” al conocer que el mayor banco de Alemania, Deutsche Bank, registró en 2015, unas pérdidas récord de 6.800 millones.
Aunque tanto el Gobierno alemán como la propia entidad intentaron convencer a los inversores de la solvencia del banco, el mercado castigó su cotización.
Para tranquilizar a los inversores, Deutsche Bank aseguró que es un banco solvente y que tiene suficiente liquidez para pagar este año los intereses de títulos de deuda convertible (CoCos) emitidos en 2014.
Incluso, ha informado de que quiere recomprar deuda no garantizada, bonos sénior, por un volumen de 3.000 millones.
A los problemas de Deutsche Bank se han unido esta semana las dudas que ha despertado el banco francés Societé Génerale, que aunque anunció un beneficio de 4.001 millones, un 49 % más, el hecho de no confirmar su objetivo del 10 % de rentabilidad sobre sus fondos propios para 2016 desanimó a los inversores.
Italia también se encuentra en el foco de la preocupación ante la situación de su sistema financiero, que cuenta con una importante cantidad de créditos morosos.
Pese a que el Gobierno italiano acaba de empezar a poner en marcha el “banco malo” para aliviar al sector de su morosidad, la banca ha registrado fuertes pérdidas en Bolsa esta semana.
Así, entidades como Banco Popolare o Ubi Banca, registran pérdidas de más del 40 % en 2016.
El alemán Deutsche Bank también se deja desde que empezó el año más del 32 %, mientras que Societé Génerale ha perdido más de 11.000 millones de capitalización.
En el caso de la banca española, pese a que dio a conocer resultados anuales positivos hace ya algunas semanas, su capitalización también se ha visto mermada en lo que llevamos de 2016.
En conjunto, las entidades que cotizan en el IBEX 35 -Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Bankinter, y Popular- han perdido 35.141 millones de capitalización.
Además, en lo que va de año, el Banco Popular ha perdido más del 30 % del valor de sus acciones; Bankia, el 31,09 %, mientras que Santander acumula una caída del 22,62 %; BBVA, del 17,30 %; CaixaBank, del 22,99 %; Sabadell, del 13,52 %; Bankinter, del 10,67 %.