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Miguel Ángel Gayubo, presidente de la Ruta del Vino de la Ribera del Duero

“Queremos atraer turistas con un poder adquisitivo alto”

La ruta se propone captar nuevos asociados en 2016 y poner en marcha una web donde las bodegas de la comarca puedan ofrecer sus productos.

Miguel Ángel Gayubo, presidente de la Ruta del Vino de la Ribera del Duero.
Miguel Ángel Gayubo, presidente de la Ruta del Vino de la Ribera del Duero.

Lleva en el cargo poco más de seis meses y se nota su entusiasmo. Miguel Ángel Gayubo no es ajeno al mundo del vino: regenta una bodega y fue uno de los fundadores de la Ruta del Vino de la Ribera del Duero.

Pregunta. La Ruta del Vino de la Ribera del Duero cumple 10 años. ¿Cuál es su balance?

Respuesta. Muy positivo. En su día nos acogimos a un plan de dinamización, que ya acabó, pero la ruta sigue viva. Y hemos detectado algo muy importante: la ilusión que este proyecto está generando en mucha gente.

“Quizá no hemos sabido transmitir la importancia de lo que tenemos en esta tierra”

P. ¿Qué proponen para 2016?

R. Queremos captar nuevos asociados y adheridos porque ello está muy vinculado a la integración del territorio y porque un buen asociado es siempre un buen embajador. Estamos bajo el paraguas del vino Ribera del Duero, conocido por su calidad, y no podemos dejar de ofrecer calidad a nivel turístico. Vamos a hacer un esfuerzo promocional y estamos trabajando en una nueva página web para comercializar las ofertas de cada establecimiento. Otra novedad que vamos a poner en marcha es el bus del vino.

P. ¿Sabe venderse Castilla y León desde el punto de vista turístico?

R. Es posible que no sepamos valorar lo que tenemos. Hay que empezar desde abajo para que la gente crea que la iglesia de su pueblo es bonita no porque venga alguien de Madrid y se lo diga, sino porque es un románico excepcional.

P. ¿Cuántas visitas esperan este año?

R. En 2014 las bodegas de la ruta recibieron 187.000 visitantes. Creo que nos queda mucho campo. Queremos conseguir que la ruta sea un recurso económico para los pueblos que forman parte de ella, que, por otro lado, es el único que tienen. No hemos fijado cifras, nuestro objetivo es ofrecer calidad y atraer turistas con un poder adquisitivo alto, aunque no olvidamos al que no tiene demasiados recursos.

P. ¿Van a hacer promoción en el extranjero?

R. Estamos empezando a trabajar para captar turismo internacional, sobre todo estadounidense, porque hemos visto que valora mucho el enoturismo en Ribera del Duero; vienen a probar el vino y se sorprenden cuando se encuentran con que el pueblo donde está la bodega tiene un patrimonio excepcional. Este año y el que viene veremos que el número de visitantes de otros países va a subir.

P. ¿Qué impacto económico tiene la ruta en los pueblos que la componen?

R. Hay un antes y un después. Por un lado, los ayuntamientos quieren incorporarse, pero sobre todo hemos constatado que se ha frenado, en parte, la despoblación, y esto es muy importante. Se está creando riqueza en los pueblos a través de las casas de turismo rural, que son la única fuente de ingresos que tienen muchos pueblos en la zona, la mayoría muy pequeños, algunos no alcanzan los 50 habitantes. Hay algunos que con 80 habitantes tienen dos restaurantes, dos bodegas y dos casas rurales, o complejos con bodega, spa, restaurante... Y en muchos casos, lo ha hecho gente joven que ha vuelto a su pueblo o que ha continuado con el negocio familiar. Creo que hoy, a nivel económico, no hay nada mejor que podamos hacer.

P. ¿Se ha estabilizado el precio del vino de Ribera?

R. La calidad ha ido subiendo, los precios se han mantenido y las cifras dicen que no vamos mal. Creo que hemos llegado a un punto en el que la regulación es buena, gana el viticultor, gana la bodega... El mundo del vino ha fijado población; hoy la viña es rentable, antes había un desequilibrio. Se han ajustado la producción y las ventas y se ha estabilizado el precio del vino.

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