Italia acelera la fusión de bancos tras el acuerdo para un rescate blando
El ministro italiano de Economía, Pier Carlo Padoan, inició ayer mismo los contactos con la banca de su país para acelerar las posibles fusiones que requerirá el saneamiento del sector. Las reuniones tuvieron lugar solo unas horas después de que Padoan lograse el visto bueno de la Comisión Europea para un rescate bancario con condiciones blandas, muy alejadas de las cuantiosas pérdidas que sufrieron los accionistas y bonistas de la banca española en 2012.
La primera operación de concentración apunta a la Banca Monte dei Paschi, según el diario económico italiano Il Sole 24 ore. Esa entidad, el bancomás antiguo de Europa, atraviesa dificultades desde hace años y fue una de las pocas que en 2014 suspendió los exámenes del Banco Central Europeo previos a la creación del Mecanismo Único de Supervisión de la zona euro.
La cotización del Monte dei Paschi reflejóal alza esas expectativas de fusión, mientras que el conjunto de los bancos acusaron pérdidas ante el nuevo plan de saneamiento. Italia ya inició el año pasado la reestructuración del sector, con la liquidación de cuatro pequeñas entidades con un coste de 3.600 millones de euros para el recién creado fondo de resolución. Esas entidades, sin embargo, apenas suponían el 1% del total de depósitos del sector, por lo que cabe esperar una reestructuración de mucho mayor alcance.
Bruselas confía en que el proceso se acelere tras el acuerdo del lunes para descargar a la banca italiana de su gigantesca cartera de préstamos dudosos o fallidos. La morosidad en Italia ronda el 17%y el Fondo Monetario Internacional cifró en 333.000 millones de euros el volumen de los préstamos dudosos o fallidos en 2014.
El país no ha soportado una burbuja inmobiliaria como España o Irlanda, pero el 80% de la cartera tóxica son préstamos a empresas (muchas de ellas pymes), claro síntoma del círculo vicioso entre la crisis económica e industrial que arrastra Italia y la deteriorada situación de su sector financiero.
El acuerdo suscrito por Padoan con la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, intentará aliviar la situación de las entidades financieras. El Estado avalará la titulización de los préstamos fallidos para que cada banco pueda venderlos a inversores privados y sacarlos así de balance.
El gobierno de Matteo Renzi se ha comprometido a cobrar el aval público a un precio de mercado, lo que exime a Italia de someterse al control de ayudas de Estado de la Comisión y a aplicar la nueva directiva sobre reestructuración y resolución del sector bancario, que supedita cualquier ayuda pública a la imposición de pérdidas a accionistas, acreedores y bonistas, incluidos los titulares de preferentes.
En el rescate de la banca española se aplicó esa norma cuando ni siquiera estaba todavía en vigor, lo que supuso pérdidas millonarias para miles de pequeños inversores y ahorradores que había adquirido preferentes.
Fuentes de Competencia negaron ayer cualquier trato de favor hacia Italia y subrayaron que la opción utilizada por Roma, de ofrecer el aval a precio de mercado, siempre ha estado disponible “pero hasta ahora ningún Estado miembro la había utilizado”. La gran incógnita ahora gira en torno a la viabilidad del plan italiano y a las posibilidades de colocar la titulización de los dudosos con un recargo.
El recargo o comisión que recibirá el Estado se calculará con arreglo a los CDS (seguros de impago) de títulos similares de empresas italianas. El Estado solo avalará la parte sénior de la titulización.
Y en caso de problemas, los júnior solo podrán cobrar una vez que se haya reembolsado por completo la parte sénior con garantía pública. El Gobierno italiano aseguró ayer que la operación no tendrá ningún impacto en las cuentas públicas, y que incluso el erario público ingresará dinero gracias al pago de las comisiones. La ecuación es cierta mientras no haya problemas y no se ejecuten los avales. Una hipótesis que por ahora nadie está en condiciones de descartar.