El consumo de vídeo hace 'on'
El año 2015 será recordado como un año de profundos cambios en el sector audiovisual Español. Tras la avalancha de fusiones, adquisiciones, adjudicación de licencias y desembarco de nuevos entrantes en el sector, tras ver como la anticipada popularización del acceso multidispositivo (TV, PC, tablet, móvil) a los contenidos de vídeo se hace realidad y cómo los accesos de alta velocidad a internet (fibra, cable, 4G) han crecido fuertemente nos preguntamos qué esperar para este año. 2016 bien puede convertirse en el inicio de una nueva edad de oro del consumo de vídeo en nuestro país. La oferta disponible, mucho más variada y segmentada va a contribuir a ampliar el tamaño del mercado de televisión de pago, al reducir barreras de entrada y tentar a un nuevo perfil de consumidor, más selectivo y sensible al precio. Igualmente, los modelos basados en publicidad se van a beneficiar de una relación más estrecha y con mayor conocimiento del consumidor que la harán la publicidad más efectiva, relevante y rentable para el anunciante y el medio. La mayor disponibilidad y acceso multidispositivo puede permitir también incrementar el consumo medio por usuario o espectador dado que habilita el acceso en momentos que anteriormente era inviable. Además el fenómeno del uso simultáneo de segunda pantalla es cada vez más extendido. Las audiencias de televisión lineal demuestran que el mayor nivel de consumo de vídeo digital no se produce totalmente en detrimento del consumo de vídeo tradicional en canales lineales, sino que el saldo neto supone un incremento del tiempo de consumo por usuario/espectador. Por supuesto, la proliferación de actores en el sector va a intensificar la competencia y la necesidad de diferenciación, que se obtendrá con el dominio de tres aspectos: Información, Contenidos y Tecnología.
La nueva forma en que los consumidores interactúan con el contenido –a través de múltiples dispositivos, a su propio ritmo, y en sus propios términos– permite a las compañías aprovecharse de la gran cantidad de información que genera estas interacciones y aprender continuamente, mejorando y personalizando la experiencia a cada uno de sus usuarios, así como aumentando su relevancia y atractivo. Por otro lado, las capacidades analíticas avanzadas además jugarán un rol importante en la toma de decisiones alrededor del desarrollo y adquisición de contenidos, especialmente en una época en la cual la adquisición de derechos de contenido Premium se ha convertido en una forma rápida para ofrecer diferenciación. Esto dará como resultado un crecimiento significativo de los precios de derechos de emisión exclusiva de dichos contenidos. Finalmente un reto importante para los proveedores y difusores de contenidos digitales, será el de equilibrar la interacción entre los aspectos algorítmicos y creativos de la empresa, refinando y desarrollando sus capacidades tecnológicas con el fin de atender a las necesidades de los usuarios. Por supuesto, aprovechar las oportunidades que ofrecen estas nuevas formas de consumo e interacción implica desarrollar, incorporar y retener capacidades analíticas y dotarse de plataformas avanzadas de explotación de la información, y tomar decisiones sobre que tiene sentido abordar con recursos internos y en qué apoyarse en proveedores. Una vez conseguido ese primer objetivo será preciso asegurar que la organización está preparada para tomar decisiones y operar de acuerdo a la ventaja competitiva que supone disponer de una información mucho más fidedigna, ágil y rica de su negocio, sus clientes y sus productos, así como un canal de interacción mucho más cercano y potente con sus consumidores, identificando y desarrollando todo el potencial de sus clientes a través de recomendaciones, personalización y campañas, proporcionando una experiencia diferencial, aportando valor a los anunciantes y vendiendo y monetizando de forma más efectiva su publicidad a través de venta programática y expansión en la cadena de valor.
Finalmente, es necesario poner los medios para que la experiencia de consumo cuente con la calidad y fiabilidad suficiente para que la experiencia sea positiva y contribuya a acelerar la adopción de un modelo que beneficia a todos los actores de la industria y a los propios consumidores. La transformación digital, que muchos consideran la cuarta revolución industrial, llega al sector audiovisual con toda su intensidad y solo las compañías que entiendan y abracen este cambio no solo como un imperativo tecnológico sino como una nueva forma de vender, hacer negocios, trabajar y organizarse a todos sus niveles triunfarán en este nuevo mundo.
Adolfo Rodero es ‘managing director’del sector Medios y Entretenimiento de Accenture