Blackstone opta a seis hoteles de Silken por la deuda de Urvasco
Siguen las operaciones en torno a los hoteles de Silken, que llegó a tener 32 establecimientos, todos en España salvo uno. El concurso de acreedores de su accionista, el grupo Urvasco, suma un pasivo que ronda los 700 millones y provoca el paulatino desmembramiento de la cadena.
Silken ya tuvo que desprenderse el año pasado de uno de sus centros más emblemáticos, el cinco estrellas Gran Domine de Bilbao, ubicado frente al museo Guggenheim, y equipado con 145 habitaciones y con una superficie útil de 600 metros cuadrados de salones para eventos. La gestión del negocio revertió al propietario del edificio, el grupo vasco Wicke, por el impago del arrendamiento a cuenta de la crisis de Urvasco.
Ahora le llega el turno a otra media docena de hoteles de Silken. Blackstone tiene créditos con privilegio especial sobre ellos. El fondo estadounidense condonaría esta deuda a cambio de la gestión de estos negocios. La vía para esta transferencia pudiera ser la declaración de un concurso conjunto para los seis centros, un paso ligado a un convenio anticipado con Blackstone. El acuerdo pudiera cerrarse este mismo mes.
Un pasivo repartido entre los bancos
En los 700 millones de deuda consolidada de Urvasco, los bancos tienen una amplia presencia. La sociedad de cabecera GU tiene una deuda de más de 90 millones con el Banco Popular, un pasivo con privilegio especial, una prioridad a la hora de abonar parte de los préstamos pendientes. GUtiene un saldo negativo de 5,4 millones con BBVA y otro de 27,9 millones con Caja España. Entre sus acreedores también figuran Sabadell (31,4 millones) y Liberbank, que suma más de 13 millones de euros.
La lista sigue con Sareb (más de 22 millones) y Unicaja (4,8 millones).
En relación con GHU, repite BBVA con 40 millones con privilegio especial y Caja España con 15 millones. Sabadell tiene préstamos sin cobrar por 21 millones, Ibercaja por 6,1 millones y Banco Castilla-La Mancha, filial de Liberbank, por 12 millones.
El fondo norteamericano está muy activo en España, donde ha entrado en el mercado de la vivienda en la Comunidad de Madrid, donde gestiona 2.700 pisos de alquiler protegido, de ellos 436 adquiridos a Sareb.
Uno de los establecimientos estrella de Silken que todavía sigue en la órbita de la cadena es el cinco estrellas Puerta América de Madrid, con 315 habitaciones. Los hoteles pueden tener futuro por separado al ser negocios rentables, según fuentes del sector, pero siempre fuera de la estructura de Urvasco.
A instancias de Carey
Urvasco presentó concurso en febrero del año pasado y ante el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Vitoria. Un proceso desencadenado a instancias de uno de sus acreedores, el fondo inglés de inversiones Carey.
Según los procedimientos que marca la ley, el juzgado alavés, a cuyo frente está la magistrada María Teresa Trinidad, convocó junta de acreedores para principios del próximo mes de febrero. Pero como las sociedades de cabecera de la corporación que presidió Antón Iraculis, que son Grupo Urvasco (GU) y Grupo Hotelero Urvasco (GHU) no tendrán continuidad, entrarán directamente en liquidación. De hecho, el administrador del proceso, el Grupo Sindicatura, ya ha abierto esta fase.
Las filiales que cuelgan de GU, centradas en el negocio inmobiliario y de promoción, no tienen prácticamente activos. Son una siete participadas. Una de ellas, Vizcaína de Edificaciones alumbró parte del nuevo skyline de Bilbao, puesto que levantó las Torres Isozaki, dos rascacielos con más de dos centenares de viviendas en una de las zonas céntricas de la capital vizcaína.
Con respecto a GHU, cada hotel tendrá su propia historia, según el planteamiento citado. En este sentido, el banco Bank of America Merrill Lynch ya instó el concurso de una de las filiales de GHU, la que gestiona el Hotel Diagonal, un cuatro estrellas ubicado en Barcelona, junto a Torre Agbar.
Bank of America y el fondo Middlebury adquirieron en su día los créditos que en régimen de leasing concedieron los bancos a Hotel Diagonal 205, la participada de GHU que dirige el establecimiento de la capital catalana.
Con los seis centros a los que opta Blackstone, el hotel Gran Domine de Bilbao que quedó en manos del grupo Wicke y el citado de Barcelona, siguen en la órbita de Silken otros 24 centros. En su mayoría funcionan con normalidad en cuanto al pago de nóminas y cotizaciones a la Seguridad Social. Pero sus balances por separado no pueden soportar la deuda de su accionista, el Grupo Urvasco.
La corporación que creó Antón Iráculis luchó por evitar el concurso. Vendió parques eólicos y obras de arte para equilibrar su balance. Pero la aparición en escena de Carey desbarató esos planes.
El fondo inglés le reclama alrededor de 70 millones por un proyecto fallido, el intento de puesta en marcha de un hotel en Londres.