El Ibex sube un 1,97% en su sesión más alcista de 2016 ¿Qué pasa?
Mario Draghi ya no es todopoderoso. Los inversores, que un día besaron por donde el presidente del Banco Central Europeo y su estímulos pisaban, parecen tener ahora pájaros en la cabeza. Y es que los mercados han vuelto a enamorarse. El petróleo barato copa ahora sus pensamientos y así se lo demuestran en cada sesión bursátil, celebrando al alza sus subidas, y llorando a la baja unas pérdidas que parecen más frecuentes.
Ayer este baile volvió a producirse. Según el consenso de los analistas, fue más la subida del petróleo, y no tanto el BCE, el elemento que, condujo al Ibex 35 a una subida del 1,97% hasta los 8.444,20 puntos en la sesión más alcista en lo que va de año.
En cualquier caso, Draghi sigue teniendo encanto para los mercados. Cual galán de telenovela, encandiló por momentos a las Bolsas europeas y las hizo bailar conforme señalaba que “no hay límites” para su actuación y prometía revisar su política expansiva de cara a la próxima reunión del BCE el 10 de marzo. El Ibex 35 cayó seducido. Minutos después de escuchar las sugerentes palabras avanzaba un 3%, en consonancia con el resto de parqués del Viejo Continente.
Pero pronto se evaporó la euforia. Los inversores comprendieron que, pese a que las palabras de Draghi prometían restaurar esos estímulos arrebatados en la reunión del 3 de diciembre que tal pataleta les causó, los riesgos que les habían atemorizado en el arranque de año se mantenían ahí. Los ojos se volvieron hacia China, cuya Bolsa había cerrado de madrugada una nueva sesión teñida de rojo. Además, miraban con recelo la apertura negativa de un Wall Street que sigue ejerciendo su misteriosa influencia sobre los parqués europeos. Del 3% de subida, el Ibex 35 pasó a un 0,30% que, pese a ser la quinta sesión en positivo del año, sabía a poco dado el transcurso de la jornada.
El petróleo cogió entonces las riendas. Apoyado en una situación técnica que algunos analistas empiezan a mirar de forma positiva, su cotización recibió con agrado el buen dato de sus reservas (aumentaron en 3,98 millones de barriles frente a los 2,8 millones que se esperaban) y, casi al cierre de los mercados europeos, se anotó un extraordinario movimiento al alza de más del 4% que catapultó a los parqués. Parecía que la fiesta era esta vez demasiado bonita como para echarla a perder.
“Un rebote técnico”, argumentó Joaquín Robles, analista de XTB. La magnitud de la subida podría hacer pensar en nuevos rumores o noticias alrededor del precio del crudo, pero la situación es exactamente la misma que había llevado al oro negro a perder un 25% de su valor este mes. “Esperemos que este movimiento no pille en un renuncio a algún ingenuo, porque la tendencia nos sigue pareciendo claramente bajista”, señaló Robles.
En el mercado de la deuda, el interés del bono español a 10 años cerró con una caída del 0,062%. Pese a que su homólogo alemán también cayó, la diferencia entre ambos, a partir de la cual se calcula la prima de riesgo, cedió tres puntos básicos hasta los 127. Este diferencial, que tanta atención mediática concentra desde comienzos de la crisis económica, tardará un tiempo en recuperarse del susto de la sesión del miércoles, en la que escaló nada menos que 15 puntos básicos.
Una de las mayores actividades de los mercados durante la sesión de ayer tuvo lugar en el de las divisas. El euro recibió con entusiasmo la comparecencia del BCE y, en cuestión de minutos, llegó a ceder alrededor de un 1% al cambio con el dólar. Finalmente, la situación respecto a la moneda comunitaria se tranquilizó y, al cierre de los parqués en Europa, el soporte pudo más y la divisa limitó su caída a un 0,5%. Para el euro, en cualquier caso, Draghi sigue siendo el rey.