El antiguo tren de vapor de Wernigerode, de 1887, declarado monumento histórico en 1972, y que sube en tres cuartos de hora al Brocken, la cima más alta de la región.DCVista del museo Brockenhaus, en la cumbre de la montaña, cubierto por la niebla, y donde conocerá la fauna y flora de la zona, las actividades de espionaje de la Stasi y las primeras infraestructuras de telecomunicaciones.DCVista de la casa más pequeña de Wernigerode (la segunda por la derecha), en el centro de la ciudad.IMGEl espectacular ayuntamiento gótico, en la plaza del mercado. Primero fue casa de juego, después palacio de justicia, hasta convertirse en sede consistorial.OnatVista de sus coloridas casas típicas, en las que predominan decorados en verde, rojo y amarillo.IMGLa casa inclinada del siglo XVI, un antiguo molino de agua, cuya presión de la acequia erosionó sus muros encorvando la edificación. Hoy es un museo que puede visitar.DCImagen de una torre de control militar y restos de una valla de la antigua RDA próximas a la aldea de Sorge, con apenas 80 habitantes, a media hora de Wernigerode.DCVista de la parte alambrada que se conserva en la antigua frontera interior de 13 kilómetros en Sorge, un paseo histórico entre pinares, en una zona reforestada.DCUn búho con gafas en la fachada de una librería del centro de Wernigerode. La coloridad ciudad del Harz, como se la conoce, decora sus edificios con esculturas de animales de la región o figuras humanas que evocan las profesiones comunes (minero, carpintero, granjero, entre otros).DC