Las empresas exigen un Gobierno estable que dé seguridad jurídica
El día de ayer, que en otro contexto habría sido la típica jornada de retorno de las plantillas al completo tras el parón navideño, estuvo, sin embargo, marcado por la convulsa coyuntura política, tanto en Cataluña, como en el resto del país. La consecución de un acuerdo que evita la repetición de las elecciones catalanas y supone al mismo tiempo un paso más en el desafío soberanista centró ayer el debate político y la preocupación entre las empresas.
Preguntadas por CincoDías las principales empresas del país y las organizaciones patronales de los grandes sectores de la economía, todas coincidieron en reclamar al nuevo Gobierno de la Generalitat el respeto al Estado de derecho, que a su vez debe estar sustentado en el respeto a la ley. Es más, todos los consultados estuvieron de acuerdo con el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, quien recordó que ese respeto a la ley es “la base de la convivencia en una sociedad democrática”.
A tenor de las respuestas obtenidas, lo cierto es que los mensajes institucionales tienen dos denominadores comunes. El primero y más claro es que al mundo de la empresa no le gusta la incertidumbre ni la inestabilidad política. Y el segundo, que no es más que una consecuencia del primero, es reclamar al nuevo Gabinete catalán seguridad jurídica.
Estos dos conceptos, estabilidad institucional y seguridad normativa, son los más repetidos, así como la convicción de que la declaración unilateral de independencia no llegará a ningún sitio, “mientras exista un Gobierno central que tenga las ideas muy claras”, subrayan los inversores. Pero es aquí donde vuelven a arreciar las dudas. El problema es que este nuevo capítulo en el pulso que mantienen los partidos independentistas con el Ejecutivo de Madrid se produce con un Gabinete en funciones y con un proceso abierto para formar Gobierno que podría prolongarse todavía muchas semanas, dado el resultado que arrojaron las urnas.
Las empresas lo tienen claro: Cuanto antes se alcance un acuerdo, antes se calmarán los mercados, bastante agitados desde las elecciones. Y en esta línea, el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, lanza un mensaje inequívoco a los políticos: “Si quieren que el país siga adelante, ha de garantizarse la estabilidad gubernamental y la seguridad normativa”. En esta línea, el Servicio de Estudios del BBVA advirtió ayer que la incertidumbre que se vive respecto al entorno político puede empezar a tener impacto a corto plazo en las decisiones de consumo e inversión que deben adoptar empresas y familias.
Nadie quiere caer en el discurso alarmista que advierta de una posible fuga de empresas, pero lo cierto es que veladamente las entidades consultadas aseguraron que al margen de la política, “adoptarán las medidas que sean necesarias para el desempeño de su labor”.
Las automovilísticas recordaron que en un sector en el que dominan las multinacionales, la imagen de España puede ser determinante a la hora de seguir recibiendo inversión extranjera. “Aún queda capacidad de producción disponible en las plantas españolas y las negociaciones para traer más carga de trabajo se pueden ver ralentizadas”, comentaron fuentes del sector.
Desde el textil, Acotex abogó por la “unidad y por eliminar la inseguridad”. El mismo argumento que el esgrimido por las firmas tecnológicas y las telecos, que insistieron en que la incertidumbre es mala compañera de la inversión. La patronal Adigital admitió estar preocupada con la situación actual y aseguró que el secesionismo va en contra de la armonización de normativas, protocolos y estándares, esencial, por ejemplo, para conseguir el necesario Mercado Único Digital "en el que estamos trabajando y que es necesario para que las empresas europeas aprovechen el potencial del mercado europeo eliminando barreras nacionales". En su opinión, el pacto más favorable para formar el Gobierno central ante lo que está sucediendo en Cataluña "sería aquél que contribuyera a aportar estabilidad y seguridad jurídica a las empresas españolas, catalanas y extranjeras, y que fortalezca el enorme potencial que Cataluña, y especialmente Barcelona, tiene para convertirse en un hub mundial de la economía digital".
En este contexto, el máximo ejecutivo en España de una multinacional tecnológica con sede en Cataluña aseguró que "el mejor espejo donde puede mirarse Cataluña para ver su futuro es cómo le ha ido a Portugal en los últimos siglos". "Creo que nunca mejor que a España, especialmente en términos de renta por habitante o de desarrollo económico. Las multinacionales en su gran mayoría manejan los negocios en Portugal desde España, por lo que la supuesta independencia se convertiría en una mayor dependencia, puesto que las decisiones empresariales relevantes se tomarían fuera de Cataluña. Esto que aplica para Portugal resulta muy similar para Irlanda con relación al Reino Unido. Ahora bien, en la mentalidad de un buen nacionalista siempre se esconde un cierto sentimiento de supremacía (aunque lo negarán siempre), que les lleva a pensar que Cataluña y los catalanes son mucho más inteligentes que nuestros vecinos portugueses o que los irlandeses".
“Todas las naciones fuertes y desarrolladas, con economías estables y potentes, disponen de un conjunto de principios y valores inamovibles que van más allá del momento y la estabilidad del Gobierno, condición necesaria pero no suficiente. Entre estos principios, la invulnerabilidad e incuestionable integridad territorial es uno de ellos, así como la decidida vocación de crear un futuro estable, predecible y de progreso para sus ciudadanos por encima de ideologías e intereses de corto plazo”, defendieron desde el sector de la consultoría.
Las empresas y organizaciones patronales más representativas de los supermercados y el sector de la distribución consideraron ayer que por el momento no está claro que esta situación política vaya a tener un claro impacto sobre el consumo, si bien matizaron que "la recuperación vivida en 2015 todavía es incipiente y hay que apuntalarla".