España ahorra 12.500 millones por el desplome del precio del crudo
España cerrará este año con un déficit comercial inferior al de 2014, en el que el saldo negativo entre exportaciones e importaciones rozó los 25.000 millones de euros. Hasta octubre, el déficit se ha reducido un 2,7% y se ha situado en 20.530 millones, según los últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Economía. Y ese hito se ha conseguido gracias al tirón de las ventas al exterior, que vuelven a rebasar su máximo histórico, y a la contención de las importaciones, que crecen por debajo de las exportaciones.
Y un dato que ilustra esta última tendencia es el desplome de las compras de petróleo. Entre enero y octubre, las importaciones de crudo bajaron un 33,2%, lo que supone pasar de una factura de 37.665 millones en 2014 a otra de 25.176 millones. En total, un ahorro de 12.489 millones de euros en doce meses que han servido para dar un desahogo a las cuentas públicas de España y que parece que va a seguir al menos en el corto plazo. El barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba ayer por debajo de los 38 dólares, en niveles de 2004, y los expertos prevén que no sufrirá variaciones representativas, como consecuencia del exceso de oferta, intensificado por la introducción del crudo iraní, y la menor demanda mundial por la desaceleración de China y los emergentes.
Por su parte, las exportaciones crecieron un 3,8% entre enero y octubre hasta los 208.430 millones, lo que supone un nuevo máximo histórico, según los datos hechos públicos por el Ministerio de Economía. Y en ese crecimiento ha tenido un peso crucial la reorientación de las ventas hacia la zona euro. De esos 3,8 puntos de crecimiento en los diez primeros meses de 2015, 2,5 puntos proceden de la zona euro, cifra que se eleva hasta los 3,7 puntos si se toma en consideración los 28 países que conforman la Unión Europea. América aporta nueve décimas, Asia apenas cuatro décimas y África resta una. De ese enfriamiento tan solo se libran EE UU y Reino Unido, que se han beneficiado de la depreciación del euro frente al dólar y la libra esterlina. Un euro barato hace más competitivas las ventas europeas a esos dos países, que han crecido un 10,4% y un 7,7%, respectivamente.
Si el análisis se realiza por sectores, la automoción sigue siendo el motor de las ventas al exterior de España. Las exportaciones subieron un 16,9% superando los 35.000 millones de euros hasta octubre, gracias a la mayor demanda procedente de los principales países de la zona euro. De los 3,8 puntos de avance, 2,4 puntos correspondieron al sector de la automoción, gracias a las compras procedentes de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. El segundo sector que más aportó a las estadísticas fue el de frutas, legumbres y hortalizas, con ocho décimas ante la mayor demanda de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. En tercera posición se sitúan confección y componentes de la automoción, con cuatro décimas cada uno, en la que también aparecen otros compradores de fuera de la zona euro como Marruecos o Rumanía.
En la comparación con el resto de países de la zona euro, las exportaciones se han desacelerado en los dos últimos trimestres, ya que Francia (3,9%) y Alemania (6,7%) se sitúan por encima de España, cuando en la primera mitad del año había aparecido por encima.
Lo que no ha cambiado es la senda de crecimiento experimentada por las empresas exportadoras regulares (aquellas que venden al exterior durante al menos cuatro años consecutivos). Entre enero y octubre, la cifra llegó a 46.930 compañías, un 4,1% más que en el mismo período de 2014. De hecho ya supera a lo registrado en todo ese año.