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Seguridad en los pagos online

¿Qué mecanismos tenemos para proteger nuestras compras online?

seguridad compras online

Se acerca una época de muchas compras. Al menos eso es lo que desde los comercios esperan y lo que desde el pensamiento de los consumidores ocurrirá –del Estudio de Consumo Navideño 2015 que Deloitte ha elaborado, se desprende que en España el gasto medio estimado será de 684 euros, lo que supone un aumento del 9,8% respecto a la intención de gasto del año pasado-. Periodo de tiempo en el que las estrategias para fomentar y motivar el consumo aumentan y los anuncios de productos se multiplican en cada plataforma existente.

A la hora de comprar, el consumidor es consciente de que hoy día la multicanalidad es una gran ventaja. En este escenario multicanal, las tiendas online adquieren cada vez más relevancia, no solo como medio de búsqueda y comparación de precios, sino como medio de compra final. Los beneficios de la compra online son ya por todos conocidos: sin horarios, comodidad, es posible comparar precios rápidamente y ajustar el gasto y la compra llega al domicilio que indiquemos. Pero si hay algo que sigue preocupando en cuanto al e-commerce, es la seguridad en el pago.

¿Qué puedo hacer para proteger mis compras online?

La confianza a la hora de comprar a través de Internet es esencial. Las propias tiendas tienen mecanismos para proteger el momento de la compra, pero el usuario también puede aplicar una serie de pautas –quizá muchas veces oídas y leídas pero que conviene recordarlas, tenerlas muy presentes y sobre todo ponerlas en marcha-. La seguridad comienza por uno mismo.

Comenzar por tener el navegador actualizado, así como el dispositivo desde el que se produzca la compra. Contar con algún antivirus que proteja el equipo y todos sus datos. Seguir por utilizar una conexión a Internet segura, evitando las WiFi’s públicas y abiertas –desconocemos quién está detrás de ellas-. Comprobar que el sitio web es seguro, la dirección deberá comenzar por https:// y que aparezca el icono de un candado antes, de modo que sea una web que codifica tus datos personales antes de enviarlos. Utiliza contraseñas seguras siempre, a la hora de comprar online también, y cámbialas cada cierto tiempo.

Desconfiar de ofertas demasiado atractivas y llamativas, leer comentarios y reseñas de usuarios en foros. Optar por tiendas online ya conocidas y/o con buena reputación, también es importante que cuenten con sellos de calidad y confianza, como Confianza Online, Trusted Shops o Verisign por ejemplo. Si son tiendas que están dadas de alta en el sistema de Comercio Electrónico Seguro (CES), se consigue añadir un plus de seguridad.

Los medios de pago impulsan medidas adicionales

Es importante que desde los medios de pago también se impulsen medidas que hagan aumentar la confianza del comprador online. Uno de los medios de pago más utilizados es la tarjeta, tanto de débito como de crédito, aunque se ha situado por detrás de plataformas de pago como Paypal, según un estudio elaborado por Trnd, agencia de marketing colaborativo, la mitad de los compradores online eligen Paypal para abonar sus compras, el 23% eligen las tarjetas de crédito, el 17% las tarjetas de débito, el 10% el pago contra reembolso y en último lugar, el 2% eligen la transferencia.

Prueba de que se están desarrollando nuevos mecanismos para aumentar la seguridad y garantizar la compra online es el sistema de autenticación que ha creado MasterCard, el Identity Check, que estará disponible a nivel mundial en 2017. Se trata de un servicio con el que el propietario de la tarjeta se identifica a través de sus huellas dactilares y a través de la utilización de biometría o envío de contraseñas únicas vía SMS, un sistema que pretende facilitar las transacciones y hacerlas más seguras.

Las tiendas online también pueden detectar compras fraudulentas

Los comercios online también ponen de su parte para luchar contra el fraude virtual, más allá de instaurar pasarelas de pago cada vez más seguras. A la hora de producirse el pago, las tiendas online pueden seguir una serie de pistas con las que detectar si una compra es fraudulenta, como por ejemplo si se han producido varios intentos de compra erróneos en la pasarela de pago –suele estar relacionado con el intento de compra con distintas tarjetas robadas hasta que alguna es aceptada-, si se solicita el envío urgente del pedido, si hay muchas tarjetas con la misma dirección de entrega, si se produce un pedido con un gran importe que supere el volumen medio de ventas por cliente…

Para luchar contra eso, la tienda online puede comprobar el número de teléfono, el código postal, el correo electrónico o cualquier dato que pueda ser incoherente a la hora de rellenar el formulario de entrega. Con este seguimiento, las tiendas pueden elaborar listas en la que “clasificar” a los clientes, la blanca para los clientes con los que no ha habido problemas ni sospechas, y la negra, en la que hay sospechas de fraude y estafa.

Que el comprador sienta y tenga toda la certeza posible de que está comprando en un sitio fiable, que el momento del pago sea totalmente seguro y que no será objeto de fraude es lo que tanto tienda online como consumidor y medios de pago desean y buscan, trabajando en pos de ello.

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