Cuando el consumidor lo ve de "otra manera".
El PIB de EEUU creció en el tercer trimestre a una tasa anualizada de 2,1%, frente al 1,5% calculado inicialmente. La cifra, exactamente igual a la esperada por el mercado, está por debajo del 3,9% del trimestre anterior. Siendo positivo, los problemas están en los detalles, ya que la principal razón de este aumento se encuentra en la revisión al alza del crecimiento de los inventarios de las empresas (pasaron de 56.800 millones de $ a los 90.200 millones) mientras que el gasto de los consumidores, dos tercios de la actividad económica en el país (y clave para reducir estos inventarios y evitar que se un problema grave para trimestres posteriores), se revisó a la baja desde un 3,2% inicial al 3,0%.
Asimismo se revisó también a la baja el incremento de las exportaciones (del 1,9 % al 0,9%), mientras que las importaciones lo hicieron al alza (hasta el 2,1% desde el 1,8% original), por lo que la contribución del sector exterior al crecimiento fue más negativa de lo inicialmente estimado. Un dólar sobrevalorado y la debilidad de la economía global han dificultado las ventas al exterior de las empresas estadounidenses.
En resumen, se cumple lo esperado, una mejora al alza del crecimiento del tercer trimestre al 2,1% trimestral anualizado, pero no por un incremento de la demanda interna o una rebaja del efecto negativo del sector exterior, sino por la creación de inventarios.
La confianza del consumidor (la elaborada por Conference Board) americano ha caído en noviembre de manera acusada (8,7 puntos) hasta los 90,4, lo que representa el nivel más bajo del índice desde septiembre de 2014 y muy lejos de las previsiones que se manejaban (un incremento de 1,9 puntos hasta los 99,5). El subíndice que evalúa la situación actual bajó a 108,1 puntos desde los 114,6 del mes anterior, mientras que el subíndice que mide las expectativas a seis meses cayó 10,1 puntos hasta los 78,6.
¿La razón de este desplome de la confianza del consumidor?: "una visión menos favorable del mercado laboral" indicaba Lynn Franco, la autora del informe[1]. El número de consumidores entrevistados por el Conference Board que anticipaban "mas trabajo" en los próximos meses cayó. Incluso pocas personas veían que sus ingresos se incrementaran en el futuro o mejorara la situación de la economía.
Algunos datos interesante:
- El porcentaje de personas que describían los trabajos como "abundantes" descendió al 19,9% desde el 22,7% y los que consideraban como "difícil de conseguir" un trabajo subieron al 25,8% desde el 24,9%. Por su parte, los que anticipaban "más trabajo" en el futuro bajaron levemente hasta el 14,5% desde el 14,9% incluso los que anticipaban "menos trabajo" aumentaron fuertemente (1 punto porcentual) al 16,9% desde el 15,9%.
- Los que esperaban que sus ingresos "mejoraran" cayó al 18,0% desde el 18,7% mientras que aquellos que esperaban que "empeoraran" se incrementaron al 10,7% desde el 9,9%.
- Los encuestados que indicaban que las condiciones de los negocios eran "buenas" cayó al 26,5% desde el 28,1% mientras que los que las calificaban de "malas" aumentó al 18,3% desde el 16,4%. Por su parte, entre los que esperaban que esas mismas condiciones de los negocios "mejoraran" en los próximos seis meses no hubo cambios (18,1%) pero aumentó, del 10,4% al 10,6% el porcentaje de encuestados que esperaban un "empeoramiento" en los próximos seis meses.
Todo ello contrasta fuertemente con lo que hasta ahora teníamos como mejora sustancial en los últimos meses de la economía[2], los datos de empleo, los incrementos salariales que "garantizaban" un "retorno" a la inflación[3] objetivo y el concepto de "pleno empleo" que se desprendía de una tasa de paro del 5,0% y de los reiterados mensajes en este sentido de los responsables de la Reserva Federal en las últimas semanas. Curiosamente los que tienen que lidiar directamente con el mercado laboral no parecen verlo tan bien como aquellos que solo ven las cifras que se refieren a dicho mercado.
Por último, el déficit comercial disminuyó a 40.812 millones de $, el más bajo desde febrero, debido a unas importaciones menores (por la caída de los precios del petróleo) y un aumento del 1,6% mensual (-3,9% interanual) de las exportaciones. La cifra del mes pasado se revisó a la baja en 313 millones de $ hasta los 48.017 millones de déficit. No obstante, en el computo acumulado en los primeros 9 meses del año, el déficit comercial se ha incrementado en un 3,9%. Adicionalmente, la fuerte contracción del comercio mundial y la sobrevaloración del dólar no auguran mejoras en este dato de cara al futuro.
NOTAS:
- "Consumer confidence declined in October, following September's modest gain. Consumers were less positive in their assessment of present-day conditions, in particular the job market, and were moderately less optimistic about the short-term outlook. Despite the decline, consumers still rate current conditions favorably, but they do not anticipate the economy strengthening much in the near-term." Lynn Franco en su informe.
- La economía americana parecía haber mejorado desde la desaceleración de entre julio y septiembre. Ya hemos comentado el dato de PIB del tercer trimestre y indicador avanzado del PIB que elabora la Reserva Federal de Atlanta espera que el PIB crezca en el último trimestre del año un 2,3%.
- El dato de empleo de Octubre nos decía que el crecimiento salarial empezaba a mejorar. Las ganancias horarias medias crecieron un 2,5% interanual a 25,20 $/hora, la mayor ganancia en 7 años. Este débil crecimiento de los salarios había contribuido a un débil incremento de las ventas minoristas (que casi se circunscribían casi en exclusiva a las mejoras en las ventas de coches, altamente favorecidas por campañas de financiación barata, y a los restaurantes y lugares de ocio) así como a la contención de la inflación (que casi se circunscribían a los incrementos de las rentas de alquiler) en un fenómeno que se retroalimentaba.