Estalla un autobús de la guardia presidencial en el centro de Túnez
Un autobús de la guardia presidencial explotó hoy en el centro de Túnez causando numerosas víctimas. La mayor parte de las 12 víctimas mortales del atentado son agentes de la guardia presidencial, informó una fuente de Seguridad, que no descartó que la cifra pueda aumentar en las próximas horas. Se desconoce hasta el momento el origen y la naturaleza de la explosión, ocurrida en la avenida Mohamed V, una de las principales arterias de la ciudad.
La fuente no quiso confirmar las primeras informaciones que apuntan a que se trata de un atentado perpetrado por un suicida que hizo estallar una bomba cuando el autobús pasaba frente a la sede de antiguo partido del dictador derrocado, Zinedin el Abedin Ben Ali, en la concurrida avenida Mohamed V.
En un comunicado, el Ministerio de Interior ha confirmado, simplemente, que se trata de un ataque terrorista que ha causado un número elevado de muertos y heridos. Walid Louguini, portavoz del citado ministerio, dijo por su parte que los primeros datos apuntan a que al menos hay 11 personas muertas.
Hasta el lugar del suceso, que ha sido ya acordonado, se han desplazado varias ambulancias y decenas de policías, que han iniciado las investigaciones pertinentes.
Túnez ha sido escenario este año de dos atentados yihadistas, uno en marzo y otro en junio, que tenían como objetivo el turismo y que segaron la vida de 60 visitantes extranjeros en la capital y en la ciudad costera de Susa.
En el último mes y medio, las fuerzas de Seguridad tunecinas han anunciado el desmantelamiento de más de una decena de supuestas células yihadistas y la detención de más de medio centenar de sospechosos en todo el país.
Además, en las últimas semanas han puesto la capital en estado de alerta y anunciado haber impedido un ataque y procedido a detenciones en la avenida Habib Bourguiba, otra de las principales arterias de la ciudad.
El salafismo radical ha rebrotado en Túnez desde que en 2011 la llamada “Revolución del Jazmín” derrocara la dictadura del huido Ben Ali.
Desde entonces, grupos yihadistas se han asentado en la región de Kasserine, convertida en centro de reunión de radicales de todo el Magreb.
Túnez es, además, el primer país del mundo en número de voluntarios que viajan a luchar junto al grupo yihadista Estado Islámico en Siria, con más de 5.000 milicianos y colaboradores, de los que cerca de un 15 por ciento han regresado.
El incidente se produce el mismo año en el que ha habido dos atentados en Túnez, el primero de ellos en el Museo Bardo, en la capital y en el que fallecieron 22 personas, y el segundo en la zona turística de Sousse, en el que perdieron la vida 39 personas.