Marriott se hace con Starwood Hotels y crea la primera hotelera del mundo
El octavo grupo hotelero mundial por tamaño ya ha decidido cuál será su futuro. Starwood, que el pasado febrero sufrió la dimisión de Frits van Paasschen, su consejero delegado, lleva desde hace meses analizando opciones de venta. Finalmente ha sido Marriott, el segundo mayor grupo del mundo, el que ha logrado encandilar a la propietaria de enseñas como St. Regis, Westin, Sheraton, Aloft y Le Méridien.
Ambas empresas anunciaron ayer su integración, por la que Marriott adquiere Starwood en una operación valorada en 12.200 millones de dólares, unos 11.380 millones de euros, y la creación del mayor gigante hotelero por hoteles y número de habitaciones. Se trata de la mayor adquisición en la industria hotelera desde que en 2007 Blackstone comprara Hilton por 26.000 millones de dólares.
Un gigante combinado que contará con 5.500 hoteles en todo el mundo y un total de 1,1 millones de habitaciones, y que se sitúa así por delante de Hilton, en un momento de consolidación para el sector en el que los analistas afirman que ganará la cadena que tenga más hoteles, en las mejores localizaciones y con la mayor variedad de marcas para atraer a todos los públicos. El nuevo grupo combinado cuenta con unos ingresos proforma de 2.700 millones de dólares a cierre de septiembre.
Marriott se ha adelantado con la compra a otros grupos hoteleros como Hyatt y varias compañías chinas, que también habían mostrado su interés por la compañía con sede en Stamford, EE UU. Y ello, pese a que su presidente y director ejecutivo, Arne Sorenson, declaró a los analistas que inicialmente no estaban interesados en Starwood. De esta forma, pagará dos dólares en efectivo y 0,92 acciones propias por cada título de Starwood.
Los actuales accionistas de Starwood controlarán cerca de un 37% de la compañía consolidada y el resto quedará en manos de los actuales propietarios de Marriott. En la valoración de la compañía se habría contemplado que esta no tiene grandes propiedades de ladrillo sino que en su mayoría ostenta contratos de gestión de los establecimientos con los propietarios de los inmuebles.
“Es una adquisición muy grande de la que va a salir una compañía posicionada para crecer”, afirmaba ayer Emilio Bogado, vicepresidente de expansión de Marriott para España y Portugal, que añadía que “nos vemos como una empresa fuerte y sólida que dispone de una paleta de marcas muy relevantes y que aspiramos que se convierta en una compañía de referencia”. Marriott espera que la integración suponga al menos un ahorro de costes de 200 millones de dólares al año y afirma que con ella espera acelerar el crecimiento de las marcas de Starwood y atraer al público más joven.
Además, Marriott aseguró ayer que Starwood continuará con la venta de activos los dos próximos años, con los que espera obtener entre 1.500 y 2.000 millones de dólares. Así, Andreas Scriven, Director Internacional de Christie + Co considera que “la racionalización de los activos puede permitir a marcas regionales y locales añadir activos de forma individual o agrupada, cuando dichas reorganizaciones se lleven a cabo”.
Operación estratégica para Marriott
El anuncio de la operación se conoció antes de la apertura de Wall Street, donde cotizan ambas empresas, que tuvieron un comportamiento desigual. Así, Starwood se anotó una caída del 3,7%, mientras que Marriott logró sumar al cierre un 1,3%. JP Morgan aseguraba que el precio desembolsado estaba por debajo de las expectativas que manejaba el mercado.
“De esta fusión nace el principal actor mundial del sector hotelero, con una ventaja más que notable respecto de sus siguientes competidores más destacados: Intercontinental Hotels Group y Hilton”, aseguraba Mark Wynne Smithm, consejero delegado mundial de la división Hotels & Hospitality Group de JLL, en una nota en la que esgrimía que la operación es el aldabonazo para que se produzcan más fusiones en el sector.
Entre los interrogantes que plantea la fusión está la integración de todas las marcas. Bogado reconocía ayer que será largo. “Entre dos o tres años durará el proceso de integración de las marcas en el portafolio de la compañía y veremos cómo se reajustan las enseñas”.
Por el momento y a falta de que los accionistas de ambas compañías aprueben los trámites de la operación, Bogado adelanta que habrá “un equipo especializado solo dedicado a la integración, que se encargará de analizar cómo encajan las marcas y ver qué se queda”. Los analistas apuntaban ayer a que ambas tienen enseñas similares entre sí y que están orientadas al mismo tipo de clientela. Es el caso de W y Edition o Sheraton y Marriott, estas dos últimas con un reconocimiento muy elevado por parte de los clientes. La operación, según ambas, se cerrará a mediados de 2016.