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Desayuno Cinco Días

Australia, nueva frontera para la infraestructura española

Un crecimiento estable, la transparencia de su sistema y las garantías que este ofrece a las empresas son los principales atractivos de este país abierto a la inversión extranjera

De pie, de izquierda a derecha, Julián Núñez, presidente de Seopan; Alejandro de La Joya, de Ferrovial Agromán; Jean-Baptiste Nithart, de Austrade; Javier García Seijas, de E&Y; Ramón Gascón, de BBVA. Sentadas: Virginia Greville, embajadora de Australia, y Jennifer Mackinlay, de Austrade.
De pie, de izquierda a derecha, Julián Núñez, presidente de Seopan; Alejandro de La Joya, de Ferrovial Agromán; Jean-Baptiste Nithart, de Austrade; Javier García Seijas, de E&Y; Ramón Gascón, de BBVA. Sentadas: Virginia Greville, embajadora de Australia, y Jennifer Mackinlay, de Austrade.Pablo Monge

Casi 17.700 kilómetros separan la capital española de Sídney, principal ciudad y centro económico de Australia. Sin embargo, esa gran distancia no ha sido impedimento para las empresas españolas del sector de las infraestructuras que se han lanzado en los últimos años a hacerse un hueco en ese país en el que crece la necesidad de crear y ampliar puentes, carreteras, túneles, puertos y aeropuertos, entre otros. Con el objetivo de debatir sobre las oportunidades que ofrece el mercado, CincoDías reunió en un desayuno de trabajo a representantes del Ejecutivo australiano, así como de empresas con presencia sobre el terreno y expertos conocedores del país.

El presidente de Seopan y vicepresidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de CEOE, Julián Núñez, fue el encargado de moderar esta mesa que presentó refiriéndose al plan de infraestructuras a 15 años que tiene sobre la mesa el Gobierno australiano y con el que pretende dar respuesta a las necesidades (tanto en materia de transportes como de servicios sociales) de una población que va en aumento.

“He intentado cambiar mi enfoque cuando la gente me dice que Australia está muy lejos, ahora no trato de convencerles de que la distancia no es tan exagerada, sino de que el país tiene mucho que ofrecer”, aseguró la embajadora de Australia en España, Virginia Greville, quien puso sobre la mesa algunas de las principales virtudes del país como su crecimiento económico ininterrumpido durante 24 años y su el rating triple A de su deuda otorgado por las principales agencias, así como el hecho de que es uno de los países de la OCDE con menos deuda pública neta.

La embajadora también se refirió a otra de las características del país: su conexión con Asia, donde comercializan gran cantidad de bienes y materias primas. “Estamos conectados con su crecimiento, pero también tenemos un mercado más diversificado”, afirmó.

Por su parte, Jennifer Mackinlay, de la Comisión Australiana de Comercio (Austrade), recordó que se trata de un Estado joven, con apenas 200 años de historia, cuyo número de habitantes se prevé que prácticamente se doble en un plazo de 15 años, lo que incrementa su necesidad de infraestructuras. A la hora de afrontar ese crecimiento, la comisaria de comercio e inversión apuntó a la importancia de contar con las empresas. “Los recursos del Gobierno son limitados y por ello necesitamos confiar en el sector privado”, indicó Mackinlay en referencia a otro de los factores que atraen a las empresas a este mercado: su experiencia en la colaboración público-privada.

Se trata de un Estado joven, con apenas 200 años de historia, cuyo número de habitantes se prevé que se prevé que llegará a 30,5 millones en 2031

El consejero delegado de Ferrovial Agromán, Alejandro de La Joya, que relató la experiencia de la compañía en Australia –donde la empresa ha desarrollado ya varios proyectos– y recalcó lo mucho que han cambiado las cosas en los últimos años. “Los políticos tenían clara la idea de que no tenía sentido contar con 3 o 4 jugadores en el mercado”, aseguró el representante de Ferrovial al explicar las mayores facilidades con las que se encuentran ahora las compañías extranjeras al acercarse a Australia. De La Joya apuntó a la transparencia como uno de los principales atractivos para invertir en el país. “Las normas son las mismas para todos”, recalcaron tanto él como otros de los ponentes.

El comisario de Austrade para Europa Occidental, Jean-Baptiste Nithart, intentó también transmitir el mensaje de apertura de un país que sobre todo busca, según afirmó, competitividad. “Queremos que las compañías extranjeras vengan a Australia a traer más productividad”, aseveró Nithart, que también se refirió al compromiso de las autoridades australianas con las infraestructuras. “En la actualidad hay un plan de 50.000 millones de dólares que podría contar con financiación adicional para la inversión en infraestructuras”, explicó.

A pesar de las grandes oportunidades que ofrece Australia a las compañías en este terreno, los expertos señalaron también algunos de los obstáculos a los que todavía se tienen que enfrentar a la hora de entrar en el mercado australiano. A parte de algunos inconvenientes como la amplia diferencia horaria (de hasta nueve horas dependiendo de la zona del concreta), se suman por ejemplo el elevado nivel de vida y los altos sueldos del país.

Para Javier García Seijas, socio responsable de Infraestructuras y Project Finance de E&Y, una de esas barreras de entrada la constituyen las dificultades para presentar ofertas. “Hay muchos proyectos pero el timing no es tan rápido como en España, por otro lado, cuando el proyecto llega al mercado está mejor estructurado”, apostilló, concluyendo que presentar ofertas se convierte en un proceso muy costoso para las compañías.

“Probablemente esas dificultades son mayores para las empresas de menor tamaño, pero no tanto para compañías grandes”, opinó el representante de Ferrovial, Alejando de La Joya. Sin embargo, la embajadora defendió que todas estas son unas condiciones que afectan por igual a todo aquel que quiere entrar en el mercado y también a las corporaciones locales.

Para Alejando de La Joya, uno de esos pequeños desafíos que todavía platea Australia a las inversiones extranjeras se encuentra en las diferencias entre las Administraciones que dirigen los pasos de las siete regiones que componen el país. “Son siete regímenes distintos de inversión, no funcionan igual y, por supuesto, lo que las empresas queremos es un sistema lo más sencillo y claro posible, aunque eso es un sueño en casi cualquier parte del mundo”, reconoció.

En este sentido, Greville señaló que, pese a esa complejidad, todas las Administraciones están convencidas de la importancia de incrementar las infraestructuras. También destacó que se trata de algo igualmente asumido por los dirigentes políticos de todas las ideologías. “Las normas, el compromiso y la transparencia son los mismos”, recalcó, posición que refrendó el consejero delegado de Ferrovial Agromán agregando que se trata de un país bastante predecible, característica especialmente importante para las empresas a la hora de llevar a cabo proyectos a largo plazo.

En lo referente a la financiación de los proyectos de infraestructuras, el director de relaciones institucionales para Asia de BBVA, Ramón Gascón, expuso que se trata de un mercado muy maduro en términos de banca. “El papel que nosotros desde BBVA podemos desempeñar allí es el mismo que en cualquier otro mercado, ir siempre de la mano de nuestros clientes”, aseguró. “Por el momento esta es la forma en que queremos operar en Australia, poniendo nuestro conocimiento a su servicio, entendiéndolos a ellos, al país y a los proyectos”, relató Gascón.

Los expertos concluyeron que las empresas españolas no están tan lejos de Australia como muestran los mapas, al menos a la hora de poner su experiencia en el sector de la infraestructura al servicio de las necesidades de ese país. “Pese a la lejanía, no tenemos culturas demasiado diferentes”, señaló la embajadora en referencia al buen entendimiento que existe entre ambos.

El turismo, otro punto de encuentro

Su buen clima y extraordinaria riqueza natural hacen que las infraestructuras no sea la única área en pleno desarrollo en Australia: el turismo es otro sector en la que cada vez existen más necesidades en el país debido al incremento en el número de turistas (en los 12 meses hasta septiembre, Australia recibió 7,2 millones de visitantes, de los cuales 3,2 viajaron hasta allí por vacaciones).Así, y dado también el importante peso del turismo en la economía española y la experiencia de sus empresas en el mismo, los expertos reunidos por CincoDías señalaron este como otro de los principales ámbitos en los que ambos países pueden colaborar.“Hay que tener en cuenta que todas las llegadas a Australia son de visitantes que vienen para quedarse durante largos periodos de tiempo”, resaltó la embajadora de Australia en España, Virginia Greville, refiriéndose a la creciente necesidad de hoteles.Por su parte, Jennifer Mackinlay, responsable Comercio e Inversión en la Comisión Australiana de Comercio, recordó que el crecimiento del turismo pasa también por una mejora de las infraestructuras. “Registramos grandes movimientos de pasajeros, los cuales llegan siempre por mar o aire, de forma que necesitamos mejorar nuestros puertos y aeropuertos”, afirmó recordando algunos de los proyectos que ya están en marcha en este sentido.Mackinlay recordó también que esta circunstancia permite a las compañías diversificar sus inversiones en Australia, ya que una vez cómodos en un medio pueden acercarse a otras áreas. La comisiaria recalcó también un dato: el gasto medio por turista en su país es el más elevado del mundo.

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