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Aventura, sabor y color en Puerto Rico En la isla del Caribe, además de tomar el sol todo el año, es posible practicar muchas otras actividades, como deslizarse en un río, empaparse de cultura y hasta casarse en una hacienda o un castillo fortificado. Puerto Rico fue colonia de España durante cuatro siglos, hasta 1898, cuando pasó a control estadounidense. La influencia hispana es visible en el Viejo San Juan. El centro conserva iglesias y casonas coloniales que se pueden visitar paseando por sus calles empedradas. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) La catedral de San Juan es la segunda más antigua de América después de la de Santo Domingo. De estilo neoclásico, es bastante sencilla. En su interior descansan los restos de Juan Ponce de León, el primer gobernador de la isla. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) En una de las capillas de la catedral se expone una copia de La Virgen de Belén, pintura flamenca del siglo XV que llegó a la isla en el viaje descubridor de Colón. El óleo original fue robado en 1972 durante una reforma en la iglesia de San José, donde se encontraba en ese momento. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) Durante el asedio inglés de 1797, el obispo mandó celebrar oraciones públicas. Después de varios días de ataques, las tropas invasoras se retiraron. El desenlace se atribuyó a la Virgen de Belén, que desde entonces fue considerada protectora de la ciudad. Una escultura recuerda este episodio conocido como La rogativa. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) El castillo San Felipe del Morro es uno de los dos fuertes que la Corona española mandó construir para defender la bahía del ataque de piratas y enemigos. Su diseño en forma de cuerno daba a sus cañones un ángulo de fuego de 360 grados que cubría todo el horizonte. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) La piña colada es la bebida nacional de Puerto Rico. El hotel Caribe Hilton y el restaurante Barrachina se disputan el honor de haber servido por primera vez este cóctel entre finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) Ponce, en el sur de la isla, es la segunda ciudad más grande de Puerto Rico. Gracias a la industria azucarera, hoy en decadencia, llegó a ser la provincia más próspera del país, al punto que la hacienda de los Serrallés, la más importante de la zona, acuñaba su propia moneda, la mercedita. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) El león es el símbolo de la ciudad. Además de los cuatro que desde 1940 rodean la fuente de Las Delicias, en los tres últimos años, otros 14 leones, estos de acrílico, custodian la plaza. Cada uno representa un aspecto del folclor ponceño y es obra de un artista diferente. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) En el parque natural de El Yunque, bambús, helechos y otros 23 árboles endémicos crecen entre piedras ígneas y bellas cascadas. Puede bañarse en ellas o, como esta pareja de novios, tomarse una foto bajo la caída de agua. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) La playa Flamenco, en la isla Culebra, está considerada una de las más bellas del mundo. Entre 1939 y 1975, el ejército estadounidense usó la isla como lugar de prácticas. De esa época, queda como vestigio este tanque abandonado en la orilla, que turistas y lugareños han decorado con grafitis. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días) En la paradisiaca isla de Culebra, el restaurante del Club Seabourne sirve un impresionante chillo frito con majada de malanga, un tubérculo parecido a la yuca y que es muy consumido en Puerto Rico y República Dominicana, donde se le conoce como yautía. Carlos Otiniano Pulido (Cinco Días)