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Otra patada hacia adelante.

"Este acuerdo hará que se cree empleo, se impulse el crecimiento económico y se fortalezca a la clase media"

Obama tras la firma del acuerdo presupuestario ayer en Washington.

Como viene siendo habitual y en la fecha límite (3 de noviembre) para que Estados Unidos entrara en suspensión de pagos, el presidente y el Congreso [1] americano logran un acuerdo presupuestario, esta vez para los próximos dos años y evitar, así que interfiera con la campaña electoral del año próximo.

Algo que se ha evitado gracias a un acuerdo entre republicanos y miembros de la Casa Blanca. Es la primera vez en cinco años de constantes enfrentamientos que ambos partidos llegan a un acuerdo sobre los presupuestos.

Con 64 votos a favor y 35 en contra, el Senado estadounidense ha aprobado la suspensión (que no ampliación como se esperaba) del techo de la deuda hasta el 15 de marzo de 2017. Y lo hacía después de que la Cámara de Representantes hubiese aprobado las cuentas con el apoyo de 266 congresistas y la oposición de otros 167, la mayoría del Partido Republicano.

Se da la circunstancia de que estos presupuestos han sido aprobados con el respaldo de los demócratas (que se encuentran en minoría en ambas cámaras) y el rechazo de gran parte de los republicanos (que controlan completamente el Congreso [1]).

Claves del acuerdo.

El límite del gasto federal se aumentará en 80 mil millones dólares. En concreto el Estado Federal gastará 1.067 millones de dólares en 2016 (ampliación de 50.000 millones de dólares) y 1.070 millones en 2017 (ampliación de 30.000 millones de dólares).

La mitad del dinero será destinado a Defensa que se beneficiará también en los próximos dos años de 31.000 millones de fondos excepcionales destinados a las 'Operaciones de Contingencia en el Exterior' (OCO), relacionadas con los conflictos en el exterior y la guerra contra el terrorismo.

El acuerdo eleva los impuestos gubernamentales e impone otros recortes a largo plazo en programas sociales para ancianos, las prestaciones por discapacidad, la seguridad social o el sistema sanitario (Medicare). El plan que aprobó ayer el Congreso, apenas trata el creciente coste de los jubilados, que ahora representa la mayor fuente de gastos federales. El año pasado, solo el Seguro Social y el Medicare (1,45 billones de dólares) representaron el 41,4% del total del presupuesto (3,5 billones de dólares).

Según el Departamento del Tesoro, el aumento de gastos impulsará un 0,3% el PIB estadounidense y creará 340.000 empleos nuevos.

El acuerdo traspasa el problema presupuestario americano, no resuelto y que ha empeorado desde la crisis del 2007, al siguiente presidente que tomará posesión a principios del 2017. Obama, que se presentaba como un hombre de cambio, ha acabado haciendo lo mismo que sus antecesores: traspasar los grandes problemas a su sucesor.

El límite del endeudamiento

A corto plazo, y tal y como el propio Departamento del Tesoro había alertado, si no se aprobaba "un nuevo aumento del techo de la deuda que permitiera al Gobierno seguir tomando prestado dinero para pagar sus gastos operativos, se corría el riesgo de que el Gobierno federal entrase en suspensión de pagos el 3 de noviembre" aliviando las presiones sobre este tema para el resto de la presidencia de Obama.

Se corría el riesgo de un cierre parcial del Gobierno en diciembre, cuando vencía la actual dotación de fondos para las agencias federales, como el que se vivió en 2013, cuando la Administración se vio obligada a cerrar durante varias semanas precisamente por la falta de acuerdo presupuestario.

Gracias a este acuerdo hasta marzo de 2017 no se aplicará el techo de la deuda federal que limita la capacidad del Tesoro para pedir préstamos. La opción de ampliarlo hasta los 19,60 billones de dólares como se venía proponiendo en las negociaciones se hacía difícil dado que llevaría aparejado que, por primera vez desde la instauración del límite de la deuda, éste sobrepasaría el crecimiento potencial nominal (que calcula la propia Casa Blanca) de los EE.UU. y que se estima para el tercer trimestre de este año en los 18,55 billones de dólares.

Como triste record, previamente el límite de la deuda sobrepaso el crecimiento nominal en el primer trimestre del 2012 mientras que la deuda pública lo hizo en el último trimestre del mismo año.

El límite de la deuda ha pasado de los 9,82 billones de dólares en el primer trimestre del 2008 ha los 18,13 en el que se mantenía desde el primer trimestre de éste año (y que ayer se suspendió) lo que viene a significar casi su duplicación en apenas 5 años y medio. La deuda per cápita ha pasado de los 32.834,69$ al final del ejercicio 2008 (30/09/2008) a los 56.600,73 $ (el pasado 30/09/2015).

Nada más producirse la suspensión del límite de la deuda (verdadero hándicap a las ansias de endeudamiento gubernamental) la deuda se ha incrementado, en un solo día, en 309.109,4 millones de dólares lo que viene a poner de manifiesto la “contabilidad creativa” que hay detrás de todos los datos que nos suministran lo gobiernos sobre este tema.

La deuda Federal está creciendo en términos nominales un 4,79% interanual (las proyecciones con este ratio sitúan la deuda alrededor de los 19,6 billones en marzo del 2017, curiosamente el nivel que se negociaban de incremento del límite de la deuda a esa fecha) por lo que es de esperar que queden por aflorar del orden de otros 285.000 millones de dólares en los próximos días. De momento este salto, significa que cada americano debe 1.000 dólares más que antes de ayer. Los ingresos personales “per capita” según los cálculos del B.E.A (Bureau of Economic Analysis) fueron de 47.388 dólares en el segundo trimestre del 2015.

Las proyecciones no son especialmente halagüeñas. Considerando un crecimiento del PIB nominal del 3,5%, la deuda Federal del 4,7%, la población del 0,7% y los ingresos personales un 4%, dentro de 10 años, los americanos deberán cada uno más de 80.000 dólares y el ratio Deuda sobre el PIB rodará el 120% del PIB.

Hay una mala noticia adicional, la deuda Pública (que como en Europa, debe incluir no solo la deuda Federal sino también la de los Estados y las entidades locales) es ya alrededor de 3,0 billones de dólares más alta de los datos que hemos manejado hasta ahora. Incluirla nos daría ya un ratio de deuda pública sobre PIB del 120%.

No crean los cálculos que la Casa Blanca realiza sobre el ratio Deuda /PIB y que los sitúan en el 73%. Este dato solo incluye como deuda Federal lo que ellos llaman “deuda en manos del público” (Debt Held by the Public) descontándose la partida de deuda que está en manos de otros organismos públicos americanos (Intragovernmental Holdings). Al fin y al cabo todo es deuda e imagino que habrá que pagarla, aunque sea a ellos mismos (garantizan el pago de las pensiones).

O ¿no?

NOTAS:

  1. El Congreso de los Estados Unidos es el depositario del poder legislativo y es un órgano bicameral, compuesto por la Cámara de Representantes y el Senado.

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