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Oleada de optimismo en el Salón Barcelona Meeting Point

El sector inmobiliario vuelve a sonreír en España

 El recinto ferial de Montjuïc acoge desde hoy y hasta el próximo domingo una nueva edición del salón inmobiliario Barcelona Meeting Point (BMP), en el que participan 280 empresas de 15 países y los principales fondos de inversiones internacionales. El salón, organizado por el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), se celebra en un contexto generalizado de optimismo ante la incipiente recuperación del sector en España, como indican todos los indicadores económicos.
El recinto ferial de Montjuïc acoge desde hoy y hasta el próximo domingo una nueva edición del salón inmobiliario Barcelona Meeting Point (BMP), en el que participan 280 empresas de 15 países y los principales fondos de inversiones internacionales. El salón, organizado por el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), se celebra en un contexto generalizado de optimismo ante la incipiente recuperación del sector en España, como indican todos los indicadores económicos.Marta Perez (EFE)

Altos directivos de Colonial, Merlin Properties y Grupo Lar se han mostrado este miércoles optimistas respecto al crecimiento del sector inmobiliario en España, según su participación en la sesión 'España: de moda otra vez' en el salón inmobiliario Barcelona Meeting Point (BMP), que se celebra desde este miércoles al domingo en el recinto Montjuïc de Fira de Barcelona.

El presidente de Grupo Lar, Luis Pereda, y el socio fundador de Merlin Properties, Ismael Clemente, han coincidido en que los precios en España están empezando a crecer pero siguen siendo inferiores que en otros países europeos, lo que atrae a los inversores internacionales.

El consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, ha hablado de “buenas perspectivas” por el incremento de rentabilidades asociado a la subida de precios, aunque ha matizado que los resultados de las operaciones que ahora se empiezan a ver no se van a notar en la cuenta de resultados hasta 2016.

Pereda ha señalado que la bajada de los alquileres en España ha sido mayor que en otros lugares, pero también la recuperación lo será porque los contratos son de menor duración (unos tres o cuatro años).

Clemente ha afirmado que España está ahora ante un ciclo inmobiliario muy prometedor: “Tenemos por delante de cinco a siete años buenos”, aunque con riesgos como la evolución del crecimiento mundial e influencias políticas.

En el apartado de riesgos, Viñolas ha hecho referencia a que los inversores dan por sentado que los precios van a subir a la hora de calcular rentabilidades esperadas, y que están realizando algunas compras por su precio reducido sin tener en cuenta la calidad del producto, así como el desequilibrio que todavía existe entre oferta y demanda en algunos ámbitos --como el residencial-- y lugares.

En la inauguración del evento que este año reúne a 280 empresas de una quincena de países y a cerca de 40 fondos de inversión internacionales, el secretario de Estado de Economía, Álvaro Nadal, ha advertido de que la “incertidumbre política” puede alejar a los inversores de España, situación de la que por ahora se mantiene ajeno el sector inmobiliario, inmerso en un proceso de recuperación que se prevé lento y desigual.

A dos meses de las elecciones generales y en pleno debate soberanista catalán, el responsable económico del Gobierno ha destacado que, si se puede garantizar que la mejora de la competitividad, el crecimiento económico, la creación de empleo y la consolidación de las cuentas públicas van a continuar en España “sin sobresaltos”, entonces “tendremos cierta garantía de que los inversores” seguirán apostando por el país.

Por contra, ha añadido Nadal, “si lo que se anuncia para el futuro son otras cosas, va a ser más difícil que vengan”.

Este es el mensaje que ha querido transmitir Nadal a los empresarios del sector inmobiliario, que aseguran que, de momento, la tensión política no está afectando al negocio y que los inversores nacionales e internacionales siguen apostando por el residencial español.

“En Barcelona, la mitad de nuestros compradores son extranjeros y no hemos detectado ni mayor ni menor interés por el tema político. Parece que la gente tiene asumido que no va a pasar nada o que pase lo que pase, no va a afectar a su inversión”, ha explicado la consejera delegada de la promotora catalana Vertix, Elena Massot.

En esta línea se ha expresado también el máximo responsable de la promotora vasca Neinor Homes, Juan Velayos, quien ha dicho que hace un tiempo la situación política era un factor de riesgo para el sector inmobiliario, pero que “cada vez lo es menos”.

“Creo que la impresión que tiene el inversor es que hay mucho ruido y pocas nueces y que no va a haber cambios que desestabilicen el mercado”, ha comentado este ejecutivo.

Los empresarios que han participado en las diferentes sesiones del BMP han coincidido también en destacar que la expansión del sector es una realidad, después de varios años de profunda crisis, pero que esta recuperación va a ser lenta y dispar.

“Esto no se va a recuperar como si fuera un tren, sino más bien como una autovía donde hay camiones, coches, motos y gente en bici”, ha subrayado el director general de la Sociedad de Tasación, Juan Fernández-Aceytuno.

Esta recuperación será más intensa en las grandes capitales, donde los precios de algunos inmuebles han empezado a subir, mientras que aún puede tardar en llegar a las zonas con menor demanda, lo que dibuja un mercado inmobiliario español que se mueve “a dos velocidades”.

La Asociación de Promotores de Barcelona (APCE) estima que este 2015 se comenzarán a construir en Cataluña entre 6.000 y 6.500 nuevas viviendas, una cifra notablemente superior a la de los últimos años, pero que queda aún muy lejos de los datos de 2006.

El punto de inflexión se registró en el año 2013, cuando en toda la comunidad se empezaron a construir 3.036 viviendas. En 2006, el año de máxima producción, se alcanzó la cifra de 126.000 viviendas iniciadas.

“Lo que se iniciaba en 2006 en una semana es lo que iniciamos en todo un año”, ha señalado el presidente de la APCE, Lluís Marsà, que no se ha atrevido a vaticinar cuándo el sector inmobiliario volverá a operar a velocidad de crucero.

En el salón BMP, la inmobiliaria Anticipa ha presentado un estudio que prevé que el número de nuevos hogares en España aumentará en unos 225.000 entre 2015 y 2018, pese a la reducción de la población prevista, y que las viviendas que se incorporen al parque actual serán unas 230.000 en los próximos cuatro años.

El estudio, elaborado por el catedrático Josep Oliver, apunta que las viviendas nuevas y de segunda mano disponibles para uso principal, que en 2014 eran 983.000, pasarán a unas 978.000 en 2018, aunque la recuperación económica podría acelerar la salida de los jóvenes de sus domicilios familiares, lo que ayudaría a reducir el remanente actual de vivienda vacía.

En la presentación del informe, el consejero delegado de Anticipa Real Estate, Eduardo Mendiluce, ha dicho que se necesita un “entorno jurídico estable” para potenciar el alquiler de viviendas, que en nuestro país tiene un gran recorrido, y ha asegurado que “estamos viviendo cierto ruido” que no ayuda a impulsar este segmento. 

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