_
_
_
_
_
Las comisiones no tienen un límite máximo en España y suelen depender del grado de vinculación

Cuánto pagar por cada servicio bancario

Thinkstock
Nuria Salobral

Las comisiones bancarias en España no tienen un límite máximo y su aplicación acaba por depender del grado de vinculación del cliente con su banco. El hecho de que no haya topes máximos ha quedado reflejado en el real decreto sobre la comisión por el uso de cajeros, que evita establecer una comisión máxima y deja al criterio del banco propietario del cajero la fijación de la tasa que aplicará a la entidad rival.

En un momento de extrema dificultad para el negocio, con tipos de interés en mínimos, la tendencia del sector está siendo incrementar las comisiones, salvo para aquellos clientes considerados más solventes y a los que se quiere conservar. Por eso, cada cliente deberá vigilar qué comisiones se le aplica ya que no hay una política uniforme en las entidades financieras. Sí están obligadas en cualquier caso a informar al cliente y a publicar en su página web las comisiones que aplican habitualmente. Deben enviar esta información con carácter trimestral al Banco de España, que la ofrece en su página web: www.bde.es. Así, cada cliente puede consultar qué tarifas son las habituales para según qué servicios, aunque estas tarifas sean las generales, al margen de lo que se logre pactar con la entidad.

 

Hipotecas: costes si se cambia o se cancela antes de plazo

La banca está inmersa en una fuerte rivalidad por conceder hipotecas a los clientes considerados solventes, con los que este tipo de crédito bien puede suponer el inicio de una larga relación que incluya el contrato de más productos. Esa rivalidad ha derivado en fuerte competencia en precios, que también suele abarcar el cobro de comisiones. Así, las hipotecas más atractivas no solo lo son por tener el diferencial más bajo –asociado por lo general a una fuerte vinculación– sino por no tener comisiones. Las comisiones más básicas, y también más costosas al inicio de la operación, son las de estudio y apertura, que pueden rondar el 1% sobre el importe del crédito que se concede. La vida de la hipoteca suele ser larga y hay que considerar también las comisiones que se aplican en caso de tener que renegociar las condiciones del crédito o de, en el caso opuesto, cancelarlo de forma anticipada, para suerte del cliente. El cliente deberá conocerlas al firmar el contrato.

Así, la novación o cambio de las condiciones de la hipoteca –ya sea la ampliación o reducción del capital, la alteración del plazo, el cambio de las garantías personales o cualquier otra condición– se beneficia de unos menores costes notariales y registrales, aunque se aplica por lo general una comisión de entre el 0,5% y el 1% del capital pendiente. El Banco de España explica que si el cambio solo consiste en ampliar el plazo de una hipoteca a interés variable, la comisión está limitada al 0,1%. La comisión por cancelación o amortización total también está limitada al 1%.Si la amortización es parcial, la comisión podrá superar el 0,5% de la cantidad amortizada si la operación se da en los primeros cinco años de vida de la hipoteca, y el 0,25% si se amortiza con posterioridad. Siempre que no s

Descubiertos: coste máximo del 8,75% este año

Quedarse en descubierto (saldo deudor en la cuenta) no solo es señal de falta de recursos sino que además es motivo de una costosa penalización. Si ha retirado dinero sin que haya saldo suficiente, el banco le adelantará la cantidad pero, a cambio, el cliente debe devolver cuanto antes ese anticipo, pagar los intereses del descubierto y también las correspondientes comisiones. Según explica el Banco de España, está prohibido cobrar comisión si el descubierto se produce solo por un baile de fechas en los ingresos y reintegros en la cuenta corriente, algo atribuible al banco. En todos los demás casos, el coste total del descubierto (intereses más comisiones) está limitado por ley para los particulares.

Así, la TAE que se aplica al descubierto en las cuentas corrientes no puede superar 2,5 veces el tipo de interés legal del dinero, determinado en los Presupuestos, y que para 2015 es del 3,5%. Por tanto, no podrá superar el 8,75%. Junto a la comisión por descubierto –el interés que cobra el banco durante el tiempo que la cuenta está en negativo–, también existe la comisión por reclamación por descubierto, en la que no se aplica la limitación anterior y que cobra el banco por las gestiones de reclamar al cliente el saldo negativo. Adicae sostiene que algunos bancos no avisan antes de aplicarla y que puede llegar a los 45 euros de Cajamar o los 39 de BMN.

Tarjetas: coste solo por tenerla y sorpresa si se llega a perder

La comisión por el uso de la tarjeta en cajeros de entidad distinta a la propia está en plena revisión. El Gobierno ha decidido que es el dueño del cajero quien la establece y la repercute a la entidad de origen del cliente, que decidirá si la traslada o no, y en qué grado, al usuario. Ahora es el turno para que negocien las entidades, aunque hay otras tantas comisiones bancarias vinculadas a las tarjetas de débito y crédito con unas tarifas muy claras. De entrada, las tarjetas de débito, asociadas a la cuenta corriente del cliente, implican una comisión por emisión y renovación o mantenimiento que el banco cobra habitualmente de forma anual y por un importe fijo. Suele ser cero para los clientes más vinculados, para los que el banco suele reservar el cobro de comisiones en las tarjetas de crédito.

En la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) señalan que el mantenimiento de la tarjeta de débito, se utilice o no, puede llegar a costar 70 euros al año en Banco Mediolanum o 60 euros en Cajamar. En la tarjeta de crédito es mucho más frecuente el cobro de la comisión anual por emisión y mantenimiento, a la que se añade la que se aplica cuando se supera el límite del crédito o hay un retraso en los pagos. En caso de pérdida de tarjeta, la ley señala que el titular soportará las pérdidas hasta un límite de 150 euros. Una vez avisado el banco de la desaparición, el titular no tendrá que hacer frente a ningún pago por el uso irregular que se haya dado a la tarteja después de esa notificación.

Cuentas: tasa por lo básico a menos que se cumplan requisitos

La apertura de una cuenta corriente en el banco lleva aparejado un coste con el que la entidad cobra por la custodia del dinero y el apunte de los cargos y abonos, si bien es un servicio muy básico cuyo coste suele quedar eliminado en primer lugar cuando se exime del pago de comisiones al cliente. De hecho, las políticas de comisiones cero suprimen del pago de comisiones no a todo tipo de servicio bancario sino a los más elementales como el mantenimiento de la cuenta o las transferencias, si bien la tasa por el uso de cajeros de una entidad distinta a la propia sigue sujeto a negociación por las entidades. La apertura de una cuenta corriente también supone una labor de información de los movimientos por parte de la entidad que también tiene un coste, en especial si se envía por correo ordinario y no electrónico. Se trata de servicios muy básicos pero que cuestan dinero si no se negocia con el banco o se cumplen ciertos requisitos.

Según la comunicación remitida al Banco de España, referente al segundo trimestre de este año, la apertura de una cuenta que no requiera domiciliar nómina ni un saldo mínimo, sin límites en pagos domiciliados y con uso de tarjeta de débito tiene en Bankia un coste anual de 68 euros. En BBVA, la citada tasa asciende a un total de 164,6 euros, aunque la entidad libera de la comisión si el cliente recibe ingresos mensuales superiores a los 600 euros por la domiciliación de nómina o pensión.

Cheques: negociar el cobro gratis y pagar por la entrega

Cuando se trata de cobrar un cheque, lo habitual es que el beneficiario no pague comisión. Como en todo lo que tiene que ver con las tasas bancarias, dependerá de lo pactado por el cliente con su entidad, pero lo normal es que los gastos que ya supone el mantenimiento de una cuenta corriente incluyan el suministro del talonario de cheques y su cobro en efectivo que, eso sí, deberá hacerse en la oficina de la cuenta de quien emite el cheque en cuestión, según explica el Banco de España.

Sí se encontrará con el pago de comisiones quien haga entrega de un cheque, por ejemplo quien vaya a pagar una casa y reciba un cheque de su banco con la totalidad de la cuantía que deberá abonar al vendedor, incluido el importe de la hipoteca. Se abonará un porcentaje sobre la cuantía total, siendo recomendable que el cliente cobre el cheque en la oficina en la que tiene la cuenta y no en cualquier otra de la red de su banco con tal de abaratar el coste. Por ejemplo, y según la información remitida por las entidades al cierre del segundo trimestre al Banco de España, Banco Santander cobra de forma habitual, al margen de lo pactado con cada cliente, una comisión del 0,06% por el importe cobrado en un cheque igual o inferior a los 300.000 euros. Para la misma cuantía, la comisión de Banco Popular es del 0,07%.

Transferencias: coste para quien paga y para quien recibe

El pago de una cantidad de dinero a través de un banco a una persona física o jurídica tiene un coste que, según normativa europea, se comparte desde 2009 entre quien hace el abono y quien lo recibe, siempre que sea en euros o en moneda de algún estado miembro de la UE. Otra cuestión es que el cliente quede libre del pago de esa comisión por lo pactado con su entidad. La comisión por transferencia es uno de los servicios que ahorran al cliente las entidades que conservan la política de comisiones cero, al menos para los clientes preferentes o más vinculados.

Aun así, el cliente ha de saber que bien puede ser frecuente que sí se cobre comisión si la transferencia se hace en ventanilla y no en cajero o por Internet, como sucede por ejemplo en Bankia. También hay bancos que continúan haciendo distinción entre transferencias en plaza o fuera de plaza, estas con comisiones más altas ya que el destinatario está en un lugar geográfico distinto. Los bancos comunican las comisiones que habitualmente aplican al Banco de España, que hace pública la información en su web (www.bde.es). Y además en sus propias web están obligados a publicar sus tarifas, que recogen por lo general las máximas. Así, Caixabank señala que las transferencias tienen como mucho un coste del 0,4%, con un mínimo de 3,75 euros. Santander aplica el 0,4%, con mínimo de 3,95 euros.

Trading: pago por custodia y compraventa

La operativa en el mercado de renta fija o renta variable implica unos costes para el inversor que debe valorar con cuidado puesto que deberá descontarlos del rendimiento que obtenga de su apuesta inversora. Tanto si tiene un perfil conservador y opta por las letras del Tesoro como si es más atrevido e invierte en Bolsa, habrá de tener una cuenta de valores y deberá pagar al banco por la custodia de estos. En definitiva, para que el banco sea el depositario de la inversión inicial y del saldo que vaya quedando con cada operación. La comisión comienza a generarse ya desde la primera compra. Deutsche Bank tiene un coste del 1,4% sobre el importe depositado, con un mínimo de 12 euros y en Bankinter el porcentaje es del 1%, con un mínimo de 60 euros, según la comparativa de comisiones que ofrece Adicae, a partir de los datos que los bancos publican en sus páginas web. En Caixabank el porcentaje cae al 0,7%, con una tasa mínima de 10 euros, y en BBVA, es del 0,8% con un mínimo de 12 euros.

La comisión de custodia de valores de renta fija o variable es el primer paso; pero el inversor también deberá contar con las tasas que le cobre su bróker en las operaciones de compraventa. En este terreno se abre un universo en el que las entidades más competitivas son las online, frente a tasas de corretaje habitualmente superiores en la banca tradicional y el soporte físico. En Bankinter, la compraventa de valores tiene un coste por el 0,6% del importe, con una cuantía mínima de 15 euros si se realiza en el mercado español y de 60 si se realiza en el extranjero, según las tarifas máximas del banco. En Caixabank, el porcentaje es el 0,6%, con un mínimo de 13,5 euros en España y de 130 en el extranjero, con comisión del 0,95%.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

Archivado En

_
_