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El despertar de Julieta en España (y 2). Fray Arturo la lía otra vez.

Fray Lorenzo: Ve a tu casa; muéstrate alegre y acepta desposarte con París. Mañana, que es miércoles, te quedas por la noche sola en tu cuarto, intentando alejar a tu Ama. Cuando estés en el lecho, toma este pomito y bebe hasta la última gota de este destilado licor.

Inmediatamente correrá por tus venas un humor frío y letárgico, que amortiguará tus alientos vitales. Cesará de latir tu pulso y quedarás sin fuerza y sin calor. Tu vida parecerá acabada, y las rosas de tus labios y mejillas se marchitarán hasta quedar pálidas como la ceniza. Se cerrarán las ventanas de tus ojos, como cuando los cierra la muerte a la luz de la vida. Tus miembros, privados de toda flexibilidad, se mostrarán yertos y rigidos, como los de un cadáver. Todo demostrará que has muerto. Y en tal apariencia permanecerás cuarenta y dos horas, despertando después como de un plácido sueño.

Por la mañana del día señalado para tu boda, al ir a levantarte, te hallarán muerta en tu lecho. Entonces, como es costumbre en nuestro país, ataviada con tus mejores galas y descubierta en el féretro, te conducirán a la antigua cripta, donde reposa toda la familia de los Capuletos.

Mientras tanto, y antes que tú despiertes, Romeo se informará por cartas mías de nuestro plan, y vendrá. El y yo velaremos juntos tu despertar hasta que vuelvas a la vida, y aquella misma noche Romeo te llevará a Mantua. Esto te librará de ese inminente deshonor, …

Romeo y Julieta De W. Shakespeare.

Acto IV. Escena primera - Celda de Fray Lorenzo

Fray Lorenzo es un personaje fundamental en la tragedia. Inicialmente visto como una persona comprensiva y bondadosa, su principal virtud parece ser la de no estar involucrado con ninguna de las familias enfrentadas. Nada más lejos de la realidad. Su figura, en éste caso la iglesia, forma parte intrínseca de cualquier ecosistema político, social y económico. En este momento sus raíces están todavía en lo viejo, pero aspira a formar parte también de lo nuevo. Pero como Romeo no se atreve a dar el paso.

Accede a casar a la pareja y cuando todo se tuerce diseña el absurdo plan que básicamente consiste en mentir y engañar. Hay está básicamente su error: nada realmente nuevo se puede construir a partir de la mentira y retorcer la realidad. Simular que Julieta accede al matrimonio con Paris y simular, mediante un brebaje [1] la muerte de Julieta aparte de no ser ni práctico ni inteligente, se enfrenta a los imponderables de la realidad y del cambio. El mensajero de Fray Lorenzo para avisar a Romeo de sus planes no llega a Mantua (por algo tan incontrolable como que es acusado de propagar la peste). Romeo sin embargo si recibe la noticia de la muerte de Julieta. El cóctel fatal está servido. Y la tragedia se precipita.

Si no te dejan hacer algo, simula que aceptas su negativa. Disfraza de otra cosa que tú puedas controlar lo que te niegan hacer, pero toma como válido el mensaje que te transmiten a través de este mecanismo viciado. Espera que te contesten lo que quieres. ¿Pero y si no hay una respuesta clara que convenza a nadie? Y si el mensaje a los destinatarios finales no llegan por algún contratiempo. ¿Cómo avisamos? ¿Cómo controlamos la realidad a partir de ese momento? Se precipitará la tragedia?

No debe haber ninguna duda acerca de qué género musical pertenece este trabajo. A pesar de las voces a menudo utilizadas, aquí no se trata de una ópera en versión de concierto, ni de una cantata, sino de una sinfonía coral [Symphonie avec choeurs]. Si hay canto desde el principio es para preparar la mente del oyente para las escenas dramáticas cuyos sentimientos y pasiones deberán ser expresados por la orquesta. Yo también tenía en mente introducir a las masas corales gradualmente, a medida que el argumento musical se desarrolla teniendo en cuenta que su súbita aparición podría perjudicar la unidad de la composición.

Hector Berlioz sobre la Sinfonía dramática Romeo y Julieta

Sinfonia dramática Romeo y Julieta Hector Berlioz

Parte I - Estrofas "Premiers transports que nul n'oublie"

Shirley Verrett (Mezzosoprano)

El origen de su Sinfonía dramática Romeo y Julieta de Berlioz, necesitamos antes remontarnos al año 1827 en que una compañía de teatro británica visitó París para representar “Hamlet” y “Romeo y Julieta”. Shakespeare, una figura literaria creada por el romanticismo alemán, todavía no era muy conocido en Francia. A la cita se presentaron Víctor Hugo (el gran divulgador de Shakespeare en Francia y su círculo de influencia, entre ellos España), Alexandre Dumas y el joven y desconocido Berlioz. Para este último la cita no solo supuso descubrir a Shakespeare sino enamorarse de la bella actriz irlandesa Harriet Smithson, que interpretaba el papel protagonista en ambas obras (Ofelia y Julieta) y grabó en su memoria el poderoso efecto que le causaron aquellas noches:

Después de las sombrías nubes, de los vientos glaciales de Dinamarca, fue para mí una conmoción demasiado grande exponerme de pronto al sol ardiente, a las noches fragrantes de Italia, asistir a ese espectáculo de amor veloz como el pensamiento, ardiente como la lava, imperioso, irresistible, inmenso, inevitablemente puro y bello como la sonrisa de un ángel, las venganzas furiosas, los abrazos delirantes y las luchas desesperadas entre el amor y la muerte [...] ¡Ah, estoy perdido![2]

Harriet se convirtió en la inspiración para su Sinfonía fantástica y Shakespeare en la inspiración de su Sinfonía dramática. Berlioz se casó con ambos. Como suele ser habitual, la relación con los muertos suele ser más fácil y la admiración por Shakespeare fue la única que sobrevivió al paso del tiempo. Las estrofas del video de la Parte I de la obra, están dedicadas tanto a los personajes de la obra como al propio Shakespeare.

La Sinfonía dramática se completó diez años más tarde, en 1839, a este milagroso encuentro. Como anécdota Richard Wagner[3] y el gran violinista italiano Nícolo Paganini [4] se encontraban entre la audiencia.

La libertad de Berlioz al contar con la forma sinfónica es aprovechada de manera eficaz. La obra es específicamente dramática (está expuesto de manera clara en el título de la obra) ya que se basa en una obra de teatro y no en un poema. Pero va más allá ya que no es simplemente un arreglo de la obra de teatro en la que la música acompaña al drama como sí lo hace en la ópera o en la música incidental de teatro [5].

La sinfonía dramática Romeo y Julieta es una sinfonía de programa, que sigue la tradición de la “Sinfonia Fantástica” del propio Berlioz, la “Sinfonia Pastoral” de Beethoven son sus ejemplos, pero finalmente quiere convertirse en un homenaje, a su manera, de la sinfonia Nº 9 “Coral” de Beethoven.

Como la “Sinfonia Fantástica”, la sinfonía Romeo y Julieta cuenta una historia dentro de la música. Un oyente que no conozca la obra de Shakespeare no podría conocer el argumento solamente con oír la sinfonía. Sin embargo, quien conozca a Shakespeare puede oír temas de la obra teatral que la música refleja y comenta.

La rivalidad ancestral entre las familias, el amor entre los jóvenes (y el reto al que se enfrentan), el homenaje a Shakespeare y, lo que más me importa, la reconciliación de las familias son los temas en torno a los que gira la obra de manera destacada.

Sinfonia dramática Romeo y Julieta de Hector Berlioz

Parte III – Nº7 Finale

La reconciliación de los Capuletos y Montescos (omitida por otros autores en sus versiones de la obra) es el final de la obra de Shakespeare, y en esta sinfonía ocupa un espacio mucho más relevante que en la proia obra de Shakespeare. De tal forma que la obra culmina con un mensaje positivo y esperanzador, análogo al del final de la novena sinfonía de Beethoven a la que evidentemente quiso emular.

Berlioz logra dar con la clave de la obra que no es más que la reconciliación, antes que el amor (que no es más que un medio). El error, a mi entender, es que todo el pasaje final de la obra este centrado en la figura de un bajo (imagen de Fray Lorenzo). Un efecto más potente hubiera sido que todo el peso de éste final se hubiera centrado en una mezzo (imagen de Julieta). Lo nuevo, la concordia como única salida al conflicto enquistado. El engaño, representado por Fray Lorenzo (Fray Arturo) no es un buen punto de partida para comenzar algo sobre cimientos firmes.

Epilogo

Aunque la obra es una sinfonía y como ta,l tiene una estructura propia y un lenguaje narrativo propio y diferente al puramente dramático, existen versiones en forma de ballet. La más interesante de todas ellas es la realizada por el coreógrafo Thierre Maladain para el Ballet de Biarritz, con el subtitulo "Un sueño que era demasiado bello".

Trailer del Ballet "Roméo et Juliette. Un sueño que era demasiado bello"

Coreografia : Thierry Malandain

Musica : Hector Berlioz

Malandain Ballet Biarritz 2010

El final de la obra de Berlioz se trastoca en un fracaso de Fray Lorenzo (07:30) que tras el apoteósico final (09:18) se queda solo ante una humanidad (compuesta por multitud de Romeos y Julietas) que tras celebrar su salvación por el mensaje de renovación de Julieta, se vuelven a encerrar en las cajas (¿ataudes?), como si lo nuevo les asustara.

NOTAS:

  1. Gracias a que el tenia conocimientos de alquimia y manejo de brebajes y pociones
  2. Memorias de Hector Berlioz (1803 to 1865) (Página. 68. Traducción de Ana María Carnevali.)

  3. Algunos apuntan a que la obra ha ejercido una significativa influencia en Richard Wagner, quién quedó muy impresionado con ella. Algunos consideran que tuvo una influencia importante en “Tristán e Isolda”, ya que es posible apreciar la relación entre los primeros compases de dicha ópera y el comienzo del segundo movimiento (¿?).
  4. Un año antes,en 1838, Berlioz dirigía su “Harold en Italia” y su “Sinfonía fantástica” en la platea se encontraba Niccolò Paganini. Terminado el espectáculo, además de un caluroso gesto de agradecimiento frente a varios músicos aún presentes, el gran violinista le envió al día siguiente una carta de felicitación expresando el efecto que le causó aquella música, comparándole con Beethoven y regalándole la tremenda suma de 20.000 francos.Este acontecimiento no sólo marcó la carrera de Berlioz, sino la de todo el círculo de artistas y el mundo de la imprenta en Francia. Como retribución a este noble gesto, el compositor le dedicó su monumental Sinfonía Dramática Romeo y Julieta al violinista italiano. Posteriormente se descubrió que todo fue una estrategia de marketing del editor francés de Paganini, verdadero donante de la suma.
  5. De hecho, cuando Berlioz tuvo la oportunidad de usar parte de esta música en una producción de la tragedia de Shakespeare, la idea le pareció ridícula.

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