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Columna
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Los números señalan a Deezer

La prisa de Deezer por vencer a su rival sueco Spotify en una oferta pública de venta podría tirar para atrás a los inversores. El negocio de streaming de música solicitó ayer su salida a bolsa en París, que debería darle más poder de marketing para competir con Apple y otros. Pero las tendencias mixtas en número de abonados podrían constituir un ruido de fondo.

El tono parece armonioso al principio. Aunque en pérdidas, Deezer es al menos rentable en Francia. También cuenta con grandes sellos discográficos como inversores: Sony, Warner, Universal y EMI tienen un total combinado del 15,4%. Ninguno de estos u otros accionistas actuales venderá acciones.

Si se presta atención a la melodía de fondo, el resultado es más difuso. Deezer tiene un tercio del tamaño de Spotify, con solo 6,3 millones de suscriptores de pago a finales de junio en comparación con los 20 millones de su rival sueco. Aunque redujo su pérdida para el conjunto del año, el crecimiento de ingresos de Deezer del 53% a 141 millones de euros en 2014 fue solo ligeramente más rápido que del año pasado del 45% de Spotify a 1.000 millones de euros.

Otra nota discordante es que Deezer parece estar en mitad de una transición de modelo de negocio en Francia –su gran historia de éxito–. La compañía construyó su base de clientes franceses a través de una asociación con la empresa de telecomunicaciones Orange, que vendió el acceso a Deezer en paquetes combinados. Ahora Deezer está intentando vender directamente a los clientes. Debería ser más rentable, pero el cambio le ha pasado factura: el número de suscriptores que generan ingresos cayó un 2,1% en los seis meses hasta junio.

Deezer aún tiene que sacar dinero de otra parte, aunque opera en 180 países. Se estima que puede alcanzar el equilibrio en 2018, suponiendo que puede acumular 750 millones de euros en ingresos. Con rivales de la talla de Apple, Spotify, Rhapsody y Tidal compitiendo por esas ventas, el crecimiento de sus ingresos brutos a una tasa compuesta del 52% parece un desafío.

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