Gilinski se queda sin el Villa Magna
El empresario portugués Pedro Queiroz, propietario del establecimiento de cinco estrellas, ya busca nuevos compradores, pero no tiene prisa por vender
Lo que parecía una venta casi cerrada se ha echado a perder. Jaime Gilinski, inversor colombiano y primer accionista de Sabadell (con más de un 5%), y Pedro Queiroz Pereira, dueño del Hotel Villa Magna, han roto las negociaciones por el establecimiento de cinco estrellas de la capital.
En agosto, el holding portugués Sodim, propietario del hotel, respondió con una negativa a la última oferta de Gilinski, de 190 millones, porque se consideró insuficiente teniendo en cuenta la nueva coyuntura de recuperación en España. Aun así, la negociación quedó abierta por si alguno de los dos jugadores de esta partida movía ficha. Pero no ha sido así. Se ha certificado la ruptura y el dueño busca nuevas ofertas por este hotel. El mandato de venta del Villa Magna corresponde a la consultora JLL, que declinó hacer comentarios sobre la situación de la operación.
Aunque fuentes conocedoras del interés de Queiroz –propietario de compañías en diversos sectores, como la papelera Portucel– señalan que la estrategia del empresario portugués es buscar nuevas ofertas sin prisa. Cree que el nuevo contexto le beneficia.
Para la portuguesa Sodim, la última oferta fue insuficiente. Un portavoz de Queiroz justificaba hace dos semanas a este periódico que las cifras han cambiado pues la economía española está creciendo y los ingresos en turismo también aumentan, incluso a un mayor ritmo, especialmente entre los visitantes de Madrid, lo que está beneficiando al negocio. “El Hotel Villa Magna mantiene un alto nivel en tasas de rentabilidad y ocupación”, aseguraron fuentes de la empresa.
De hecho, las cuentas presentadas en el registro muestran esa mejora. Si en 2013 el hotel había facturado 19,5 millones, un año después la cifra ascendió hasta los 23,4 millones, un 19,36% más. A su vez, el beneficio creció un 62,75%, hasta alcanzar los 6,2 millones.
El Villa Magna es un hotel de cinco estrellas, con 150 suites, situado en el paseo de la Castellana. Junto al Ritz y al Palace, se encuentra en la más alta gama de turismo de lujo en la ciudad. Históricamente ha estado gestionado por Hyatt, pero tras la remodelación terminada en 2009, las riendas pasaron a Sodim.
Madrid, en el centro de atención
El propietario juega con el interés creciente de las cadenas hoteleras de lujo e inversores por España y concretamente por Madrid. La posible transacción seguiría la estela de la reciente venta, también en Madrid, del Hotel Ritz, comprado por la familia saudí Olayan y el grupo hotelero Mandarin, quienes desembolsaron 130 millones. En principio, Gilinski tenía como objetivo llegar a un acuerdo con alguna marca hotelera de prestigio que se hiciera cargo de la gestión.
Este interés por Madrid se concretó también este jueves con el desembarco de la cadena hotelera española BlueBay, que gestionará el Hotel Miguel Ángel e invertirá 35 millones para modernizar el establecimiento de cinco estrellas, tras alcanzar un acuerdo con su propietario, el británico de origen iraquí Nadhi Auchi. Además, dentro del proyecto Canalejas, que OHL desarrolla junto a la Puerta del Sol, está previsto que Four Seasons abra su primer hotel de lujo en la capital. Los propietarios del Villa Magna no tienen prisa, porque saben que operaciones de este tipo pueden tardar hasta dos años en cerrarse, como ocurrió con el Ritz.