“Los que especulan con el arte se pierden lo mejor”
Bárbara de Rueda defiende una mayor educación artística y apoya el papel de los galeristas
Habla con encendida pasión de todo lo que rodea al arte, tanto como forma de expresión y de cultura, como del papel que representa para quien se implica en este mundo. Bárbara de Rueda lo hace desde el conocimiento que le otorga llevar una vida en él, tanto como pintora y fotógrafa, como desde el coleccionismo:“Siempre he tenido una relación muy estrecha con el arte”, afirma.
Su colección está compuesta por cerca de 300 cuadros, el 85%, calcula, de artistas españoles.
Entre ellos, obras de Miquel Barceló, Alfonso Albacete o Jose Manuel Ballester. Su marido, Alfonso Corral, la inició, aunque como recuerda Bárbara de Rueda, “tuvimos la mirada en la misma dirección durante muchos años, así que comprábamos lo que nos gustaba a los dos”. El fallecimiento de su pareja hace siete años no ha frenado su gusto por el arte, aunque, reconoce, aumentar la colección le resulta más complicado:“ahora estoy yo sola, y tienes que apartar la faceta de artista para poder apreciar cosas nuevas”.
Lo bello y lo estético
De rueda relata que su ojo, que reconoce muy bien trabajado desde muy joven, se fija ahora en la escuela artística de Düsseldorf: “Se dedican a la arquitectura, en su mayoría autores alemanes. Lo que hacen algunos de ellos es convertir un sitio, por ejemplo, un mercado, en una obra de arte. Todo lo que trasnforma una realidad en algo más bello, me atrae”. Y es que, como afirma, “yo creo en lo bello, no en la vomitona. Lo bello es lo que ensalza. Para mí, la estetica es muy importante”.
Sus últimas tres adquisiciones las cerró en el última Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Santander, ArteSantander. De Rueda explica cómo es su personal proceso de compra: “El cuadro me tiene que emocionar. Es algo que debe venir del subsconsciente. Después de verlo varias veces, piensas que lo necesitas en el puzzle de tu vida, y acabas llevándotelo”. Explica que su pasión con el arte no tiene nada que ver con un aspecto especulativo. De hecho, rechaza hablar de sus adquisiciones como de “inversiones”, y cree que el valor del arte va más allá de su estimación económica. “Son cuatro los que especulan con el arte”, asevera:“Y se pierden lo mejor. El enamorarse de una obra, o la fascinación que puede ejercer un cuadro sobre ti. Además, hay veces que este mundo complicado no te deja respirar, y existe una necesidad tangente de algo que te lo permita. El arte no solo te deja respirar, sino que es una ventana a la imaginación”.
Algo que a la coleccionista le gustaría hacer llegar a más gente, tanto jóvenes como adultos.Pero señala algunos estigmas, en su opinión equivocados, que rodean al arte y al coleccionismo: “A mucha gente le impone abrir la puerta de una galería, porque cree que se le va a acercar un señor a venderle algo. Y no es así. Te vas a encontrar una persona encantadora que, si tú quieres, te va a atender y si no, te va a dejar ver su colección”. Este temor, cree De Rueda, está relacionado con un segundo prejuicio:“El que dice que solo puede comprar arte quien tiene mucho poder adquisitivo. Y la persona que entra en una galería, piensa que está en un mundo que no le pertenece, y entra con timidez y con miedo. Pero es falso, es otro inmenso prejuicio”.
Falsos mitos que llegan de una ausencia de educación en materia artística. “Al Estado no le interesa el arte, y es una posición completamente errónea. El arte te hace pensar. Es una falta de educación de nuestros políticos. El arte es como la música, doma a las fieras”. Reivindica además la figura divulgativa del coleccionista, ya que, “cuando deja una obra para que se exponga, nunca lo hace por dinero. Lo hace para enseñarla, que se pueda ver, que es lo importante”. Por ello, reclama un mayor soporte público:“Solo se está pidiendo que se subvencione el seguro y el transporte. Pero las administracioens tienen margen para invertir en otras cosas que les interesan más”.
Bárbara de Rueda aconseja a quien quiera iniciarse en el mundo del coleccionismo “lanzarse, sin más. Y cuando las preguntas sean muy acuciantes, acudir a alguien”, ya que, como explica, ahora hay muchas opciones, tanto de compra como de asesoramiento:“Hay muchas ferias, ahora ha estado Summa y este mes Estampa. Este tipo de encuentros están muy bien. Y en cuanto a la ayuda, hay asesores, y los galeristas y los coleccionistas que siempre pueden aconsejar. Además, ahora en otoño, que parece que cuesta avanzar después del sol, es un buen momento. El arte te hace entrar mucho mejor en el invierno”.