Quien a QE mata, a QE muere.
Sorpresa en los mercados bursátiles de Wall Street ayer ya que, por la tarde empezaron a perder terreno hasta borrar completamente las ganancias que habían logrado el Dow Jones y el S&P 500 a la apertura.
Dos horas antes del cierre comenzaron las ventas y llevaron a ambos índices a territorio negativo, en el Dow Jones del 1,29% y en el S&P 500 del 1,35%. El índice tecnológico Nasdaq, el último de los tres índices en sucumbir a las pérdidas, cayó algo menos que los dos anteriores (-0,44%). Así, el mercado neoyorquino se desmarcó del fuerte rebote que vivieron ayer martes las bolsas europeas, que han celebrado las recientes decisiones del Banco Popular de China, tras el lunes negro provocado por el pánico del mercado chino.
Tras una semana de severas caídas en los mercados bursátiles asiáticos, y cuando se multiplicaban las voces críticas sobre su actuación en todo éste episodio, las autoridades chinas dieron ayer martes un golpe de efecto con una rebaja de 25 puntos básicos los tipos de interés (por quinta vez en nueve meses) y una reducción en medio punto porcentual el coeficiente de caja de los bancos (la proporción de sus activos que deben mantener en líquido) para reactivar su mermada economía e inyectar liquidez en el sector financiero. Con estas decisiones, los tipos de interés de los préstamos quedan en el 4,6% y el de los depósitos en el 1,75%.
Con esta doble medida, el banco central trata de frenar la sangría en los mercados y mejorar las perspectivas de crecimiento de su economía (real epicentro de los problemas actuales).Esta doble medida es interpretada como una respuesta contra la mayor caída en los mercados de valores del gigante asiático en casi dos décadas.
El IBEX madrileño subió ayer un 3,68% y recuperó parte del terreno perdido el día anterior. Pese a este repunte, pierde más de un 7% en las últimas cinco sesiones. Lo mismo ocurrió con el resto de grandes plazas europeas. Todas ellas rebotaron con fuerza. El DAX alemán ganó un 4,97%, el CAC francés un 4,14% y el FTSE londinense un 3,09%.
Los datos económicos publicados ayer (fuerte incremento del IFO alemán), pasaron desapercibidos por el mercado concentrado en otros menesteres. Lo que no deja de ser un nuevo síntoma del espejismo que viene viviendo los mercados financieros desde 2007.
Pero la gran pregunta es, ¿lo de China no es más que un pequeño bache o es el preámbulo a algo más fuerte como por ejemplo a una recesión global? Mucho me temo que es lo segundo y, por lo tanto, nuevas medidas de estímulo lejos de apaciguar las cosas no van a hacer más que ponernos sobre la mesa la cruda realidad de las cosas que llevamos ocultando debajo de tanto "papelito".