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El temor a un frenazo global acelera las ventas

Los analistas avisan: las caídas pueden seguir

Un inversor frente a un panel de la Bolsa de Shangái
Un inversor frente a un panel de la Bolsa de ShangáiEfe

El derrumbe de las Bolsas asiáticas ha sido el pistoletazo de salida para una avalancha de ventas esta mañana en las Bolsas europeas, con el Ibex, que ha registrado una caída del 5,01%. La inquietud sobre la economía china se ha convertido estos días en abierta desconfianza y los inversores empiezan a preguntarse si están o no ante el pinchazo económico de la segunda mayor economía del mundo, con el arrollador efecto expansivo que esto podría provocar a nivel global.

Los efectos de esta sospecha se hacen notar en todos los frentes del mercado y la caída bursátil está acompañada de descensos también en los precios de la deuda y de las materias primas, muestra de la inquietud que rodea no solo a China sino al conjunto de mercados emergentes, que ven también como se resienten sus divisas. La pregunta es ahora si este movimiento va a prolongarse en el tiempo, de modo que tome cuerpo la sospecha de una fuerte ralentización del gigante asiático con todas sus consecuencias, o si la reacción de los inversores está siendo exagerada. Más aún en un momento como el actual, con un volumen de negociación inferior al habitual.

Julius Baer

El banco suizo advierte tajante de que hoy no es el momento para comprar, ni siquiera para aquellos que creen que pueden encontrar una oportunidad ante la fuerte caída de los precios. El banco suizo apunta a un sentimiento muy parecido al pánico entre los inversores y considera que aún es muy pronto para saber si estamos ante una oportunidad de compra en los niveles actuales. La clave es tener mayor claridad sobre el horizonte de la economía asiática, sin que haya por el momento certezas sobre cuánto tiempo hará falta para saber si los indicadores económicos van a ser mejores.

El banco helvético descarta en cualquier caso que el derrumbe en el precio de las materias primas y de las divisas emergentes se deba a una recesión global y la atribuye en cambio a la negativa de los países productores a reducir la producción. “Dado que no esperamos una recesión global en este momento, creemos que los precios de las materias primas han reaccionado en exceso y deberían recuperarse de nuevo”, añade Julius Baer.

Nicolás López, analista de MG Valores

Este experto cree que lo que viven los mercados es una corrección, pero no todavía un cambio de tendencia. “Es difícil saber qué descuenta la Bolsa. Por la reacción de hoy se puede interpretar que el mercado se está ajustando a un escenario en el que una desaceleración de China provocará tensiones en otros países emergentes y dañará al crecimiento económico mundial”, aporta. En su opinión, es pronto para estimar que la crisis china pueda desembocar en una nueva recesión mundial. “La corrección es relativamente normal. Sobre todo en Estados Unidos, que lleva cinco o seis años de racha alcista. Es normal que haya una corrección, pero creo que será pasajera”, indica.

Eso sí, aunque considere que es normal que las Bolsas caigan sin perder su tendencia alcista, cree que los descensos pueden acelerarse. Según López, el selectivo estadounidense S&P podría bajar otro 10% hasta los 1.800 puntos. En el caso de las Bolsas europeas considera que podrían volver a los mínimos del año pasado. Es decir, el Ibex caería hasta los 9.400 puntos y el Eurostoxx 50 hasta los 2.800.

Miguel Ángel Paz, director de gestión de Unicorp

El mercado está empezando a descontar un escenario deflacionista mundial, pero es pronto para extraer esa conclusión. Así lo cree Miguel Ángel paz, director de gestión de Unicorp. “Si nos creemos que los precios de las materias primas y de energía van a seguir corrigiendo a ritmos similares a los de los últimos meses, sí que tendremos un escenario de deflación y tanto Estados Unidos como Europa se japonizarían, viviendo años de crecimientos débiles y deflación. Ante este escenario sí que habría que deshacer riesgos y adaptar las carteras para un escenario de mercados bajistas”, considera.

Pero no cree que sea el caso. “Pensamos que lo vivido estos meses ya lo vimos el año pasado y lo que vamos a vivir los próximos meses no es deflación, sino una inflación baja y controlada y crecimientos también débiles, por lo que tenemos que ver la corrección como una oportunidad de comprar barato”, indica.

Para los analistas de Finanduero es vital tener más información sobre la economía china. El curso de los mercados se decidirá en función de si los inversores piensan o no que hay una burbuja en el gigante asiático que está empezando a pìncharse. “Las caídas de estos días de la Bolsa están siendo en vertical, no hay rebote, Y el volumen ha aumentado en los últimos tres días, las caídas con volumen son más serias”, explica la firma. Aun así, confían en que este movimiento se vea frenado de alguna manera por el hecho de que en la actual coyuntura, la Bolsa sigue siendo el principal activo en el que invertir y de que hay una ingente liquidez en el mercado.

Departamento de análisis de Bankinter

Bankinter sigue pensando que las Bolsas europeas son una buena alternativa para invertir, pero comienza a tener dudas del impacto que puede tener sobre el mercado la tensión en China. “El gigante asiático se desacelera pero nadie sabe realmente la magnitud del parón. Ese es el quid de la cuestión, porque si nos encontramos ante un aterrizaje brusco, estamos hablando de una bomba de relojería. Además, no sólo preocupa el freno de su economía sino las implicaciones a nivel global que ello conlleva: caídas en los precios de las materias primas, contagio a otros países emergentes, penalización de las compañías exportadoras, etc.”, señalan en su informe semanal.

Por eso, afirman que se están replanteando la situación. “Los inversores más agresivos pueden aprovechar la situación tomando posiciones inversas en renta variable emergente, con un ETF, por ejemplo”.

Natalia Aguirre, directora de Análisis de Renta 4 

Las caídas se deben a que el mercado esperaba medidas más contundentes de apoyo a la Bolsa china, como una bajada de tipos de interés o inyecciones de liquidez. La noticia de que se permitirá invertir a los fondos de pensiones el 30% de su patrimonio en la Bolsa, que supondrá entre 150.000 y 300.000 millones, ha sido insuficiente. Pero la clave está en si la caída de la Bolsa china tendrá repercusión en la economía real del planeta. De momento, su PIB sigue creciendo a un ritmo del 7% anual y el índice de Shanghai está en niveles de febrero. Ha corregido eso sí, desde los máximos que marcó en julio, cuando llegó a subir un 60%. Tras las caídas de las últimas sesiones, las Bolsas europeas no están sobrevaloradas. 

Jean-Sylvain Perrig, director de inversiones de UPB

El experto considera que no hay razón para el pánico. Una caída del 4% del yuan no es, por sí misma, lo que puede dañar la economía mundial. La explicación de las grandes oscilaciones en los mercados es probable que se encuentre en la liquidación de posiciones apalancadas en todo el mundo, particularmente en China. Los bajos niveles de liquidez están exacerbando la venta indiscriminada. La devaluación china tendrá impacto en los exportadores de Asia y en empresas europeas, pero el efecto en los EE UU y en Reino Unido debería seguir siendo limitado.

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