La ola de calor deja una vendimia con menos uva
La época de la vendimia se acerca a marchas forzadas. Tradicionalmente en septiembre, la ola de calor ha motivado que se acelere el periodo de recogida, por lo que en algunas Denominaciones de Origen (DO) como Rueda, o las uvas blancas de Rioja, va a comenzar en los últimos días de agosto.
La climatología ha afectado de forma directa en la campaña de este año. Para bien y para mal. De forma negativa, ha supuesto un menor número de uvas, como explica Jesús Díez de Íscar, director técnico de la Denominación de Origen Rueda. “Este año tendremos una pequeña reducción de la cantidad recolectada”, afirma el representante del consejo regulador. El pasado ejercicio se recogieron 96 millones de kilogramos de uvas en esta región vinícola.
Las previsiones difieren bastante dependiendo de la región, pero por lo general hay un ambiente positivo en cuanto a la calidad de la uva. La primera variedad que será recogida será la sauvignon blanca. Para finales de mes, se espera la recolección de la negra, la utilizada para el tinto. Los consejos reguladores coinciden en su mayoría en señalar que la producción se verá mermada.
Salvo en Galicia. Allí, tanto Ribeiro como Rías Baixas, dos de las regiones vinícolas más reconocidas de la comunidad, esperan crecimientos de la producción en torno al 20%. Aquí han vivido la parte positiva de la climatología marcada por las bajas lluvias y las altas temperaturas. Este contexto ha evitado la aparición de enfermedades, como comenta Pablo Vidal, director técnico de la Denominación de Origen Ribeiro. En los dos anteriores años, esta región vio recortada su recogida principalmente por estas plagas. En esta zona esperan alcanzar los 15 millones de kilos, en la media histórica.
En el lado opuesto se encuentra Castilla-La Mancha. La pasada semana se conocía que, según previsiones de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), la recogida sería entre un 20% y un 25% menor al año anterior. En esta región, al contrario que en otras, la recolección se ha retrasado una semana por culpa de la falta de peso y graduación que tenía la uva.
También será algo menor la recolección en la DO Penedés, en Cataluña, donde la vendimia comenzó en la primera semana de agosto, antes que otros ejercicios. También será previsiblemente inferior en la Comunidad Valenciana. Según Asaja, en esta región se reducirá en un 15% la cantidad de uva para el procesado. Los temporales de granizo que ha sufrido la zona parecen los responsables de este descenso.
Sin embargo, mientras la climatología afecta a las cantidades, es positivo para la calidad de la uva. Vidal, de Ribeiro, asegura que el estrés hídrico que sufre la uva, dentro de unos límites, favorece a la absorción de sabores. Por ello, en otras regiones como Penedés y Rueda, coinciden en señalar que la calidad de la uva va a ser buena.
Rioja, a la espera de las lluvias
La DO Rioja, una de las más importantes de España en producción y reconocimiento internacional, produjo el año pasado 420 millones de kilos de uva. Para este ejercicio permanece a la espera y todavía no se lanza a hacer valoraciones. Aunque esta semana comenzará la cosecha, será solo de las variedades más tempranas, principalmente para vino blanco, que es una parte pequeña del total. El grueso llegará a mediados de septiembre y se prolongará hasta octubre.
Hace unas semanas, el consejo regulador riojano comentaba que había “una favorable evolución” de la campaña. Las previsiones son buenas, aunque no se concreta en estimaciones. El año pasado había buenas expectativas, que se acabaron viendo truncadas por las lluvias que llegaron a mediados de septiembre y que redujeron la producción final de uva. Será durante esta semana cuando concreten más las expectativas que se dibujan para esta campaña.
Tampoco en Ribera de Duero, otra de las grandes DO, se hacen valoraciones sobre esta campaña. Se prevé que en los próximos días se tracen las previsiones para la vendimia, una de las tardías. Sin embargo, en un documento publicado a final de julio, el consejo regulador aseguraba que el impacto de las heladas de invierno y primavera había sido menor, gracias a unas temperaturas más altas, y que las plagas no habían afectado de forma importante. Por ello, consideraba que el balance se situaba en “niveles habituales” gracias a los niveles de precipitaciones.
En la mayoría de DO se espera, por tanto, una reducción de cantidades. Con esto, tendrán que afrontar la creciente demanda exterior de vino español. Según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino, España se convirtió en 2014 en el mayor exportador de vino del mundo. En los seis primeros meses del año, el comercio exterior de esta bebida creció un 5,7% respecto al mismo periodo de 2014, hasta los 1.215 millones. En litros, crecieron un 16,2%, hasta alcanzar los 1.163,5 millones, lo que suponen 164 millones más que en el mismo período del año anterior.