Se busca inquilino para vivir bajo el rótulo de BBVA

El cartel de la torre con el nombre de la entidad financiera permanecerá incluso con otra empresa en su interior

Hay algunos edificios que son como la espina dorsal de una ciudad. Sin ellos, el horizonte sería diferente. Y muchos de ellos se conocen por el nombre de la empresa que siempre los ha ocupado: Telefónica en Gran Vía de Madrid o la Torre BBVA en el Paseo de la Castellana, por ejemplo. ¿Pero qué ocurre si el inquilino no coincide con el nombre del cartel que corona el rascacielos?

Es lo que va a ocurrir próximamente con la Torre BBVA, en el número 81 de la Castellana. Después de más de tres décadas, la que primero fuera sede del Banco Bilbao, será ocupada en su mayor parte por un inquilino que no será la entidad financiera, pero que deberá mantener el rótulo del BBVA en lo alto del edificio.

El propietario del rascacielos es la inmobiliaria GMP, que compró el edificio en 2007 dentro de la operación por la que la entidad se mudaba a Las Tablas. En el acuerdo, se establecía que el edificio mantendrá sus rótulos de BBVA en la parte superior de la torre en exclusiva durante 20 años. El banco seguirá solo manteniendo las cuatro plantas superiores, dedicadas a despachos de directivos, al menos durante cinco años más.

“BBVA no dejará libre el edificio en su totalidad a finales de 2015, sino que seguirá ocupando una parte representativa del mismo. En coherencia con ello, se mantendrá la presencia de su identidad corporativa”, señala una portavoz de GMP.

Ahora le toca a la inmobiliaria GMP buscar un inquilino para la emblemática torre al que no le importe convivir bajo el cartel de BBVA, algo que algunos expertos ven como una barrera para grandes empresas que quieran destacar su presencia en el rascacielos. GMP gestiona inmuebles para el arrendamiento. Dispone de 455.000 m2 en propiedad y está participada en un 30% por GIC, el fondo soberano de Singapur.

“Cuando llegue el momento, GMP acordará con cada futuro arrendatario en qué condiciones estará presente su identidad corporativa en el edificio en el marco de la negociación del contrato de arrendamiento de la superficie de su interés y siempre de acuerdo con la normativa aplicable”, explica la portavoz de la inmobiliaria. “Esta es la práctica habitual con todos sus clientes en el resto de sus edificios multiinquilino”, añade.

La torre del BBVA es uno de los edificios más representativos y emblemáticos de Madrid. Con una altura que supera los 100 metros, el edificio, diseñado por el arquitecto Javier Sáenz de Oiza, tiene un total de 49.701 m2 repartidos en 30 plantas. Está situado en el corazón del centro de negocios de Madrid, en pleno Azca. La entidad financiera liberará con la mudanza alrededor de 24.000 m2, según cifras de la consultora JLL. El edificio sufrirá una remodelación en las plantas baja y primera que estarían, en principio, destinadas a zona comercial. Este intermediario calcula que en la primavera de 2016 podría empezar a alquilarse.Será en ese momento, cuando una nueva empresa (o varias) ocupen la torre, coronada con el sempiterno rótulo hasta 2027.

Justo en esa zona, Azca, en los próximos meses habrá bastante disponibilidad. Se suma a otros traslados como el de KPMG, la comercialización de 19.728 m2 de la Torre Titania de El Corte Inglés, que está actualmente vacía, o a la rehabilitación del Edificio Ederra, también por parte de GMP.

Estas operaciones provocan que en este eje de la Castellana se alcancen próximamente los 108.000 m2 para el alquiler de oficinas, en los próximos meses, o lo que es lo mismo: la disponibilidad alcanzará el 23% del total.

Por su parte, la nueva sede del BBVA, está compuesta por dos tipos de estructuras: La Vela, una torre de 93 metros de altura y 19 plantas bautizada así por los empleados del grupo a través de un concurso de ideas; y siete edificios horizontales, de tres niveles de altura. Este complejo de 114.000 m2 se vertebra alrededor de una gran plaza central de 100 metros de diámetro.