Las elecciones y Brasil dejan al Ibex a la cola de la periferia
Las turbulencias en las que se están moviendo los mercados este verano han dejado a la Bolsa española no solo a la cola entre los principales mercados europeos sino también por detrás del conjunto de las Bolsas del resto de países periféricos de la zona euro.
El buen pronóstico de crecimiento económico para este año y el próximo –con alzas del PIB del 3,3% en 2015 y del 3% para 2016 según las estimaciones del Gobierno– no está calando en la renta variable, sobre la que empiezan a pesar con fuerza varios factores: la debilidad de los mercados emergentes –y en especial América Latina y el gigante brasileño–, el tradicional peso del sector financiero en el índice y la creciente incertidumbre ante la celebración de las elecciones catalanas y generales.
El Ibex comenzó a perder el tren respecto a sus vecinos europeos en la primavera, cuando la depreciación del euro que desató la puesta en marcha del plan de compras del deuda del BCE comenzó a dar alas a los gigantes industriales de la exportación de Francia y Alemania. Pero la brecha comenzó a ensancharse este verano, cuando ha ido tomando cuerpo la preocupación por los emergentes y pese a que el castigo por la exposición a China se deja notar en el Ibex en segundo plano, frente al impacto que registra la Bolsa alemana.
El selectivo español ya retrocede en el año el 0,08%, frente a las subidas de dos dígitos del resto de la periferia, excluyendo el derrumbe de la Bolsa griega. El principal índice de la Bolsa de Lisboa, el PSI20, avanza el 10,2% en el año, el de la Bolsa de Dublín, el 18,2%, y el de Milán, el 14,4%.
“El tema político es un condicionante. Está pesando y está en el subconsciente de todo inversor, sobre todo de los extranjeros”, explica Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult. Si bien no se descuenta en absoluto la independencia de Cataluña o un triunfo electoral de Podemos –los acontecimientos más desequilibrantes para el mercado–, los inversores sí reconocen que el riesgo político va a estar presente en la visión sobre España, aunque no resulte determinante. Su presencia explicaría por ejemplo que el rendimiento de la deuda italiana a diez años se haya vuelto a colocar por debajo del de la española.
Aun así, los analistas coinciden en que el mayor obstáculo para el despegue del Ibex es la fuerte exposición de sus empresas a economías emergentes, en especial Brasil, y el peso de la banca en la composición del índice. Santander, que tiene un peso del 16%, pierde el 20% en el año. En cambio, si se obvia a los grandes valores, el Ibex Small Caps despunta en lo que va de año el 11,3% y el Ibex Medium Caps, el 12,2%.