China y Wall Street amargan la sesión a las Bolsas europeas
La desconfianza se ha hecho fuerte en los parqués. Pese a las permanentes exhibiciones de músculo de las autoridades chinas para contener su desplome bursátil y proteger su maltrecha economía, los inversores siguen sin fiarse. Si ayer las Bolsas chinas subían hasta que empezaron a caer con fuerza, hoy ha ocurrido justo lo contrario. El índice de Shangái ha llegado a bajar más de un 6% pero ha cerrado con un alza del 1,23% gracias a una nueva actuación contundente del Banco Popular de China.
Las autoridades del gigante asiático están recurriendo a un despliegue de medidas no convencionales, incluida la compra directa de acciones a través de instituciones financieras estatales, para evitar que estalle la burbuja bursátil que antes alimentaron.
Pese a esos intentos, las Bolsas siguen renqueando. El Ibex 35 desciende un 1,06% hasta los 10.782,4 puntos, con Abengoa otra vez encabezando los descensos (–9,41%) y marcando nuevos mínimos históricos. Solo OHL (+0,92%), Red Eléctrica (+0,56%) y Endesa (+0,46%) se han salvado de los descensos.
El selectivo español ha vivido un día de caídas sensiblemente menores a las de otras grandes plazas europeas. El Footsie británico se deja un 1,8% lastrado por el desplome del 8,5% de Glencore. La empresa dedicada al comercio de materias primas perdió 676 millones de dólares (unos 614 millones de euros) en los seis primeros meses del año por la persistente debilidad de las commodities. También caen con fuerza otras compañías del sector como las mineras AngloAmerican (–4%) y Rio Tinto (–3,6%).
Las perspectivas para las empresas dependientes de las materias primas se oscurecen por la combinación de un exceso de oferta, particularmente en el petróleo, y una menor demanda, sobre todo desde China si los peores temores sobre el frenazo de su economía se confirman. Hoy se ha repertido la historia de las jornadas anteriores y la mayoría las commodities baja. El barril de petróleo Brent cae un 2,4% hasta los 47,6 dólares, dañado por un aumento de las reservas semanales en Estados Unidos de 2,6 millones de barriles, cuando se esperaba una caída de 0,82. El West Texas se despeña más de un 3%.
El cobre, el níquel y el aluminio siguen en mínimos desde 2009. El oro, mientras, parece haberse estabilizado en el entorno de los 1.100 dólares por onza.
En el caso del Dax alemán, su mayor hándicap no son las materias primas sino la vulnerabilidad de las grandes multinacionales que exportan a China. El índice germano desciende un 2% hasta mínimos de más de un mes. Las industriales ThyssenKrupp (–2,9%) y Basf (–2,7%) y las automovilísticas Daimler (–2,5%) y BMW (–2,3%) se anotan las mayores caídas del días.
La apertura bajista en Wall Street ha agrandado los descensos de los parqués europeos. Los principales índices de la Bolsa estadounidense anotan descensos del entorno del 1% tras conocer que la inflación subió una décima el mes pasado en Estados Unidos y a la espera de la publicación de las actas de la última reunión de la Reserva Federal, donde el mercado espera encontrar pistas sobre la próxima subida de tipos de interés. Según una encuesta de Bloomberg, un 77% de los inversores cree que la institución presidida por Janet Yellen incrementará el precio del dinero en septiembre.
También el Cac francés, que baja un 1,58%, se resiente por culpa de las compañías exportadoras.Peugeot desciende un 3,3%; Renault, un 3,2% y la firma de lujo Louis Vuitton, un 2,8%.
La aprobación por parte del Parlamento alemán del tercer rescate a Grecia ha dejado fríos a unos inversores que han apartado de su lista de mayores temores la crisis helena, al menos de momento. Eso sí, el Ase avanza un 0,32% y el interés del bono griego a diez años sigue en el 1,99.
En el mercado de deuda, pocos cambios. La rentabilidad del bono español a diez años, que volvió a superar ayer el umbral del 2%, se mantiene en ese nivel y la prima de riesgo sigue en los 136 puntos básicos.