La subida mínima de cotización afectará a medio millón de autónomos
En los últimos cuatro años estos trabajadores por cuenta propia han visto incrementada la cotización en un 5%
La subida de la base mínima de cotización en un 1%, tal y como contemplan los Presupuestos Generales del Estado de 2016, afectarían sobre todo a casi medio millón de autónomos, como denuncia la Federación de Asociaciones de Autónomos (ATA).
Este número es precisamente el que declara al año unos rendimientos brutos de 15.000 euros, que supone por lo tanto un rendimiento neto por debajo de los 10.000 euros, que es la diferencia entre ingresos y gastos. Con la subida en la base mínima de cotización en 2016 deberán cotizar por una base de 893,1 euros al mes, que son 10.717,2 euros al año, una cantidad que se encuentra por encima del rendimiento neto.
Desde ATA, su presidente, Lorenzo Amor, reconoce que "el esfuerzo contributivo" que soportan estos trabajadores "no está acorde con sus ingresos reales". Y es que en los últimos cuatro años han visto como se incrementaba su cotización un 5%.
La solución que proponen es que la base de cotización se adecúe a los ingresos reales de cada profesional por cuenta propia. De hecho consideran que lo mejor es establecer cinco tramos de cotización siguiendo las recomendaciones del Pacto de Toledo, en donde los autónomos acaben pagando impuestos según los ingresos reales. Para ello es preciso que se marque una base mínima parecida al salario mínimo interprofesional, en donde aquellos cuyo rendimiento se encuentre por debajo del SMI estarían exentos de cotizar, pero sí que tendrían que tributar.
Cinco tramos de cotización
En los cinco tramos de cotización que proponen desde ATA habría uno que abarcaría la mínima, tres intermedias y una máxima, para que de esta manera los autónomos pudiesen escoger en función de los rendimientos netos, aunque aquellos que quieran hacerlo de manera voluntaria por encima de sus ingresos también lo podrían realizar.
Lorenzo Amor denuncia que las subidas lineales en la base mínima implican "un esfuerzo contributivo para los que tienen menos rendimientos netos" y apenas son notados por aquellos que cuentan con "mayores ingresos". Confía en que el año 2016 sea el último en el que los trabajadores por cuenta propia "no puedan cotizar en función de sus ingresos reales", añade.