La nueva conquista de los vinos blancos
Una esmerada selección de tierras, un exquisito cuidado de las uvas y el uso de tecnologías avanzadas sitúan a Adegas Valmiñor a la vanguardia del sector en España.
Al sur de la provincia de Pontevedra, en el valle de O Rosal, junto a la desembocadura del río Miño, en la frontera con Portugal –un territorio reconocido por sus vinos–, se encuentra Adegas Valmiñor.
Aquí, la climatología es suave, sin grandes oscilaciones térmicas, sus suelos tienen una gran riqueza mineral y las condiciones de maduración son excelentes. Es un lugar ideal para el cultivo de variedades como las uvas albariña, loureiro y teixadura. Valmiñor tiene en este valle 34 hectáreas de viñedos de la denominación de origen (DO) Rías Baixas.
La bodega elabora y comercializa sus vinos bajo una premisa: mantener la tradición y conjugarla con las tecnologías más avanzadas. Así es como aspira a estar en la vanguardia vitivinícola, basada en la selección de tierras y viñedos, el cuidado minucioso de las uvas y las tecnologías más avanzadas aplicadas a la elaboración de vinos.
Es la única bodega de capital gallego presente en la DO Ribera del Duero
Valmiñor nació en 1997 con la vocación de crear una bodega diferente a las existentes en las Rías Baixas. Su idea era llevar la magia de la tierra de O Rosal a la botella, transportar con ella a sus clientes a un mundo sensorial muy especial, lleno de vida y en el que poder descubrir cómo es este pequeño valle del sur de la provincia de Pontevedra.
“El especial microclima permite que nuestro trabajo consista en transformar las uvas procedentes de nuestros viñedos en vinos armoniosos con el entorno, respetuosos con su pasado, manteniendo las tradiciones y, a la vez, utilizando la tecnología más actual. Es nuestra gran singularidad”, explica Carlos Gómez, director general de Valmiñor.
Valmiñor quiere transmitir al mercado “la nueva conquista de los vinos blancos. Somos una bodega con una gama de productos amplia, donde la elaboración se personaliza para cada vino”. Lo que aporta Valmiñor es frescura y ver la bodega desde un punto de vista muy profesional, añade Gómez. Esto le ha permitido atravesar la crisis con un presupuesto en I+D+i de más de un millón de euros en los últimos tres años.
Desde el primer momento, Valmiñor ha apostado por la innovación tanto en procesos como en productos. Fue la primera bodega en incorporar la filtración tangencial en Galicia y la primera en exportar con srew cup (tapa de rosca) un albariño. “El objetivo es siempre buscar la excelencia. Nos gusta elaborar vino de forma distinta, con personalidad propia, queremos que el consumidor descubre en cada copa la naturaleza que nos rodea”, puntualiza Gómez.
Actualmente exporta a 28 países, con Estados Unidos como principal mercado y presencia en Australia, Canadá, México, Puerto Rico, China, Finlandia y Europa, entre otros. Valmiñor nació con vocación internacional, por eso ha enfocado la exportación como algo natural.
“No supone para nosotros un cambio de filosofía. Sin embargo, exportar vino no es fácil. La competencia es casi todo el mundo, pero el mercado es amplísimo. El trabajo que desarrollamos en la bodega nos ha ayudado a navegar en la crisis. Así, en los seis primeros meses de este año la exportación ha crecido más de un 50%”, apunta Gómez.
Y destaca que Valmiñor cuenta con la Global Standard Food Safety BRC, uno de los certificados de calidad alimentaria más exigentes de Europa.
La bodega está potenciando dos mercados: Estados Unidos e Inglaterra. Además, trabaja en la apertura de otros nuevos en el este de Europa y Asia. Para Valmiñor todos los mercados son importantes. “Para conquistarlos nos basamos en el producto, el trabajo y, sobre todo, la ilusión”.
Un apoyo decisivo
“Valmiñor ha desarrollado importantes proyectos de investigación tanto en el viñedo como en la bodega”, asegura Carlos Gómez. “Hemos hecho un importante trabajo de viticultura de precisión y mejora del potencial de las variedades gallegas. Estamos en tres proyectos que nos ayudarán a comercializar nuevos productos, como un vino libre de sulfuros o un vino espumoso de alta calidad con la variedad loureiro”.
Gómez destaca la importancia que tiene para pymes como Valmiñor la posibilidad de acceder, a través del CDTI y los fondos Feder, a líneas de subvención o financiación “porque acercan la capacidad de innovar e invertir en I+D+i a empresas de poco tamaño y, sobre todo, por el acceso que dan a centros de investigación a nivel nacional”.
Valmiñor es quizás la única bodega de capital gallego presente en Ribera del Duero. Ébano, su segunda marca, elabora desde 2006 los tintos Ébano crianza y Ébano 6, ambos de la DO Ribera del Duero, dos tempranillos de gran carácter y aroma, procedentes de las 43 hectáreas de viñedo de Gumiel de Mercado y Quintana del Pidio.
La construcción de la bodega, situada en Castrillo de Duero, en la carretera general a Aranda, finalizó en 2011. “Estamos muy ilusionados con este proyecto que surge de la necesidad de acompañar a un vino blanco excelente de Rías Baixas con un tinto de la misma calidad. Por eso nos decidimos por la Ribera del Duero donde, para mí, se producen uno de los mejores tintos de España. En Ébano seguiremos, igual que con Valmiñor, con proyectos de I+D+i, ya que las posibilidades de investigación también son altísimas”, afirma Gómez.
Y es que Valmiñor está comprometida con la modernidad, la tecnología y la vanguardia, pero siempre desde la perspectiva de la singularidad y la tradición.
Numerosos premios y reconocimientos han avalado esta apuesta. La prestigiosa publicación vinícola The Wine Advocate valoró los caldos Davila L100 (añada 2010) y Davila M100 (añada 2009) con 93 y 91 puntos, respectivamente, según el sistema de clasificación elaborado por el prestigioso crítico de vinos Robert M. Parker.
De esta forma, Davila L100 ha alcanzado la máxima puntuación que la revista americana ha otorgado a los vinos de las Rías Baixas. Pero, además de por su sabor, Valmiñor ha recibido también galardones por su diseño: Albariño Valmiñor, la gama Davila y los licores Valmiñor fueron galardonados en 2011 con los Premios Anuaria en la categoría de mejor packaging.
Datos básicos
FacturaciónEntre todas las empresas que conforman el proyecto Valmiñor, es decir, la bodega de las Rías Baixas, los viñedos y la bodega de Ébano en Ribera del Duero, y Exclusivas La Catedral, la distribuidora ubicada en la Coruña, la facturación del grupo supera los cuatro millones de euros.
Crecimiento“Para nosotros lo más importante es que vamos a cumplir las previsiones de crecimiento de este año, en torno al 20%, dado que la marcha de las tres empresas en el primer semestre de 2015 ha sido sensacional, sobre todo por el incremento de la exportación”, asegura Carlos Gómez.
Producción La capacidad de producción de Valmiñor esta dimensionada para elaborar en torno al millón de kilos de uva, utilizando la más alta tecnología. Sin embargo, por filosofía su media está en 600.000 kilos. “Es un volumen que manejamos perfectamente”, señala Gómez.
En cuanto a la bodega de la Ribera del Duero, la producción media se encuentra en los 250.000 kilos, con los que elabora un vino crianza Ébano, y un roble Ébano 6, todo ello con la variedad tinta fina. Con estos vinos, al igual que en Valmiñor, procura mantener la tradición y la apuesta por las nuevas tecnologías. Un ejemplo de ello es la viticultura de precisión.