Una región italiana aprueba una ordenanza que prohíbe morirse
El pueblo italiano de Sellia, en la región sureña de Calabria, ha aprobado una ordenanza que establece la "prohibición de morirse" a sus vecinos, el 60% de ellos ancianos mayores de 75 años, con el fin de frenar la despoblación y amortizar sus servicios sanitarios.
La ordenanza municipal entró en vigor el miércoles y, al establecer la "prohibición de morirse", se invita a los paisanos a "preocuparse de su salud", según ha explicado el alcalde de la localidad, Davide Zicchinella.
"Nosotros hemos hecho esta ordenanza no para bromear, sino seriamente. Porque Sellia, como muchas localidades del sur de Italia, padece despoblación", defendió el regidor, pediatra de profesión.
También ha comentado que se ha creado "todo un sistema para encargarnos de la salud de nuestros ciudadanos" con la apertura de un centro sanitario, un ambulatorio para las analíticas y una red de transporte de personas al hospital más próximo y cercano, el de Catanzaro.
Pero a cambio de estos servicios, los ciudadanos deberán cuidar su salud con el fin de mantener este servicio y de detener la despoblación en el lugar.
"La vida es un valor universal, pero en un pueblo pequeño cada uno debe hacerse cargo de su propia salud porque, además de tener un valor por sí misma, tiene un valor colectivo. Si un pueblo se hace pequeño, demasiado pequeño, no puede continuar en pie", sostuvo.
Y es que aquellos que el Consistorio detecte que no se cuidan o que siguen hábitos perjudiciales para la salud deberán, sencillamente, pagar más impuestos. Preguntado sobre cómo identificará a los vecinos díscolos que no se curen, ha asegurado que el Consistorio "tiene registros, sabe quién se hace análisis y quién no, quién se cuida o se descuida".
Durante la conversación, el alcalde defendió sus políticas que, a su juicio, han hecho que su municipio se sitúe a la vanguardia en muchos aspectos.
Por ejemplo, subrayó que en 2010, cuando él solo llevaba un año de mandato, Sellia fue el primer pueblo de la región de Calabria al separar para reciclar el 73,6 % de su basura, lo que le valió el premio de la organización ecologista Legambiente.
Además, entre otros logros, en 2011 Sellia fue el primer pueblo calabrés y uno de los primeros de Italia, según destacaron en el Ayuntamiento, en ofrecer gratuitamente internet a todos los vecinos.