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El tipo de interés de demora se situará en el 3,75% a partir de 2016

Hacienda cobrará el interés más bajo desde 1973 por aplazar deuda fiscal

El interés legal del dinero baja del 3,5% al 3%; el interés de demora se reduce del 4,375% al 3,75% Los Presupuestos para 2016 reducen el coste de postergar el pago de impuestos

Los intereses fijados en los Presupuestos Generales del Estado
Alejandro Meraviglia

Los Presupuestos Generales del Estado para 2016 contempla que el tipo de interés de demora, que se utiliza para fijar el coste de los retrasos y aplazamientos en el pago de impuestos, baje del 4,475% al 3,75%. Supone el nivel más bajo de la serie histórico del Banco de España que se inicia en 1973. El tipo de interés legal del dinero, que se aplica cuando se conceden aplazamientos con aval, también baja del 3,5% al 3%.

El Gobierno toma como referencia los tipos oficiales que determina el Banco Central Europeo (BCE) y la situación financiera del país para fijar el interés legal del dinero. Y el tipo de interés de demora suele ser ese mismo porcentaje incrementado en un 25%. La idea es que el interés de mora tributario debe situarse por encima del precio de financiación del mercado para evitar que solicitar un aplazamiento resulte más rentable que pedir un crédito.

En la medida en que el Banco Central Europeo rebajaba el precio del dinero –hoy se encuentra en el 0,05%–, el Gobierno ha ido suavizando también los tipos legales. El coste de postergar deuda o abonar con retraso un impuesto se movía entre el 7% y el 5% antes de la crisis. Y el máximo se registró en 1986, cuando el coste tributario alcanzó el 13,125%.

La figura del interés de demora ha ganado protagonismo durante la recesión económica, que ha provocado que las solicitudes para fraccionar o aplazar deuda fiscal se disparasen. En el año 2007, el importe de las solicitudes de aplazamiento de deuda tributaria no alcanzaba los 6.000 millones. En 2012, la cifra rebasó los 17.500 millones. Los últimos datos de la Agencia Tributaria correspondientes a 2013 indican que el importe se redujo hasta los 16.354 millones. En principio, es previsible que siga cayendo por la mejora económica. Además, a partir de 2014, la Agencia Tributaria rechazó con carácter general todas las solicitudes para aplazar retenciones del IRPF. Supuso un cambio del criterio seguido desde 2009, cuando la Administración abrió la puerta a que las empresas postergaran el abono de las retenciones de sus trabajadores. Era una respuesta temporal a los problemas de liquidez.

La mayor parte de las empresas que reclaman posponer deuda fiscal opta por aplazar la cuota de IVA o del impuesto sobre sociedades. Hacienda concede moratorias de hasta 18.000 euros sin necesidad de aportar un aval, mientras que la cifra se eleva hasta los 30.000 euros en el caso de querer retrasar el pago de cotizaciones sociales.

La compañía debe entregar a la Administración datos que corroboren la necesidad de solicitar un aplazamiento y cualquier información que ofrezca garantías de que existe capacidad para devolver el dinero. Cuando el aplazamiento no incluye un aval, el tipo de interés aplicable es el de demora, que será del 3,75% a partir de enero. Si existe una garantía, entonces rige el tipo de interés legal del dinero, que quedará fijado en el 3% a partir de 2016. Este tipo de interés se aplica también en casos de indemnización por daños y perjuicios.

Por otra parte, la legislación también contempla el tipo de interés de mora procesal, que se obtiene sumando dos puntos al interés legal del dinero. Así, quedará fijado en el 5% a partir de enero del próximo año frente al 5,5% vigente. Este coste se aplica en el marco de la Ley de Enjuiciamiento Civil y sobre los incumplimientos en las ejecuciones de sentencias. No cabe esperar en el corto plazo que los intereses por aplazar deuda se incrementen en la medida en que la previsión es que el Banco Central Europeo mantenga los tipos oficiales en su bajo nivel actual. Por otra parte, el coste de financiación del Estado se encuentra también en umbrales históricamente bajos. De hecho, la partida presupuestaria destinada a pagar los intereses de la deuda pública inició una senda a la baja este año y los Presupuestos contemplan que tendrá continuidad en 2016.

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