Madrid es la comunidad con el saldo más negativo con el Estado, que triplica a Cataluña
El ministerio de Hacienda ha publicado los resultados del Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas (conocidas como balanzas fiscales) correspondientes al año 2012. El informe refleja la distribución por regiones de las cargas tributarias por habitante a la caja común y de lo que recibe del Estado. El trabajo sigue la metodología, ya presentada en julio de 2014, desarrollada por tres profesores universitarios: Ángel de la Fuente, Ramón Barberán (Universidad de Zaragoza) y Ezequiel Uriel (Universidad de Valencia)
Según las primeras conclusiones, hay cuatro comunidades que son contribuyentes netas, es decir, que aportan en impuestos al Estado más de lo que reciben: Madrid, Cataluña, Valencia y Baleares.
Madrid es la comunidad con mayor déficit fiscal (mayor diferencia entre los impuestos por habitante y el gasto que recibe): 19.015 millones de euros. La comunidad de Madrid casi triplica a la segunda región, Cataluña, que tiene un déficit fiscal de 7.439 millones. Por detrás está Valencia, con 1.453 millones de euros, y Baleares, 1.330 millones de euros.
El resto (ver cuadro) presenta un saldo fiscal positivo: Andalucía (8.531 millones), Aragón (509 millones), Asturias (1.828 millones), Canarias (3.479 millones), Cantabria (270 millones), Castilla León (2.933 millones), Castilla La Mancha (2.291 millones), Extremadura (2.655 millones), Galicia (3.946 millones), Murcia (98 millones), Navarra (371 millones), País Vasco (1.562 millones), La Rioja (42 millones y Ceuta y Melilla (721 millones de euros).
Por habitante, madrileño tiene un saldo fiscal negativo de 2.927 euros (paga más impuestos por habitante que la media o recibe menos gasto) mientras que un catalán es 984 euros, para un ciudadano balear la diferencia es de 1.192 euros y un valenciano, 284 euros.
En total, según la nota del ministerio de Hacienda, la suma de saldos "redistributivos" fueron de 29.238 millones de euros en 2012, equivalente al 2,8% del PIB español. Para las regiones receptoras netas (con saldos fiscales positivos), los flujos de entrada representaron un 5,5% de su PIB, mientras que para las regiones contribuyentes netas, los flujos de salida supusieron un 5,6% del PIB. El informe señala que “el saldo fiscal tiende a empeorar según aumenta la renta per cápita, de forma que los territorios más ricos generalmente presentan déficits fiscales mientras que los de menor renta suelen disfrutar de superávits”.
Casi un 70% de los saldos fiscales regionales se debe a que los territorios con más renta paga más impuestos que en otras regiones más pobres. El 30% restante se debe a políticas políticas de gasto, "en algunas de las cuales podría haber una mayor discrecionalidad". En concreto, el informe cita