Un juez de Barcelona crea dudas sobre la restricción de Uber
Un juez español ha preguntado a la corte superior de Europa si la aplicación de transporte online Uber es un "mero servicio de transporte" o un servicio digital, algo que podría sentar un precedente para las batallas legales que tiene la compañía en todo el continente.
El juez, de Barcelona, se ha referido a un caso presentado por el principal operador de taxis de la ciudad contra Uber, a finales del año pasado ante el Tribunal de Justicia Europeo (TJE) en Luxemburgo.
"La noticia de hoy significa que el Tribunal Europeo de Justicia determinará ahora si las normas nacionales que actualmente se aplican a los servicios digitales como Uber son legales y apropiadas bajo la ley europea", ha dicho Mark MacGann, jefe de Políticas Públicas para la región EMEA de Uber.
Desde que se lanzó Uber en Europa en 2011, se ha encontrado con la oposición feroz de los servicios de taxi regulares que se quejan de competencia desleal al eludir las leyes locales sobre la concesión de licencias y seguridad.
Hasta la fecha, Uber, con una valoración 40 mil millones de dólares, ha sido 'golpeado' con mandamientos judiciales en Bélgica, Francia, Alemania, los Países Bajos y España.
El juez de Barcelona ha pedido a la corte de Luxemburgo que se pronuncie sobre si Uber, que afirma que es un intermediario en línea que une los conductores dispuestos a pasajeros, es una "mera actividad de transporte" o "un servicio de la sociedad de intermediación o de la información electrónica."
Ser declarado un "mero servicio de transporte" podría dejar a Uber sujetos a normas más estrictas sobre la concesión de licencias, seguros y seguridad. Al contrario, como un servicio de la sociedad, podría disfrutar de ciertas protecciones bajo las reglas de la Unión Europea.
También ha pedido al TJCE que se pronuncie sobre si la restricción impuesta por España a Uber es legal ya que Uber se ha registrado en los Países Bajos, otro país de la UE.
Uber ya ha presentado denuncias ante la Comisión Europea en Bruselas en contra de una nueva ley francesa que favorece a los taxis locales, y en contra de las prohibiciones judiciales alemanas y españolas.