Impulso de Industria a los coches de energía alternativa
Fomentarán la industrialización, el mercado y las infraestructuras Incentivarán las flotas de estas energías y se concederán estímulos fiscales
“España es el segundo productor de vehículos industriales de Europa, pero las tecnologías están cambiando y no podemos permitirnos perder este tren”. Con estas palabras iniciaba la secretaria general de Industria, Begoña Cristeto, la presentación de la Estrategia de Impulso del Vehículo con Energías Alternativas en España (2014- 2020); una jornada en la que anunció que, desde el Ministerio de Industria, se incentivarán las flotas de vehículos con energías alternativas y se concederán estímulos fiscales.
José Luis Blanco, presidente de Agolp, recordó que el gas licuado es “el combustible alternativo más utilizado en el mundo”. El objetivo es contar con 250.000 coches del llamado autogás. Tienen un precio algo por encima de los tradicionales, pero suponen un ahorro del 40% con respecto a otros combustibles.
En el sector de los biocombustibles, se remarcó que los vehículos no necesitan nueva inversión ni infraestructuras para beneficiarse de este tipo de energía, que se introduce en el mercado mezclado con combustibles tradicionales en función del porcentaje que establece la Administración y que, previsiblemente, aumentará para 2020.
En cuanto al coche de hidrógeno, el principal inconveniente sigue siendo su precio. “Es un tema espinoso”, reconoció Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno, aunque señalaba que, en los últimos dos años, el precio de este tipo de vehículos se había reducido de 120.000 euros a 60.000. El Plan prevé que se cree un parque de cerca de 3.000 automóviles que funcionen con hidrógeno para 2020, año en su precio estiman que se habrá acercado al de los tradicionales.
Sin duda, el gran beneficiado de la jornada fue el coche eléctrico, cuyas previsiones para 2020 pasan por aumentar en un 1500% su parque automovilístico pasando de 10.000 vehículos a alrededor de 150.000. Se trata de una tecnología que encarece entre un 30-40% el precio del coche, pero que consume apenas 2 euros cada 100 kilómetros. El principal inconveniente, como señaló el presidente de AEDIVE, Santiago Losada, sigue siendo la autonomía, por lo que dotar a los clientes de una densa red de estaciones de carga resulta vital.
Gasnam ha sido la única asociación que se ha mostrado crítica con el Plan VEA. Su secretario general, Manuel Lage, comentó que la estrategia “desperdicia el potencial” de esta energía. Según Lage, el objetivo de que para 2020 haya 800 vehículos que funcionen con gas licuado es totalmente insuficiente. Los coches que funcionan con gas natural vehícular tienen un precio un 10% superior, pero consumen entre tres y cuatro euros por cada 100 kilómetros.
Durante la jornada, se anunció que el presupuesto estimado para el conjunto del sector industrial en 2016 será de unos 750 millones de euros, de los cuales se prevé establecer un apartado específico significativo para los vehículos de energía alternativa. La estrategia se desarrollará en tres ejes: impulsar la industrialización de los vehículos y de los puntos de suministro asociados, fomentar la demanda para conseguir un mercado nacional que propicie economías de escala entre los fabricantes y favorecer una red de infraestructura que permita cubrir las necesidades de movilidad de los usuarios.