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La estrategia es de reducir costes donde se pueda

La crisis del petróleo pasa factura a la industria

Tubacex abre regulaciones de empleo en Austria e Italia y no las descarta en España

Tubos de acero de Tubacex
Tubos de acero de Tubacex

El desplome de la cotización del barril de petróleo incide ya en las empresas relacionadas con el oro negro. Tubacex ha puesto en marcha sendos expedientes de regulación de empleo en sus instalaciones en Italia y Austria.

El grupo vasco, líder mundial en la producción de tubos en acero inoxidable sin soldadura, obtiene las dos terceras partes de sus ventas en el segmento del petróleo.

La crisis del crudo queda reflejada en la cotización del barril. Tras años a un precio por encima del nivel de 110 dólares por unidad, el ejercicio pasado se desplomó a la mitad y cerró a una media de 55,47 dólares. Esta semana ha perdido la referencia de los 60 dólares y ronda en el entorno de los 57 billetes verdes. Buenas noticias para los automovilistas a la hora de repostar sus vehículos, pero malas para la industria que depende del crudo, sobre todo en actividades de extracción. 

Con los precios citados, los pozos de petróleo se cierran por decenas en el mundo. Tubacex no es ajeno a este escenario. Su consejero delegado, Jesús Esmorís, adelantó ayer que la multinacional con sede en Llodio (Álava) ha preparado un plan de choque “porque no sabemos cuándo cambiará el mercado” a mejor.

Los analistas con las predicciones más optimistas auguran un cierre del año con el barril situado en el umbral de los 80 dólares. Esmorís, que dio una conferencia en Bilbao organizada por la asociación Adype, reveló que hay menos inversiones en nuevos pozos en el mercado, por lo que ha aumentado la competencia entre los fabricantes de tubos, y por tanto la presión sobre los precios, lo que resiente los márgenes de rentabilidad de esta industria.

Tubacex, con 2.000 trabajadores, dos terceras partes de ellos en las fábricas en el extranjero, ya ha puesto en marcha expedientes de regulación de empleo en sus filiales de Austria e Italia. Para España, donde tiene su principal base fabril, en la propia Llodio y en Amurrio, también en Álava, esperará al próximo septiembre para tomar decisiones, en base al ritmo de entrada de nuevos pedidos. 

Asia supone el 52% de los nuevos pedidos

El mercado que más interesa a Tubacex actualmente es Asia. El grupo vasco concentra el 63% de sus ventas en el ámbito de la UE, un mercado maduro que no tiene nada que ver con el recorrido que ofrece la citada zona emergente, que ya en 2014 aportó el 18% de las ventas totales del grupo, tras conseguir un incremento de casi el 40% en esta zona. De hecho, el 52% de los nuevos pedidos que ha conseguido la empresa proceden de Asia. Además de la inversión en Prakash Steelage, que aporta unas ventas de 25 millones de euros, con 250 trabajadores, Tubacex ha abierto oficinas comerciales en Singapur y Corea del Sur. Para 2017, Esmorís confía en duplicar la cifra de negocios de la nueva participada.

De momento, la compañía ha recurrido a “medidas lógicas, sin hacer sangre”, según Esmorís, en el sentido de que la empresa vasca no está renovando los contratos de los empleados eventuales en el país. Además, ha ajustado su producción a la crisis del petróleo. Las instalaciones han pasado de trabajar a tres turnos a hacerlo con solo dos. Y algunos días se han parado las plantas. Las vacaciones de verano supondrán un alivio para esta dinámica de menor actividad, con gran parte de los operarios disfrutando del periodo de descanso estival que les corresponde.

La estrategia es la de “reducción de costes por donde se pueda”, aunque “sin parar inversiones estratégicas”, ha manifestado el consejero delegado de la compañía. Este año destinará 20 millones a sus plantas en España, Austria, Estados Unidos, Italia y China, pero en mantenimiento y actualización de equipos.

Las prioridades actuales para Tubacex son la integración de su nueva filial en India, Prakash. La firma de su adquisición se ha retrasado por problemas burocráticos, pero la operación podría quedar cerrada este mismo mes.

La empresa también diversificará sus actividades para reducir la exposición al negocio del petróleo. Buscará más presencia en el mundo del gas y en los sectores aeronáutico y de automoción. Aspira a que un 15% de las ventas procedan del mundo de la energía, además de los posibles contratos que surjan de las centrales petroquímicas. El negocio nuclear es otra posibilidad. Sus instalaciones en China trabajan en exclusiva para este ámbito, que es el que contabiliza las operaciones más rentables porque son pedidos de tubos con precios altos, por las condiciones de seguridad en las explotaciones nucleares.

Los tubos umbilicales, relacionados con el mundo offshore, sí que tienen recorrido al alza por los proyectos de parques eólicos en la mar y por las redes submarinas a instalar para el transporte de energía eléctrica. Son enlaces de muchos kilómetros de tubos especiales, de la categoría premium de mayor valor añadido y, por tanto, también de precios altos como los de los negocios nucleares.

Su estrategia también incluirá la de ofrecer servicios integrales a los clientes. Para ello recurrirá a la gama de productos de su red industrial, integrada por una docena de fábricas, siete de ellas fuera de España (en Austria, Estados Unidos, Italia, China e India). Pocos tuberos en el mundo pueden producir unidades de 8 a 50 pulgadas de diámetro exterior. Y con la compra de la participada IBF en 2014, el grupo alavés ha entrado en el segmento de accesorios para tuberías, con lo que refuerza su posicionamiento en el citado mercado de servicios integrales.

Tubacex facturó 546 millones en 2014 (un 1,35% menos) y contabilizó unos beneficios de 15 millones netos (un 26,5% más).

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